Cuenca minera de Riotinto. En el municipio español de Riotinto, provincia de Huelva, se halla una de las explotaciones mineras más singula...
13 febrero 2023.- La fantasía cromática de las aguas del río Tinto nos transporta desde Huelva a un universo desconocido. Desde hace miles de años, la intervención minera del hombre en la cuenca del río Tinto ha creado balsas de colorido sorprendente y ha laminado un paisaje antes tapizado por el bosque mediterráneo. Nace en la Sierra de Padre Caro durante 100 Km llega hasta la Ría de Huelva donde se funde con el río Odiel.
Una parte del área minera está abierta al público, denominada ' Parque Minero Rio Tinto ', que da acceso al río Rio Tinto. El parque de visitantes incluye un tren minero de vía estrecha y desvencijado que lleva a los visitantes a lo largo del borde de parte de este impactante Rio Tinto rojo y naranja.
El Parque Minero de Riotinto (1992) propone un paseo geológico y rescata la memoria de este lugar ya conocido por los romanos quienes, viendo su riqueza en cobre y hierro, excavaron las primeras minas. La explotación moderna comenzó en 1873 cuando varias empresas del Reino Unido obtuvieron la concesión; de su paso queda un poblado con viviendas, una capilla anglicana y un club que hoy es la Casa 21, donde se recrea la vida de entonces.
Un yacimiento históricamente explotado. Los característicos tonos rojos, naranjas y amarillos que tiñen las aguas del río Tinto son debidos a los yacimientos que se hallan en el lecho del río y que contienen cantidades de hierro y otros materiales pesados que se disuelven en sus aguas. La riqueza mineral del río es conocida desde la edad del Cobre, sin embargo no se empezó a explotar el yacimiento minero hasta la época romana.
Riotinto llegó a tener 17.000 operarios y 150 locomotoras que transportaban el cobre, la plata y el oro al puerto de Huelva; la última funcionó hasta 1984. Todo ello se explica en el museo instalado en el hospital inglés, que exhibe desde artilugios romanos hasta el lujoso vagón con el que Alfonso XIII recorrió las minas.
Sin embargo, la mejor visita a Riotinto se realiza a cielo abierto, entrando en galerías, paseando en un tren minero (12 kilómetros) o buscando formas irreales entre los azafranes, bermellones y ocres de las aguas teñidas de hierro. Un paraje fantasioso (Faja Pirítica, según los geólogos) donde la NASA ensayó sus expediciones a Marte.
La comarca de Río Tinto situada en el sur de España, en Huelva, presenta un entorno ácido y duro como el de nuestro vecino, Marte. Se trata de un entorno que fascina a los científicos, pues su composición mineralógica y geológica se asimila mucho a la que hasta ahora hemos encontrado en el Planeta Rojo.
Es por ello que varios investigadores estudian la vida que se ha desarrollado en este entorno en unas condiciones de gran acidez y escasa presencia de oxígeno. Las altas concentraciones de piritas, mineral de cobre, provocan la tintura del agua, piedras y lodos al paso del curso del río. Su caudal y las riberas presentan una imagen única, plástica y atractiva.
Características
Mayor yacimiento minero a cielo abierto de Europa. Aguas con PH muy ácido, con alto contenido en sales ferruginosas que le confieren una gama de colores rojizos que le dan un aspecto único. Elegido por la NASA para estudiar los microorganismos que allí viven por su posible similitud con Marte.
Debido a la acidez del agua no existe la clásica vegetación de ribera en sus bordes, sus orillas son de colores ocres y eso le confiere aún más un aspecto de otro mundo.
Además de contemplar los caprichosos juegos de colores de las aguas del río, una visita a la Casa 21 permite conocer como era la vida cotidiana de los trabajadores de la mina y su familia. Estos llegaron junto con la empresa inglesa –Rio Tinto Company Limited– que explotó el yacimiento desde finales del siglo XIX hasta la mitad del XX, y que construyó residencias para los empleados. La Casa 21 fue una de ellas, y en su interior se conserva la estructura de la vivienda así como las diferentes estancias.
