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Los científicos han utilizado nanomateriales cargados positivamente para apuntar selectivamente a los depósitos de grasa en los cuerpos de los ratones. Nicoletta Barolini/Universidad de Columbia |
Las células grasas de un atleta de élite pueden parecer bastante diferentes a las de un sujeto obeso, y las tecnologías que hacen que una funcione más como la otra podrían desbloquear nuevas y poderosas terapias para la condición.
02 diciembre 2022.- Los científicos informan sobre un avance emocionante en este campo, que demuestra cómo se pueden inyectar nanomateriales cargados positivamente en la grasa no saludable para devolverla a un estado saludable, sentando las bases para los tratamientos que apuntan selectivamente a los depósitos de grasa en cualquier parte del cuerpo.
Dirigida por científicos de la Universidad de Columbia, la investigación se publicó en dos artículos y se centra en las diferentes funciones que las células grasas pueden asumir en el cuerpo humano y la diferencia entre el metabolismo de las grasas saludables y la formación de grasas no saludables. La investigación fue publicada en las revistas Nature Nanotechnology y Biomaterials .
Las células grasas almacenan energía en forma de lípidos, pero cuando tienen la tarea de absorber demasiado, comienzan a crecer y experimentan cambios en genes específicos, lo que finalmente conduce a la obesidad.
El equipo de investigación se propuso remodelar estas células grasas en lugar de simplemente destruirlas, y tuvo éxito utilizando un nanomaterial con carga positiva llamado PAMAM generación 3 (P-G3). Los científicos se inspiraron para implementar P-G3 contra las células grasas después de descubrir que parte del tejido graso contiene una matriz extracelular (ECM) cargada negativamente, la estructura de soporte de las células. Esto planteó la posibilidad de que la ECM pudiera actuar como un sistema de transporte de moléculas cargadas positivamente.
Entonces, el equipo inyectó P-G3 en ratones obesos y, de hecho, descubrió que se propagaba rápidamente por todo el tejido adiposo. Sin embargo, se sorprendieron al descubrir que el nanomaterial tenía el efecto de cerrar la función de almacenamiento de lípidos de las células grasas, devolviéndolas efectivamente a un estado más joven y saludable. Los ratones perdieron peso como resultado.
Si bien el nanomaterial tuvo el efecto de neutralizar el almacenamiento de lípidos de las células grasas, les permitió llevar a cabo sus otras funciones e incluso promovió la formación de nuevas células grasas. El efecto fue ratones con células grasas más pequeñas, jóvenes y metabólicamente saludables, como las observadas en recién nacidos y atletas.
De manera prometedora, los científicos también demostraron la técnica en biopsias de grasa humana, lo que es un buen augurio para el camino hacia el uso clínico.
Un nuevo tratamiento prometedor para la obesidad podría usar nanomateriales cargados para eliminar depósitos de grasa específicos en el cuerpo. Nicoletta Barolini/Universidad de Columbia
Lo que es único acerca de la tecnología es su potencial para ofrecer un tratamiento específico para la obesidad. Los "depósitos" de grasa, como se les llama, tienden a estar espaciados de manera intermitente alrededor del cuerpo en lugar de formar un bulto continuo de tejido flácido, pero tratarlos de manera selectiva ha demostrado ser un desafío.
Los científicos imaginan que algún día usarán su técnica para abordar depósitos de grasa específicos, como la barriga o el mentón doble, de la misma manera que se usa el Botox para tratar áreas específicas de la piel.
“Estamos muy emocionados de descubrir que la carga catiónica es el secreto para atacar el tejido adiposo”, dijo el líder del equipo, Li Qiang. “Ahora podemos reducir la grasa en un depósito específico, en cualquier lugar que queramos, y de forma segura sin destruir las células grasas. Este es un gran avance en el tratamiento de la obesidad”.
Además, debido a que la obesidad es un impulsor de tantos efectos adversos para la salud, desde la diabetes hasta el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, los científicos creen que la tecnología podría convertirse en una nueva plataforma poderosa para administrar medicamentos y terapia génica para seleccionar depósitos de grasa. Esto podría hacer que los medicamentos previamente probados como inseguros cuando se administran sistémicamente se reutilicen para su uso de manera específica.
Fuente: Universidad de Columbia
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