Plaza de Toros de Tarazona 27 enero 2023.- Sólo 90 kilómetros separan Zaragoza de Tarazona y de su espléndida catedral de Santa María de la ...
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Plaza de Toros de Tarazona |
27 enero 2023.- Sólo 90 kilómetros separan Zaragoza de Tarazona y de su espléndida catedral de Santa María de la Huerta, de su peculiar plaza de toros, de la magnífica fachada de su casa consistorial y de sus barrios moro y judío. Dirígete hacia el Moncayo, guiado por su cumbre, tal vez nevada, donde se genera el cierzo que limpia el Valle del Ebro. Aprecia su fauna y su flora eligiendo cualquiera de los senderos marcados que lo recorren. Y en las faldas del Moncayo, el Monasterio de Veruela, mandado construir en el siglo XII por la Orden del Císter y morada de ilustres escritores, sus muros guardan secretos que te invitamos a descifrar.
Tarazona
Además de haber sido cuna de la cantante Raquel Meller y del cómico Paco Martínez Soria, Tarazona puede presumir de ofrecer una amplia nómina de monumentos de incalculable valor artístico. La catedral es un singular ejemplo de templo gótico en el que convive un excepcional legado mudéjar y renacentista.
Entre su patrimonio monumental sobresale la Catedral de Santa María de Huerta, un hermoso mosaico de estilos arquitectónicos cuyos orígenes se remontan al siglo XIII. Gótico, mudéjar y renacimiento se superponen en la que está considerada como una de las mejores catedrales hispánicas del gótico. Las guías de la catedral te contarán con todo detalle la historia de un templo que, tras tres décadas de trabajos de restauración, fue reabierta en 2011 y luce hoy todo su esplendor.
Catedral de Santa María de la Huerta. Descubre una de las grandes joyas del patrimonio mudéjar de Aragón. Tras tres décadas de restauración, la catedral de Tarazona reabrió sus puertas en el año 2011 y hoy luce con todo su esplendor.Imprescindible es también que visites la original plaza de toros octogonal, construida en el siglo XVIII y de las que existen pocos ejemplos en España.
La impresionante fachada renacentista del Ayuntamiento merece que la contemples con detenimiento. Continúa la ruta callejeando por el casco histórico, contemplando las bellas casas colgadas sobre la vega del río Queiles, la iglesia de Santa María Magdalena y el convento de la Concepción. Piérdete por las calles del antiguo barrio de la judería –integrada en la Red de Juderías de España- y morería, testigos de la convivencia de culturas que se dio en esta ciudad.
Tarazona es una ciudad vigorosa que vibra con el Cipotegato, al que vecinos y visitantes persiguen a tomatazos cada 27 de agosto, día de San Atilano. Así que si tienes la ocasión de vivir esta jornada festiva, ponte algo que no te importe manchar.
El barrio judío de Tarazona vivió su época de mayor esplendor durante el siglo XIII. Se extendía por las actuales calles Judería, Aires, Rua Alta, Rua Baja, plaza de la Mata, plaza y calle de Los Arcedianos y plaza de Nuestra Señora.Por otra parte, si te gusta la bicicleta, tienes la posibilidad de realizar varias rutas tomando Tarazona como punto de partida. La más conocida es la que llega hasta el Santuario de la Virgen del Moncayo. Otra bonita ruta es la que va Tarazona a Borja siguiendo la vía romana.
No podemos olvidar una de las rutas más afamadas que cuantas discurren por estas tierras, la Vía Verde del Tarazonica, que aprovecha el trazado de un antiguo ferrocarril que unía las poblaciones de Tudela (Navarra) y Tarazona. En total, 22 kilómetros que se pueden recorrer tanto a pie como a caballo y en bicicleta.
El Camino de Santiago Castellano – Aragonés pasa por la localidad.
Parque Natural del Moncayo
El Moncayo, venerado desde época pasadas, es uno de los espacios naturales más importantes de Aragón. Su mayor altitud se encuentra en el pico de San Miguel, que con sus 2.315 metros constituye la cumbre de la cordillera Ibérica.
El Parque Natural se extiende a lo largo de nueve términos municipales de la provincia de Zaragoza: Tarazona, San Martín de la Virgen del Moncayo, Lituénigo, Litago, Trasmoz y Añón de Moncayo, en la Comarca de Tarazona y El Moncayo, Talamantes, en la Comarca del Campo de Borja, y Calcena y Purujosa, en la Comarca del Aranda.
Reúne una gran diversidad de ambientes, desde zonas extremadamente secas a exuberantes hayedos y bosques. Estos ecosistemas sirven de hábitat a una nutrida fauna, como jabalíes, corzos, tejones, águila real y otras rapaces.
El Parque Natural del Moncayo se extiende a lo largo de 11.000 hectáreas. Su altitud y aislamiento le han dotado de una riqueza vegetal excepcional y su proximidad a Zaragoza hace que sean muchos los que se animen cada fin de semana a disfrutar de una jornada en contacto con la naturaleza en este privilegiado enclave.![]() |
Mapa del Parque Natural del Moncayo |
Orar y trabajar eran los pilares sobre los que se asentaba la vida de sus moradores. Su llegada enriqueció la zona con nuevos valores espirituales y culturales pero también económicos y políticos. Expertos en ordenar los recursos del agua y con el río Huecha tan a mano, configuraron una amplia red de acequias, presas y molinos.
A partir de 1145, se inicia la construcción. Cuando llegues, te recibirá una muralla de un kilómetro dejando dentro del recinto todo lo que necesitaban los monjes: el agua, el molino y el huerto.
Tras franquearla hallarás un fresco paseo con árboles que desemboca en la puerta de la iglesia sobria pero de proporciones catedralicias que tardó en ser construida 250 años. De ahí al claustro gótico levantino, con capiteles decorados con plantas como gustaba a los cistercienses. En medio, el lavabo, un templete en el que los monjes se lavaban antes de cada comida. A este jardín de piedra dan el resto de las dependencias.
En la sobria sala capitular se tomaban las grandes decisiones. En medio de un silencio sepulcral, hoy encontrarás varias tumbas. Fíjate en la bella portada de arcos y finas columnas que soportan las bóvedas de crucería.
Detente en el refectorio, el salón donde comían en silencio mientras oían al lector. En la sala de los monjes, copiaban e ilustraban libros. En el calefactorio, los más mayores podían calentarse. Paso a paso, siguiendo cada habitación te harás una idea perfecta de cómo era la vida de los cistercienses.
Habitaron en Veruela hasta 1835. El cenobio quedó abandonado con la Desamortización de Mendizábal. Se convirtió en lugar romántico, destino de verano y lugar perfecto para curar los males con el aire del Moncayo. A finales de 1863, llegó Gustavo Adolfo Bécquer con su hermano. Qué mejor lugar para inspirar las ‘Cartas desde mi celda‘.
Una vuelta por esos parajes y la gastronomía reparadora de sus gentes te pondrán en forma cuerpo y mente. Mucho más que un sueño.
Fuente: Turismo de Aragón
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