El poeta y escritor, Ángel Guinda, en la biblioteca de su casa de Madrid, donde vivía desde 1987. Enrique Cidoncha . "He procurado de...
El poeta y escritor, Ángel Guinda, en la biblioteca de su casa de Madrid, donde vivía desde 1987. Enrique Cidoncha. |
"He procurado decirme con buena letra, con letra clara: primero para saberme y después para que me entiendan. ‘Los deslumbramientos’ y ‘Recapitulaciones’ son como un testamento que está en la línea de un importante rasgo de la literatura aragonesa: su carácter didáctico-moral", decía Ángel Guinda cuando publicó en 2020 esos dos libros en los que había trabajado durante cinco años en silencio, concentración y combate con la enfermedad, el cáncer, que ha acabado con su vida la tarde del sábado de San Valero de 2022, hacia las cuatro de la tarde.
EN MI FRENTE
En mi frente triscada de enfrentarse
tatuadme los países destrozados.
Acercadme las manos del invierno
para enfriar el magma de mi cólera.
Traedme a los niños moribundos:
quiero morir con ellos. No es posible.
¡No es posible seguir!
No es posibles seguir muertos.
No es posible seguir muertos aquí,
en este mundo de fantasmas vivos.
Yo no debo escuchar como si nada
los ejes desquiciados,
volver la cara al hedor de las masacres.
Yo no puedo vivir. ¡Yo no puedo vivir así!
Yo no puedo vivir como si nadie.
¿Qué hacer, qué hacer, qué hacer?
¡Todo lo que hay que hacer es deshacer!
(Espectral, Olifante Ediciones de Poesía 2011)
Breve biografía de Ángel Guinda:
Ángel Guinda (Zaragoza, 1948 - Madrid, 2022). Poeta, profesor, traductor, ensayista, articulista y editor. Su poesía transita desde la crudeza y el existencialismo a una poética más humana y solidaria. Premio de las Letras Aragonesas 2010, Finalista del Premio de la Crítica 2011 y Finalista del Premio Nacional de Poesía 2012. Es el autor de una valiosa obra poética con libros como 'Claustro', 'Espectral' o 'Catedral de la noche'.
Ángel Guinda era poeta, traductor, editor y antólogo de numerosos proyectos literarios, y ha estado siempre vinculado con el sello Olifante, donde ha realizado distintas traducciones de poetas italianos, portugueses y catalanes, ediciones y prólogos y solapas. Fue un poeta de su tiempo, un maestro de la palabra precisa, un creador que abordó un sinfín de asuntos en una producción variada que lo abraza casi todo: la rebeldía, la búsqueda, la transgresión, el compromiso permanente con los de abajo, la crítica social, pero también la poesía metafísica, la poesía del yo, la poesía amorosa y, por supuesto, el juego, la experimentación y el amor. Reivindicó la utilidad de la poesía y defendió "una poesía que sea no sólo objeto de belleza sino también sujeto de conducta, una poesía que sirva al ser humano: moralmente para vivir; estéticamente, para gozar; y culturalmente, para ensanchar y afianzar su saber". Añadía: “Lo ideal es pasar de la profundidad a la transparencia. Esa es la táctica a la que me aplico en esta época. La escritura poética no es profesional, es temperamental y exige el tiempo y dedicación convenientes en cada poema”, matizaba con motivo de la aparición de ‘Los deslumbramientos y recapitulaciones'.
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