11 diciembre 2022.- La invasión rusa de Ucrania y el pseudo-embargo al gas y petróleo rusos, ha acelerado de una forma desordenada el impu...
11 diciembre 2022.- La invasión rusa de Ucrania y el pseudo-embargo al gas y petróleo rusos, ha acelerado de una forma desordenada el impulso de las energías renovables en todo el mundo, principalmente la eólica y la solar.
Pero estas fuentes de energía, por sí solas, no serán suficientes para cubrir la actual demanda de energía en Europa y en todo el mundo. Las razones se sitúan en las propias limitaciones de ambas fuentes de energía.
Ambas son fuentes intermitentes, no estables, por cuanto el sol no alumbra todo el día ni lo hace con igual intensidad, y el viento no sopla siempre ni lo hace con la misma intensidad en todas partes. Esas lagunas energéticas habrá que cubrirlas con grandes sistemas de almacenamiento de la energía en horas excedentarias. También se utilizarán para almacenar energía producida por otras fuentes. Esto incrementaría los costes de producción que se trasladarán a los usuarios con toda seguridad (salvo incentivos particulares o subsidios a la generación).
Por otra parte, el despliegue de la energía solar requiere de grandes superficies de terreno abandonado y no productivo que, salvo en los desiertos, se agotará pronto ya que los terrenos de labor se seguirán utilizando para la producción de alimentos y los minifundios no son aptos para grandes instalaciones. A pequeña escala o a escala local, pequeñas instalaciones solares podrían cubrir parte de la demanda eléctrica pero a un coste cuando menos incierto.
La energía eólica no está exenta de inconvenientes. Por un lado, el impacto ambiental obvio sobre el terreno y la vida animal, en particular las aves. Pero no es el único factor limitante. Así, en tierra, el viento no sopla con la misma intensidad en una meseta que en el alto de una cordillera, por citar dos ejemplos. Es más intenso cuanto más elevado sea el terreno pero también aumentan los costes de instalación y de generación. En terrenos menos elevados es más fácil la instalación pero, al soplar el viento con menos intensidad, la viabilidad y rentabilidad del parque eólico son menores y podría no compensar su instalación si el precio final de mercado fuese demasiado bajo.
La eólica marina también tiene sus propios problemas. Las plataformas continentales limitan la viabilidad de tales instalaciones. Es más caro un parque eólico en aguas profundas que en aguas más superficiales. No es igual montar el parque a 5km de la costa que a 20km. Además, la subida del nivel del mar, podría comprometer seriamente a los parques eólicos marinos.
Esto significa que los costes de generación de energía renovable no serán los mismos en todas partes y que habrá proyectos más viables que otros. Y algunos ni siquiera se llevarán a cabo. Dado que el precio final de la electricidad generada vendrá dictada por el mercado correspondiente, habrá proyectos rentables y otros menos rentables (o inviables). Todo ello, en un momento en que nadie sabe cual será ese precio final de la electricidad en un futuro "renovable".
Por ello, y aunque no guste a muchos, tendremos que seguir usando la energía nuclear. No solo eso. En mi modesta opinión, se construirán y pondrán en servicio nuevas centrales nucleares en todo el mundo para poder cubrir la demanda energética sin acudir al gas o al petróleo (algo poco previsible).
Esta es la razón (o una de las razones) por las que tanto se habla últimamente del hidrógeno como si este "producto" fuera a ser la panacea del futuro. En primer lugar, decir que el hidrógeno no es una fuente de energía ya que no se encuentra de forma natural. Para obtenerlo hay que producirlo. Y para producirlo hay que usar energía.
Si usamos energía renovable, obtendremos el hidrógeno "verde", pero al tiempo estaremos retirando del mercado kW eléctricos que podrían usarse en cubrir parte de la demanda de energía. Si usamos gas, obtendremos el hidrógeno "azul" pero estaremos "tirando" de combustibles fósiles. También podemos generar hidrógeno con energía nuclear, que es lo que desea hacer Francia con su gran parque nuclear.
Sea como fuere, el hidrógeno requerirá de unas instalaciones que no tenemos y cuyo coste final es imprevisible. Está por ver, pues, que generar energía renovable vaya a ser más barato que producirla con gas o petróleo, máxime cuando a 40-50$/barril (o 7$/GJ) los países productores aún siguen ganando dinero.
Sin entrar a fondo en el apartado de la movilidad, mucho tendrá que avanzar la tecnología de las baterías eléctricas si queremos optar a un parque móvil semejante al actual a unos precios que los consumidores habituales puedan pagar. Aspecto éste que no se vislumbra a corto plazo principalmente porque materiales como el litio o el cobalto son escasos, caros y en manos de unos pocos países. Y no nos fiemos demasiado en que las cosas vayan a cambiar de aquí al 2030, ya que esta fecha se fijó más pensando en no superar los 1,5ºC del Acuerdo de París, y ya se da por sentado que la cifra a no superar serán los 2ºC.
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