Límites
El Paisaje Protegido de Río Tinto comprende los tramos alto y medio del río y su entorno, una franja de 57 kilómetros que se extiende a lo largo de once municipios de las provincias de Huelva y Sevilla. La superficie de este espacio protegido es del orden de unas 16.956,79 hectáreas, comprendiendo los municipios de Berrocal (12.636,29 ha.), El Campillo (264,11 ha.), La Palma del Condado (36,93 ha.), Minas de Río Tinto (153,79 ha.), Nerva (767,95 ha.), Niebla (727,68 ha.), Paterna del Campo (194,08 ha.), Valverde del Camino (506,45 ha.), Villarrasa (9,99 ha.) y Zalamea la Real (1.403,96 ha.) en la provincia de Huelva, y El Madroño (255,55 ha.) en la provincia de Sevilla.
En el término de Berrocal, el espacio natural se ensancha más allá del río englobando todo el territorio del término que fue afectado por el incendio del verano de 2004 (12.636,- ha.) en donde la Junta de Andalucía desarrolla planes de reforestación y regeneración con el fin de restaurar el monte mediterráneo original.
Fuentes:
Fotos: Julio Segura, Getty Images; http://parquemineroderiotinto.es/;
http://www.andalucia.org/es/espacios-naturales/paisajes-protegidos/rio-tinto/; http://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/actualidad/rio-tinto-marte-tierra_12426.
El Parque Minero de Riotinto (1992) propone un paseo geológico y rescata la memoria de este lugar ya conocido por los romanos quienes, viendo su riqueza en cobre y hierro, excavaron las primeras minas. La explotación moderna comenzó en 1873 cuando varias empresas del Reino Unido obtuvieron la concesión; de su paso queda un poblado con viviendas, una capilla anglicana y un club que hoy es la Casa 21, donde se recrea la vida de entonces.
Sin embargo, la mejor visita a Riotinto se realiza a cielo abierto, entrando en galerías, paseando en un tren minero (12 kilómetros) o buscando formas irreales entre los azafranes, bermellones y ocres de las aguas teñidas de hierro. Un paraje fantasioso (Faja Pirítica, según los geólogos) donde la NASA ensayó sus expediciones a Marte.
La comarca de Río Tinto situada en el sur de España, en Huelva, presenta un entorno ácido y duro como el de nuestro vecino, Marte. Se trata de un entorno que fascina a los científicos, pues su composición mineralógica y geológica se asimila mucho a la que hasta ahora hemos encontrado en el Planeta Rojo.
Es por ello que varios investigadores estudian la vida que se ha desarrollado en este entorno en unas condiciones de gran acidez y escasa presencia de oxígeno. Las altas concentraciones de piritas, mineral de cobre, provocan la tintura del agua, piedras y lodos al paso del curso del río. Su caudal y las riberas presentan una imagen única, plástica y atractiva.
Características
Mayor yacimiento minero a cielo abierto de Europa. Aguas con PH muy ácido, con alto contenido en sales ferruginosas que le confieren una gama de colores rojizos que le dan un aspecto único. Elegido por la NASA para estudiar los microorganismos que allí viven por su posible similitud con Marte.
Debido a la acidez del agua no existe la clásica vegetación de ribera en sus bordes, sus orillas son de colores ocres y eso le confiere aún más un aspecto de otro mundo.
Límites
El Paisaje Protegido de Río Tinto comprende los tramos alto y medio del río y su entorno, una franja de 57 kilómetros que se extiende a lo largo de once municipios de las provincias de Huelva y Sevilla. La superficie de este espacio protegido es del orden de unas 16.956,79 hectáreas, comprendiendo los municipios de Berrocal (12.636,29 ha.), El Campillo (264,11 ha.), La Palma del Condado (36,93 ha.), Minas de Río Tinto (153,79 ha.), Nerva (767,95 ha.), Niebla (727,68 ha.), Paterna del Campo (194,08 ha.), Valverde del Camino (506,45 ha.), Villarrasa (9,99 ha.) y Zalamea la Real (1.403,96 ha.) en la provincia de Huelva, y El Madroño (255,55 ha.) en la provincia de Sevilla.
