COP27, cambio climático
07 noviembre 2022.- “Muéstrame el dinero” puede parecer una forma grosera de resumir las negociaciones climáticas de la COP27. Sin embargo, llega al corazón de lo que el mundo debe hacer para abordar el cambio climático y la razón por la cual las Naciones Unidas organizan estas conferencias climáticas anuales. Reunir a todos los países del planeta es en gran medida un método para presionar a los asistentes más ricos para que paguen.
La cuestión del dinero se complica rápidamente, y debido a que se trata de la ONU, también se define en la jerga. Se supone que el gasto en “mitigación y adaptación” provendrá de un fondo de 100.000 millones de dólares de contribuciones financieras climáticas de las naciones industrializadas, acordado hace más de una década. El comercio de compensaciones de carbono bajo el Artículo 6 está destinado a permitir las transferencias de riqueza de los países desarrollados a los países en desarrollo. “Pérdidas y daños” es la próxima frontera de compensación por desastres como las inundaciones de Pakistán.
Por eso es útil tener claridad sobre el papel exacto del dinero en las negociaciones climáticas globales. Saleemul Huq, profesor de la Universidad Independiente de Bangladesh y uno de los defensores más ruidosos de los países vulnerables al clima, tiene quizás la explicación más clara. En una entrevista al margen de la COP27 esta semana, Huq usó tres palabras simples en inglés para enmarcar los billones de dólares buscados para la acción climática: evitar, minimizar y abordar.
Evitar: si paga para reducir las emisiones y reducir el calentamiento global, evita el daño que habría causado un cambio climático descontrolado. Esto a menudo toma la forma de gastos en energía renovable u otras inversiones en tecnologías de descarbonización.
Minimizar: si paga para adaptarse a un planeta más cálido, haciendo que la infraestructura sea más resistente a un mundo volátil, minimiza la cantidad de pérdidas y daños causados por el cambio climático. Piense en construir defensas contra el aumento del nivel del mar, prepararse para las olas de calor aumentando el uso de refrigeración o diseñando amortiguadores de espacios verdes abiertos para absorber las fuertes lluvias.
Abordar: si no logra evitar o minimizar, entonces los más responsables, los países ricos con altas emisiones históricas, deben abordar las pérdidas resultantes compensando a las naciones pobres.
Esos pasos se vuelven progresivamente más caros. Lo más barato es reducir las emisiones, seguido de la adaptación a las condiciones de calentamiento. Con mucho, lo más caro será compensar la pérdida de vidas y biodiversidad.
Cada paso también presenta un problema de contabilidad progresivamente más complicado. Hay proyecciones claras de la inversión requerida para la transición verde del sistema energético mundial: hasta $ 114,4 billones para 2050, según BloombergNEF. Es más difícil saber cuánto costará la adaptación, y las disputas sobre cómo contabilizar la compensación apenas han comenzado.
“Los países ricos no asumen ninguna responsabilidad moral en absoluto”, dice Huq. “Ese es el primer paso. El dinero tarda en llegar después de eso”.
Esta cumbre comenzó con los pequeños estados insulares ganando, por primera vez, la inclusión de pérdidas y daños en la agenda formal. Pero ese es solo el comienzo de dos semanas de duras negociaciones destinadas a ganar un acuerdo para establecer un mecanismo de financiación dedicado, algo a lo que se oponen EE.UU. y la UE. Para Michai Robertson, negociador principal de la Alianza de los Estados Insulares Pequeños, el precio de abordar las pérdidas y los daños debería ser aproximadamente igual a las estimaciones para evitar y minimizar los costes del cambio climático. Eso significa billones de dólares.
“No se puede crear un fondo en siete días, obviamente ese no es el caso”, dijo Robertson en una entrevista, citando 2024 como fecha límite, pero primero se necesita un acuerdo para crear un nuevo fondo.
La primera ministra de Barbados, Mia Mottley, hablando desde el podio el lunes, propuso formas específicas de aumentar la financiación en toda la gama de evitar, minimizar y abordar. Un ejemplo: cambiar las cuotas en el Fondo Monetario Internacional podría desbloquear alrededor de $500 mil millones de los llamados derechos especiales de giro que, a su vez, podrían desbloquear $5 billones de capital del sector privado. También sugirió un gravamen sobre las ganancias de las compañías de combustibles fósiles y que las ganancias se destinen directamente a la financiación de pérdidas y daños.
“Necesitamos buscar formas de expandir los préstamos disponibles de miles de millones a billones”, dijo Mottley. “Amigos míos, se nos está acabando el tiempo”.
Esta cumbre de líderes está destinada a establecer el tono para las dos semanas de negociaciones que tenemos por delante. Los más poderosos del mundo ya están tocando diferentes notas sobre las preguntas perennes de la COP: ambición climática y dinero.
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