industria metalúrgica, unión europea
19 agosto 2022.- Se espera que más fundiciones europeas cierren a medida que la región entra en un invierno hambriento de energía que podría obligar a las grandes empresas industriales del continente a recurrir a las importaciones justo cuando intentan volverse más autosuficientes tras la guerra en Ucrania.
Esta semana se anunció el cierre de dos grandes fundiciones en Eslovaquia y los Países Bajos, y los comerciantes esperaban más cierres debido a los elevados costes de energía tras la invasión de Rusia. Parece claro que los recortes en las fundiciones europeas serán más profundos y antes de lo que pensamos.
Los cierres tienen amplias ramificaciones para la economía europea, ya que los mayores fabricantes de la región en sectores estratégicos como el acero, la defensa, la industria aeroespacial y los automóviles intentan volverse menos dependientes de las importaciones.
Estas industrias dependen de las fundiciones de metales como el aluminio y el zinc para fabricar sus productos. Si cierran más fundiciones, las obligará a recurrir a productores extranjeros, lo que ayudará a China y Rusia a consolidar su control sobre los mercados globales.
La planta Norsk Hydro en Eslovaquia producía aluminio, mientras que la fundición Nyrstar en los Países Bajos, controlada por el grupo comercial Trafigura, producía zinc.
Los cierres también van en contra de los objetivos de la UE de fortalecer el procesamiento nacional de minerales estratégicos, y la lista más reciente del bloque incluye la bauxita, un mineral utilizado para producir aluminio.
“Nos enfrentamos a una potencial crisis real del aluminio en la que una parte importante de la producción occidental se ve amenazada ya que Rusia y China están exportando enormes cantidades de metal”, dijo Mark Hansen, director ejecutivo de Concord Resources, una casa comercial mundial de metales.
La mitad de la producción de aluminio y zinc de la UE ya se ha perdido debido a restricciones y cierres este año, según Eurometaux, un organismo de comercio de metales no ferrosos que no contienen hierro, ya que los productores luchan por hacer frente al aumento de los precios de la electricidad.
En una Europa más amplia, que incluye Noruega, Islandia y el Reino Unido, la consultora CRU espera que una mayor interrupción haga que la producción de zinc caiga un 10 % a 2,2 millones de toneladas en 2022 con respecto al año anterior y que la capacidad de producción de aluminio caiga un 20 % a 3,4 millones toneladas en comparación con septiembre pasado.
Los precios de la energía alemana para el próximo año, un punto de referencia para Europa, se han disparado a 543 euros por megavatio hora, 12 veces más que hace dos años, impulsados por el repunte récord de los precios del gas después de que Rusia cortó el suministro al continente.
Eso ha creado un grave problema para la fundición electrointensiva. Conocido por los expertos de la industria como “electricidad sólida”, una tonelada de aluminio requiere alrededor de 14.000 kilovatios hora para producir, suficiente para suministrar electricidad a un hogar promedio en el Reino Unido durante casi cinco años.
“Cuando esa variable de coste aumenta muchas veces, entonces el cálculo cambia y no vas a sobrevivir”, opina Edward Meir, presidente de Commodity Research Group, una consultora independiente. “Y ni siquiera hemos llegado al período crítico que es este invierno”.
Reiniciar una fundición es un proceso costoso y oportuno, particularmente en el caso del aluminio, lo que significa que es casi seguro que algunas paradas en la producción sean permanentes. La situación es grave. La regla general es que una vez que cierra una fundición, tiene pocas posibilidades de volver a ponerla en funcionamiento.
La crisis de la fundición también va más allá de Europa. En los EE.UU. este año, los costes de energía más altos y los precios del aluminio relativamente moderados obligaron a Alcoa a cerrar permanentemente una fundición en Indiana y Century Aluminium a dejar inactiva su enorme refinería en Kentucky.
Por ahora, los comerciantes están sopesando los recortes en el suministro de metales, combinados con inventarios extremadamente bajos de aluminio y zinc en los almacenes de la Bolsa de Metales de Londres, contra el impacto en la demanda de una posible recesión.
Esta semana, el zinc perdió la mayor parte de las ganancias obtenidas el martes cuando Nyrstar anunció el cierre de su fundición en los Países Bajos, ya que los comerciantes rápidamente se preocuparon más por la demanda deprimida debido a los confinamientos por Covid-19 en China.
Y lo que es más alarmante, las cifras de la industria dicen que los cierres también afectarían los esfuerzos globales para reducir las emisiones de CO₂ porque las fundiciones europeas generan tres veces menos que las de China, donde el carbón se usa a menudo para generar electricidad, y los planes de inversión en producción "verde" se han detenido.
El problema no sería solo que otros están aumentando la producción, sino que la industria metalúrgica europea es mucho menos intensiva en emisiones que las no europeas. Los cierres tienen el efecto perverso de aumentar las emisiones.
Fuente: Financial Times
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