En el término de Berrocal, el espacio natural se ensancha más allá del río englobando todo el territorio del término que fue afectado por el incendio del verano de 2004 (12.636,- ha.) en donde la Junta de Andalucía desarrolla planes de reforestación y regeneración con el fin de restaurar el monte mediterráneo original.
Se trata de un espacio único. En las aguas del río Tinto se dan unas condiciones extraordinarias debido a la elevada cantidad de metales pesados que se disuelven en ellas. La densidad del agua es muy alta, escasea el oxígeno y el ph es muy ácido. Esto ha llamado la atención de los expertos, quienes han confirmado que se trata de un paisaje y unas condiciones muy parecidas a las que se han encontrado en algunas zonas de Marte. En abril del año 2016 se realizaron ensayos de exploraciones por parte del Centro de Astrobiología para mejorar las técnicas de un equipo astronauta-robot.
Unido a un paisaje que podríamos tildar de extraterrestre, estamos ante uno de los mejores ejemplos de patrimonio industrial y minero de toda España. Con las peculiaridades añadidas de que más de cien años de presencia británica trajeron una inmensa colección de suntuosas casas-jardín, coquetas estaciones ferroviarias (hubo nada menos que trece líneas de tren relacionadas con las minas) y un conglomerado de edificios de aspecto decimonónico, ya sean oficinas centrales o mansiones, donde uno llega a perder la cuenta de dónde se halla en ese instante.
Al viajero le llamará la atención el paisaje lunar de la denominada Corta Atalaya, una vasta explotación a cielo abierto que es como una pirámide invertida: un enorme cráter que alcanza los 335 metros de profundidad y tiene más de un kilómetro de diámetro, con una bajada en espiral, además, para camiones y excavadoras. Se trata de una de las más grandes del mundo. A imagen y semejanza de las minas de Almadén, disfrutar de las minas de Riotinto es un espectáculo único para los sentidos.
Desde la Corta Atalaya se accede a la cueva de Pozo Alfredo, la Altamira de la geología, obra de arte de la naturaleza, espectacular joya cromática que vira del azul al verde en una gama infinita, sublime tecnicolor creado por la gran densidad de concreciones de mineral de cobre y hierro. Viajar por España descubre a quien lo hace, en ocasiones, maravillas naturales como esta. Otra espectáculo geológico, diferente a Riotinto, es la cueva de El Soplao (Cantabria).
A pesar de su alto contenido en metales pesados y su acidez, las aguas del río Tinto tienen oxígeno por lo que permiten la vida de nada más y nada menos que organismos fotosintéticos. Además, en el entorno de este río encontramos, desde hace años, una intensa actividad minera desde hace miles de años. Empezó por los íberos, y continuó con fenicios, romanos y musulmanes buscando el cobre, la plata y el hierro.
Han pasado miles de años desde que se iniciara este proceso de obtención de cobre u otros muchos materiales en plena Revolución industrial. Y casi siglo y medio (1873) desde que la Rio Tinto Company Limited, empresa del Reino Unido, fuese la adjudicataria única de los derechos de explotación de este lado de la Faja Pirítica ibérica, una zona extremadamente rica en minerales. Quedándose en el lugar nada menos que hasta 1954.
Una de las experiencias obligadas para el viajero que acuda a Riotinto es tomar asiento en el ferrocarril turístico-minero en el interior del parque, un trenecito tirado por una locomotora de 1833 que le internará 22 kilómetros por el interesantísimo ecosistema de las minas. En vagones de madera reconstruidos a partir de los planos del siglo XIX.
Fuentes:
Fotos: Julio Segura, Getty Images; http://parquemineroderiotinto.es/;
http://www.andalucia.org/es/espacios-naturales/paisajes-protegidos/rio-tinto/; http://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/actualidad/rio-tinto-marte-tierra_12426.
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