07 septiembre 2022.- En julio del año pasado, los comisionados de la UE establecieron una serie de políticas verdes para encaminar al cont...
07 septiembre 2022.- En julio del año pasado, los comisionados de la UE establecieron una serie de políticas verdes para encaminar al continente hacia la neutralidad climática para 2050. “La economía de los combustibles fósiles ha llegado a sus límites”, dijo Ursula von der Leyen, presidenta de la comisión.
Poco más de un año después, esos comisionados ahora supervisan decenas de miles de millones de euros de gastos en infraestructura y suministros de combustibles fósiles, en medio de severos recortes en el suministro de gas de Rusia y precios récord.
Los datos analizados por el grupo de expertos en energía Ember Climate para el Financial Times sugieren que los gobiernos europeos gastarán al menos 50.000 millones de euros este invierno en infraestructura y suministros de combustibles fósiles nuevos y ampliados, incluido el gas enviado desde el extranjero y el carbón para alimentar plantas de energía previamente suspendidas.
La UE, que anteriormente dependía de Rusia cerca del 40 por ciento de su gas y más de la mitad de su carbón, parece tener pocas opciones. Las industrias, desde los fabricantes de fertilizantes hasta las fundiciones de zinc, han tenido que cerrar al no poder pagar el costo del combustible. Las facturas de energía están empujando a los consumidores al borde de la pobreza.
El bloque de la Unión ahora se está preparando para un rescate que rivalice con la respuesta a la crisis bancaria de 2008. Las cifras del grupo de expertos en economía Bruegel sugieren que los gobiernos de la UE ya han asignado 280.000 millones de euros entre septiembre de 2021 y julio de este año para proteger a los consumidores del aumento vertiginoso de los precios de la energía, ofreciendo recortes en las tarifas del combustible, pagando el gas enviado y entregando dádivas a hogares vulnerables.
La situación empeoró el lunes, cuando el Kremlin dijo que el suministro de gas a través del crítico gasoducto Nord Stream 1 se suspendería hasta que se levantaran las sanciones occidentales, lo que llevó a Europa un paso más hacia la recesión. Los ministros de energía de la UE se reunirán en una reunión de emergencia en Bruselas el 9 de septiembre para discutir una respuesta coordinada.
La reacción de la UE a la llamada "armamentización" del suministro de energía por parte de Moscú ha sido proponer un impuesto sobre los generadores de energía que no sean de gas, incluidas las energías renovables, que se benefician de los altos precios, así como aumentar el suministro de combustibles fósiles alternativos para detener ciudadanos helando este invierno.
Siete terminales flotantes para procesar gas natural licuado de fuentes no rusas entrarán en funcionamiento en Alemania, los Países Bajos y entre Estonia y Finlandia a tiempo para el invierno a un coste total mínimo de 3.700 millones de euros entre octubre y el próximo marzo.
Se planean al menos 19 más en toda la UE con costes generales del proyecto que alcanzan casi 10 mil millones de euros sin incluir el desembolso de la infraestructura adicional necesaria, como tuberías y embarcaderos. Juntos, estos permitirán 30.000 millones de euros adicionales en gas importado, según las estimaciones actuales.
Al mismo tiempo, varios países, incluidos Alemania y los Países Bajos, han permitido el reinicio de las operaciones en las centrales eléctricas de carbón que habían quedado en desuso o debían cerrar, lo que permitió la quema de 13 millones de toneladas adicionales de carbón con un costo de alrededor de 4.500 millones de euros, estima Ember.
Los funcionarios en Bruselas advierten que estas son solo medidas provisionales que no afectarán la ambición del bloque de ser climáticamente neutral para 2050. Los objetivos climáticos de Europa "no se posponen ni cancelan", dice Virginijus Sinkevičius, comisario europeo de medio ambiente. “Es importante combinar el uso del carbón como última alternativa posible con la aceleración de los proyectos de eficiencia energética y el desarrollo de las renovables”.
La UE está haciendo esfuerzos para reducir la demanda, que van desde límites para calentar hasta apagar las luces públicas por la noche. Y el Parlamento Europeo debe votar propuestas la próxima semana para aumentar su objetivo general de energía renovable del 40 por ciento de la generación de energía al 45 por ciento para 2030.
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