Botox: seis usos sorprendentes que no tienen nada que ver con suavizar las arrugas
![]() |
El estrabismo fue la primera afección para la que se utilizó bótox. |
La toxina botulínica, o Botox como se la conoce popularmente, es famosa por su capacidad para suavizar las arrugas. Pero ocultar las líneas de expresión del mundo no es la razón por la que los primeros científicos comenzaron a experimentar con esta sustancia.
20 octubre 2024.- La toxina botulínica es producida por la bacteria Clostridium botulinum . En su forma más cruda, puede causar la enfermedad mortal llamada botulismo. Pero en la forma en que se utiliza en las industrias cosmética y médica, está tan diluida y procesada que esto no supone un riesgo.
El bótox fue utilizado por primera vez con fines médicos en la década de 1970 por un oftalmólogo estadounidense llamado Alan Scott para ayudar a los pacientes con una afección llamada estrabismo (más conocida como estrabismo). El médico observó que, cuando se inyectaba alrededor del ojo, no solo ayudaba a tratar el estrabismo, sino que también reducía las arrugas y las líneas de expresión.
Dada la fascinación del público por verse más joven, este descubrimiento despertó un enorme interés. Sin embargo, los reguladores de medicamentos no lo aprobaron para uso cosmético hasta 2002 en Estados Unidos y, desde entonces, en muchos otros países.
Así es como se utiliza más comúnmente en la actualidad: en 2023, se administraron casi 9 millones de inyecciones para reducir las arrugas en todo el mundo. Sin embargo, también se sigue utilizando ampliamente para diversos fines médicos. A continuación, se muestran algunos sorprendentes:
1. Trastornos oculares
Las personas que padecen algún trastorno ocular pueden beneficiarse de las inyecciones de Botox. Los trastornos oculares más comunes que se tratan de esta manera son el estrabismo y el blefaroespasmo (espasmos del párpado).
Cuando alguien tiene estrabismo, los músculos que controlan el movimiento de los ojos no están sincronizados, lo que significa que cada ojo mira en una dirección diferente. Las inyecciones de bótox ayudan a relajar estos músculos, lo que corrige la desalineación.
Por otro lado, quienes padecen blefaroespasmo experimentan una contracción involuntaria de los músculos que rodean los ojos, lo que provoca espasmos en los párpados o un mayor parpadeo. Las inyecciones de bótox administradas alrededor del ojo relajan los músculos implicados en el parpadeo, lo que reduce los espasmos y las molestias.
Los efectos positivos del bótox en el tratamiento del blefaroespasmo parecen durar entre 12 y 14 semanas . En el caso del estrabismo, los beneficios pueden durar hasta seis meses .
2. Sudoración excesiva
Si bien la sudoración es una función corporal esencial que regula la temperatura, el exceso puede resultar embarazoso e incómodo. Esta afección, conocida como hiperhidrosis, puede deberse a diversos factores, como la diabetes, los trastornos tiroideos o la menopausia.
Los antitranspirantes habituales tienen poco efecto a la hora de reducir el exceso de sudoración, por lo que algunos pacientes recurren a las inyecciones de bótox. Estas actúan adormeciendo los nervios que estimulan la sudoración, reduciendo así la cantidad de sudor producido. Los usuarios necesitan repetir las inyecciones cada cuatro meses o un año para ver los beneficios de forma continuada.
El bótox suele inyectarse en la axila para controlar la sudoración excesiva. Alan Mazzocco/ Shutterstock3. Migrañas
Algunas personas que sufren migraña experimentan síntomas tan debilitantes que no pueden realizar sus actividades cotidianas. Las inyecciones de bótox pueden ayudar a prevenir las migrañas en aquellas personas que las sufren regularmente ( al menos ocho al mes ) y para quienes otros tratamientos no han funcionado. El bótox bloquea las señales de dolor del cerebro, lo que atenúa o previene estos ataques.
Las personas que han utilizado bótox de esta manera no solo informan que experimentan aproximadamente la mitad de la cantidad de migrañas, sino que también informan que sienten menos dolor durante un ataque. Las inyecciones suelen ser necesarias cada 12 semanas.
4. Vejiga hiperactiva
Una vejiga hiperactiva genera la necesidad de orinar con mucha más frecuencia de lo normal. Esto puede resultar muy embarazoso y puede tener un gran impacto en la calidad de vida de una persona. Si bien los ejercicios del suelo pélvico y ciertos medicamentos pueden ayudar, no siempre funcionan para todas las personas.
Las inyecciones de botox son una alternativa. Una de las causas de la vejiga hiperactiva es que los músculos de la vejiga se tensan más de lo debido. El botox relaja estos músculos , lo que hace que la necesidad de orinar de los pacientes sea menos frecuente. Estos efectos pueden durar entre seis meses y un año, después de lo cual es necesario repetir las inyecciones.
5. Síndrome de no eructar
Si bien no poder eructar no parece un problema obvio, puede resultar angustiante para quienes lo padecen. Eructar es la forma que tiene el cuerpo de eliminar los gases digestivos. No poder eliminar estos gases puede provocar hinchazón y malestar.
Las personas que no pueden eructar padecen una afección poco común conocida como disfunción cricofaríngea retrógrada o “síndrome de no eructo”. Con esta afección, los músculos del cuello que nos permiten liberar los gases digestivos no pueden relajarse , lo que impide que el cuerpo libere estas burbujas de aire. Esto puede provocar un aumento de flatulencia, hinchazón, náuseas e incluso hipo doloroso .
En la actualidad, se está utilizando el bótox para ayudar a las personas que padecen esta afección. Las inyecciones en el cuello relajan los músculos que les impiden eructar, lo que permite que los gases pasen sin obstáculos.
6. Depresión
El Botox podría incluso utilizarse para tratar la depresión a largo plazo en personas que no han respondido a otros tratamientos.
Numerosos estudios han indicado que los pacientes con depresión que recibieron inyecciones de Botox notaron una mejora en su estado de ánimo. Si bien la razón de esto no está del todo clara, algunos científicos creen que podría estar relacionada con cómo nos hacen sentir los músculos de la cara y las expresiones faciales . Debido a que el Botox adormece estos músculos, se cree que esto envía ciertas señales a nuestro cerebro que mejoran nuestro estado de ánimo .
Por lo tanto, el bótox ha demostrado ser más que un milagro para suavizar las arrugas. No solo ayuda a personas que padecen diversas afecciones médicas a llevar una vida más normal, sino que también se está investigando para tratar una variedad de otros problemas médicos , como el dolor, la picazón crónica e incluso el control de los efectos secundarios del tratamiento del cáncer.
COMENTARIOS