#COVIDconsensus, enfermedades infecciosas
16 noviembre 2022.- A pesar de los notables avances científicos y médicos, factores políticos, socioeconómicos y de comportamiento más amplios continúan socavando la respuesta a la pandemia de COVID-19.
Como parte del estudio Delphi, un panel diverso y multidisciplinario de 386 expertos académicos, de salud, de organizaciones no gubernamentales, gubernamentales y de otro tipo en la respuesta al COVID-19 de 112 países y territorios, recomiendan acciones específicas para poner fin a este problema mundial que amenaza la salud pública.
El panel desarrolló un conjunto de 41 declaraciones de consenso y 57 recomendaciones para gobiernos, sistemas de salud, industria y otras partes interesadas clave en seis dominios: comunicación; sistemas de salud; vacunación; prevención; tratamiento y atención; e inequidades.
Tras casi tres años de respuestas globales y nacionales fragmentadas, es instructivo señalar que tres de las recomendaciones mejor clasificadas exigen la adopción de enfoques de toda la sociedad y de todo el gobierno, al tiempo que mantiene medidas de prevención comprobadas utilizando un enfoque de vacunas más que emplea una variedad de medidas de apoyo financiero y de salud pública para complementar la vacunación.
El estudio fue el resultado del arduo y comprometido trabajo de 386 expertos y expertas multidisciplinarios de 112 países y territorios
Otras recomendaciones con al menos un 99% de acuerdo combinado aconsejan a los gobiernos y otras partes interesadas a mejorar la comunicación, reconstruir la confianza pública e involucrar a las comunidades en la gestión de las respuestas a la pandemia.
Los hallazgos del estudio, que han sido respaldados por 184 organizaciones en todo el mundo, incluyen puntos de acuerdo unánime, así como seis recomendaciones con más del 5% de desacuerdo, que brindan acciones de política social y de salud para abordar las deficiencias en la respuesta a la pandemia y ayudar a poner fin a esta amenaza para la salud pública.
Declaraciones que afirman que la pandemia ha desparecido, han desencadenado un falso optimismo de que la COVID-19 no supone o no supondrá más riesgos para las personas y los sistemas sanitarios. Sin embargo, cuando las comunidades relajan las medidas preventivas y de protección, la amenaza para la salud pública se vuelve aún más real.
El virus sigue circulando y la posibilidad de que aparezcan nuevas variantes preocupantes y un aumento concomitante de la carga de salud humana es alta. En este momento, millones de personas siguen infectándose. Muchas son hospitalizadas y muchas mueren cada día.
Con la llegada del invierno en el hemisferio norte, la gente se queda en casa y se arriesga a los peligros de la mala ventilación. A esto se suma el hecho de que la COVID persistente continúa siendo una enfermedad muy prevalente, infradiagnosticada y sin cura. Si se producen más infecciones y continúa este círculo vicioso, puede haber repercusiones a largo plazo.
El estudio a gran escala, iniciado en julio de 2021, tenía tres objetivos:
1. Alinear las declaraciones clave sobre la naturaleza de la amenaza para la salud pública que presenta la COVID-19;
2. Establecer las recomendaciones clave que cada país, incluidos los miembros de la industria, debe incluir en sus planes de respuesta a la pandemia, y aplicarlas según sea necesario;
3. Demostrar a los y las líderes mundiales que es posible una colaboración internacional transparente en este complejo campo.
Tal vez los renovados debates que el estudio ha desencadenado contribuyan a cambios positivos en la percepción y la acción. La COVID-19 todavía está muy presente entre nosotros, y muy poco resuelta.
Se espera que, por el interés general, los resultados de este estudio contribuyan a un compromiso renovado para llevar la COVID-19 a un final real y duradero.
Fuente: Lazarus, J.V., Romero, D., Kopka, C.J. et al. A multinational Delphi consensus to end the COVID-19 public health threat. Nature 611, 332–345 (2022). https://doi.org/10.1038/s41586-022-05398-2
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