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Con la crisis energética golpeando las billeteras de los consumidores y aumentando la inflación, la Unión Europea está recurriendo a la biomasa entre una gama de alternativas para reemplazar las importaciones de gas ruso.
20 octubre 2022.- Como parte de su plan REPowerEU presentado en mayo, la Comisión Europea estableció el objetivo de aumentar la producción nacional de biometano a 35.000 millones de metros cúbicos (bcm) para 2030, frente a los 3 bcm actuales .
A principios de este mes, la Comisión Europea inició el proceso con el lanzamiento de una nueva Asociación Industrial de Biometano (BIP) para aumentar la producción lo más rápido posible.
“Europa tiene un enorme potencial para la producción de biometano”, dijo Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión a cargo del Pacto Verde Europeo. “Con el biometano, podemos reemplazar el gas fósil de Rusia con gas renovable, sostenible y de cosecha propia”, agregó, diciendo que esto también brinda nuevas oportunidades económicas para las áreas rurales.
La industria del biogás está lista para cumplir con el objetivo de 2030, pero dice que esto requiere "70 a 80 mil millones de euros de inversión" , así como el compromiso de los legisladores para reducir las barreras para la inversión, la producción y el uso de biometano.
Sin embargo, existen dudas dentro de la propia Comisión sobre si Europa puede producir cantidades suficientes de biomasa para cumplir todos los objetivos de la UE sin destruir el medio ambiente al mismo tiempo.
En una entrevista la semana pasada, un alto funcionario de la dirección de investigación e innovación de la Comisión dijo que el potencial para un aumento en la producción sostenible de biomasa “está limitado por factores ecológicos como la necesidad de proteger la biodiversidad y mantener los sumideros de carbono de Europa”: los bosques que absorben CO2 a medida que crecen los árboles.
Los estudios sugieren que la brecha entre la demanda potencial de biomasa y su suministro sostenible puede llegar al 40-70%" para 2050, según los escenarios.
Con la demanda de biomasa sostenible en aumento, esto significa que se deben tomar decisiones difíciles, priorizando algunos usos de la biomasa sobre otros.
De acuerdo con el llamado 'principio de cascada', la biomasa leñosa debe utilizarse en teoría de forma prioritaria donde agrega el mayor valor económico, en el siguiente orden: 1) productos a base de madera, 2) prolongación de su vida útil, 3) re -uso, 4) reciclaje, 5) bioenergía y 6) eliminación.
Pero llevar el principio de cascada a la práctica implicará compensaciones difíciles.
En el Parlamento Europeo, los legisladores están de acuerdo. El mes pasado respaldaron los planes para poner fin a los subsidios a la bioenergía (la quema de biomasa para la producción de electricidad) como parte de una votación sobre la Directiva de energía renovable renovada de la UE.
Lo mismo ocurre con los biocombustibles, que "solo se deben priorizar los biocombustibles avanzados", no los biocombustibles de primera generación que crean una competencia directa con los cultivos alimentarios para el consumo humano.
Dicho de otra manera, la Comisión parece creer que existen usos económicos más valiosos para la biomasa que la producción de biocombustibles para el transporte por carretera o la quema para producir electricidad. Sin embargo, sigue adelante con planes ambiciosos para aumentar la producción de biometano.
Los grupos ecologistas, por su parte, dudan de que la UE pueda alcanzar su objetivo de 35 bcm solo con biomasa sostenible.
“ En este informe , proyectamos un máximo absoluto de 18 bcm de biometano que potencialmente podría producirse a partir de desechos y las materias primas de residuos podrían estar disponibles en 2030. Pero la mayor parte de este volumen es demasiado costoso para ser realista, incluso con altos subsidios”, dijo. Chelsea Baldino del Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT), un grupo de presión verde.
El plan REPowerEU dice que la producción de biometano sostenible “debe basarse en los desechos, evitando el uso de alimentos y materias primas para piensos que conducirían a problemas de cambio de uso de la tierra”. Para 2024, los países de la UE también deberán recolectar por separado los desechos orgánicos, que pueden valorizarse en digestores anaeróbicos, agrega un ejecutivo de la UE.
Pero Chelsea Baldino del ICCT dice que la disponibilidad de biomasa sostenible será limitada debido a los usos competitivos de otras industrias como la aviación, que no pueden depender de la electrificación para descarbonizarse en este momento y están apostando por los biocombustibles avanzados para alcanzar sus objetivos de descarbonización.
Mire donde mire, la UE se enfrenta a los “límites ecológicos” de la biomasa. En lugar de esperar a chocar con la pared de ladrillos, debe enfrentar el problema de frente y decidir ahora dónde priorizar su uso.
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