El historiador Gonzalo Gómez García explica en un libro editado por la Fundación Banco Santander los importantes avances de la medicina huma...
El historiador Gonzalo Gómez García explica en un libro editado por la Fundación Banco Santander los importantes avances de la medicina humanista en España y América |
SANAR CUERPOS Y GUARDAR ALMAS. Gonzalo Gómez García. En los albores del siglo XVI comienza la profesionalización de la asistencia sanitaria en España y Europa. La medicina humanista sentó las bases para el desarrollo de un sistema de salud que promovía la dignidad del enfermo y su recuperación para la sociedad en cuerpo y alma.
En este volumen de la colección Historia Fundamental, el historiador Gonzalo Gómez aborda, entre otras cuestiones, la aparición de los corrales de comedias en los hospitales, las primeras enfermeras, el desarrollo de la anatomía y de la cirugía, la revolución farmacéutica impulsada por la llegada de nuevos medicamentos de ultramar, la organización de los estudios universitarios de medicina y la fundación de los hospitales modernos en la Península y en los virreinatos americanos.
Todos estos avances fueron impulsados por una generación dorada de médicos y humanistas españoles, como Andrés Laguna, Fernando de Mena, Francisco Vallés o Rodrigo Reynoso, entre otros muchos, que aplicaron su saber de igual forma para sanar tanto a los más desfavorecidos como a la aristocracia y la realeza como médicos de la corte.
El autor nos da a conocer abundante documentación inédita y nos presenta a una generación dorada de filósofos-médicos, una red pionera de hospitales y universidades en España y los virreinatos o el apoyo de la Corona a la atención sanitaria sin distinción de raza o color en todo el Imperio español.
Basándose en una profusa labor de investigación en archivos —como el del antiguo hospital de Antezana, una institución privada con más de cinco siglos de historia—, Gómez García desmiente también la idea de que España en el siglo XVI era un país atrasado científicamente, a pesar de ser la mayor potencia mundial.
En el siglo XVI, Medicina se convirtió en una de las tres grandes carreras universitarias de la época, junto con Teología y Derecho, y la sanidad se profesionalizó: “Ya no eran hospitales de caridad atendidos por frailes y adonde ibas para no salir, sino que ibas a curarte, a reintegrarte en la sociedad gracias al trato de los sanitarios y a recuperar la dignidad perdida en base a tu enfermedad o tu pobreza”, sostiene Gómez García. Los reyes católicos crearon además el Real Tribunal del Protomedicato, encargado de evaluar y autorizar a los profesionales sanitarios, algo así como “el MIR de aquella época”.
Con la profesionalización de los hospitales, de los médicos, cirujanos, boticarios, enfermeros y enfermeras, “se sentaron las bases de la medicina moderna que tenemos hoy”, añade el historiador. Además, Carlos V y Felipe II impulsaron el estudio anatómico permitiendo la disección de cadáveres, una práctica que había estado perseguida por la Inquisición.
Todos estos avances en medicina se exportaron rápidamente a América desde el establecimiento de las primeras colonias españolas. Fundado en 1524 por Hernán Cortés, el hospital de Jesús de México es el más antiguo del continente, y se crearon otros hospitales y universidades “para españoles y para naturales”, como se llamaba a los nativos (además de “indios”). La segregación en algunos hospitales no tenía que ver con una cuestión de racismo, “sino porque había enfermedades procedentes de Europa y había que minimizar el contacto de los indígenas con ellas”, asegura el autor de Sanar cuerpos y guardar almas.
En el sistema sanitario de la época, lo más caro para el paciente no era la atención médica, sino las medicinas. “Un buen jarabe te podía costar la décima parte de tu sueldo anual”, asegura Gómez García. La corona, según el investigador, asumió esos gastos reinvirtiendo así los impuestos recaudados, especialmente en los virreinatos de América.
Sanar cuerpos y guardar almas es el segundo volumen de la Colección Historia Fundamental de la Fundación Banco Santander, que saca a la luz episodios, hechos, personajes, temáticas y escritos de la historia de España e Iberoamérica entre los siglos XVI y XVIII que, por diversas circunstancias, han sido olvidados o no investigados lo suficiente.
NOTA DEL EDITOR. El Maristán de Granada, de época nazarí y construido por Muḥammad V en 1367, dos años después que el Patio de los Leones de la Alhambra, fue el primer hospital de Al-Ándalus para pasar a ser después el primer sanatorio mental de Europa. Con la conquista de los Reyes Católicos en el siglo XV pasó a ser sede de la fábrica de moneda y, en su devenir por la historia, también llegó a ser almacén de vinos y corrala de vecinos. Se cree que en el siglo XII hubo un hospital en la zona de Levante, pero esta hipótesis no está lo suficientemente corroborada y aún se pone en duda su veracidad, máxime teniendo en cuenta la creencia que se llego a tener acerca de la existencia de otro hospital en Algeciras.
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