El Museo del Prado ha organizado una exposición conmemorativa que reúne doce pinturas prácticamente inéditas de Eduardo Rosales. La muestr...
El Museo del Prado ha organizado una exposición conmemorativa que reúne doce pinturas prácticamente inéditas de Eduardo Rosales. La muestra, que se incluye dentro de las presentaciones singulares de la colección del Siglo XIX que se realizan en la Sala 60 del Edificio Villanueva habitualmente, estará expuesta desde el 3 de julio hasta el 29 de enero.
15 agosto 2023.- La exposición se organiza como homenaje conmemorativo del 150 aniversario de la muerte del pintor. El comisario de la exposición, Francisco Javier Barón Thaiddigsmann, Jefe de Conservación de Pintura del Siglo XIX del Museo Nacional del Prado, ha planificado el proyecto expositivo en torno a doce obras de Eduardo Rosales que apenas han sido expuestas.
Algunas de las obras proceden de los almacenes del Museo y otras han sido adquiridas recientemente como el Estudio para Don Juan de Austria, incorporado gracias al legado de Carmen Sánchez. La muestra también incluye el Paisaje donado por la Comisión del Siglo XIX de la Fundación Amigos del Museo Prado.
Este homenaje congrega en la sala 60 del edificio Villanueva, dedicada a la Presentación de Colecciones del Siglo XIX, un conjunto de 17 obras de Eduardo Rosales, algunas de reciente incorporación a los fondos del Prado y otras que no se muestran en el recorrido expositivo de manera habitual. La exposición, que se podrá visitar hasta el 29 de enero de 2024, se completa con las pinturas que forman parte de la colección permanente en la sala 61 B protagonizada por Rosales, y en la 101, dedicada a la historia del museo, donde se exhibe El Salón del Prado y la iglesia de San Jerónimo.
El conjunto permite comprender, a través de sus mejores obras, la personalidad creadora del artista, su evolución y su desempeño en los distintos géneros, y manifiesta una modernidad que influiría en la pintura española posterior.
En las obras reunidas en la sala 60 puede verse el interés inicial de Rosales por los maestros del Renacimiento, que estudió con detalle durante su larga estancia en Italia. Su atención al retrato se aprecia sobre todo en sus efigies familiares. Junto a ello, las obras dedicadas al paisaje y los estudios relacionados con las pinturas de historia (El castillo de la Mota, La Sala de Constantino en el Vaticano) y la literatura (Ofelia) dan cuenta de un creciente sentido de la simplificación.
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