ACTUALIDAD. ¿Quién gana en iniciativas climáticas, EE.UU. o la UE?: (I) coche eléctrico

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Una camioneta Ford Lightning F-150 durante un evento de prensa en Vino Farms en Healdsburg, California. Foto: David Paul Morris/Bloomberg

04 septiembre 2022.- La Ley de Reducción de la Inflación (IRA) promulgada el mes pasado en EE.UU. marca el comienzo de incentivos sin precedentes para los consumidores estadounidenses interesados ​​en descarbonizar sus vidas, incluidos reembolsos y créditos fiscales para la compra de vehículos eléctricos, mejoras en la electrificación del hogar, bombas de calor y paneles solares. 

En muchos casos, esos incentivos también acercan a EE.UU. a países de Europa que tienen un historial más largo con políticas similares centradas en el clima. Similares, pero no idénticos. 

Así es como se abordan varios incentivos orientados a la descarbonización personal en EE.UU. frente a Europa relativos a la compra de vehículos eléctricos.

EE.UU. La participación de mercado actual de los vehículos eléctricos en los EE.UU. (incluidos los híbridos enchufables) es inferior al 5% entre las compras de automóviles nuevos. La Ley de Reducción de la Inflación (IRA) incluye créditos fiscales en el punto de venta para vehículos eléctricos nuevos (hasta $7500), así como para vehículos eléctricos usados ​​(hasta $4000). 

Los vehículos más grandes (SUV eléctricos, furgonetas y camionetas) deben costar menos de $ 80,000 para calificar para los créditos, mientras que el límite se establece en $ 55,000 para vehículos más pequeños y $ 25,000 para vehículos eléctricos usados. Se aplican restricciones de ingresos, al igual que las reglas sobre dónde se pueden fabricar los automóviles elegibles. Algunos estados de EE.UU. ofrecen incentivos en efectivo adicionales para las compras de vehículos eléctricos.

Unión Europea. En menos de una década, Noruega ha cambiado radicalmente la composición de su parque de vehículos. Hace seis años, según la Asociación Noruega de Vehículos Eléctricos, menos del 5% de los autos en sus calles eran eléctricos, incluidos los híbridos enchufables. Ahora casi el 25% lo son. El año pasado, más del 85% de las compras de autos nuevos en el país fueron enchufables.

El método para lograr esto fue simple: al incluir las emisiones de CO2 y NOx en el cómputo de los impuestos para las compras de automóviles nuevos y eximir a los vehículos eléctricos de varios impuestos, Noruega aumentó el coste de los automóviles que queman gasolina y lo redujo para los modelos eléctricos. Técnicamente, no hay incentivos para los vehículos eléctricos. No obtienes un reembolso o crédito fiscal ni nada; simplemente no paga estos impuestos tan altos aplicados a los que queman combustibles fósiles.

De esta manera, la diferencia de impuestos entre un EV (vehículo eléctrico) y un coche gasolina/diésel comparable puede ser de hasta $15,000. Noruega también limita las tarifas de ferry para vehículos eléctricos, les permite cierto acceso a los carriles para autobuses y garantiza "derechos de carga" para los residente de pisos/apartamentos. El enfoque del país ha sido tan efectivo que este año comenzó a reducir los incentivos de los vehículos eléctricos, incluidas las exenciones de peaje y el estacionamiento gratuito, para fomentar el caminar y el uso del transporte público.

Bajo la IRA, EE.UU. y Noruega ahora comparten una similitud importante: en lugar de hacer que los compradores esperen para presentar sus declaraciones de impuestos, los créditos se otorgan en el momento de la compra. La investigación muestra que los consumidores prefieren este tipo de incentivo: un estudio realizado por el laboratorio Nacional de Energía Renovable del Departamento de Energía de EE.UU. encontró que los reembolsos retroactivos son aproximadamente la mitad de efectivos que los descuentos inmediatos para motivar las compras de vehículos eléctricos. Otro de los investigadores de la Universidad George Washington descubrió que los consumidores estadounidenses, en promedio, otorgan alrededor de $1,450 menos de valor a un crédito fiscal de $7,500 que a la misma suma aplicada como un descuento en el punto de venta.

Pero Noruega ha logrado una adopción de vehículos eléctricos tan generalizada en un período de tiempo tan corto al adoptar un enfoque holístico destinado a un objetivo ambicioso: garantizar que todos los automóviles nuevos vendidos en 2025 sean de cero emisiones. Estados Unidos, que aspira a un 50 % de ventas de vehículos eléctricos para 2030, todavía se centra principalmente en hacer que los vehículos eléctricos sean más asequibles.

Donde la IRA estadounidense también falla en comparación con Noruega y otros países europeos es en su complejidad. También es probable que las diversas restricciones de la ley causen confusión. Algunos límites entran en vigencia de inmediato, mientras que otros se implementan gradualmente e incluyen disposiciones sobre dónde se fabrican los vehículos, cuánto cuestan y cómo se obtienen sus baterías. Sin embargo, en otros países, vas a un distribuidor, sabes lo que vas a conseguir. El distribuidor lo entiende. Los consumidores lo entienden. Mientras que con leyes confusas, como la de EE.UU., nadie lo sabe realmente.

Fuente: Bloomberg Green