trastorno del espectro autista
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Un nuevo estudio ha encontrado que el seguimiento visual de formas geométricas puede ser un método confiable para diagnosticar el autismo en niños pequeños. Depositphotos |
Aunque el trastorno del espectro autista (TEA) se puede diagnosticar a cualquier edad, los síntomas generalmente aparecen en los dos primeros años de vida de un niño. Cuanto antes se diagnostique el TEA, antes podrá comenzar el tratamiento y el acceso a los servicios pertinentes.
14 febrero 2023.- Un nuevo estudio ha encontrado que comprobar la atención visual de los niños pequeños a las imágenes geométricas es un biomarcador fiable para la identificación temprana del autismo. El estudio fue publicado en Scientific Reports .
Dirigido por Karen Pierce, PhD, de la Universidad de California en San Diego, el estudio amplió la investigación anterior de Pierce, que había examinado la cantidad desproporcionada de tiempo que los niños pequeños con TEA pasaban mirando imágenes geométricas cuando se les daba la oportunidad.
Se extrajo una gran muestra de 1.863 niños pequeños de la comunidad, con una edad promedio de alrededor de dos años. Después de realizar una evaluación diagnóstica en profundidad, la muestra se dividió en grupos: niños con TEA, niños con características de TEA, niños con retraso global del desarrollo, niños con retraso del lenguaje y niños con desarrollo típico.
Pierce planteó la hipótesis de que la preferencia por las imágenes geométricas era un biomarcador o indicador biológico válido y medible para identificar a los niños con autismo en sus primeros años de vida.
A los niños pequeños se les mostró un video de un minuto con imágenes geométricas en un lado de la pantalla e imágenes de niños haciendo yoga en el otro. Usando tecnología de seguimiento ocular, los investigadores midieron el tiempo que los niños pequeños pasaban obsesionados con las imágenes geométricas.
Los datos mostraron que los niños pequeños con ASD pasaban más tiempo mirando imágenes geométricas que los niños pequeños en los otros grupos de sujetos que preferían las imágenes sociales no geométricas. Se descubrió que algunos niños pequeños con TEA se fijaban en imágenes geométricas más del 90% del tiempo, y la investigación encontró que aquellos niños pequeños con una fuerte preferencia por esas imágenes también tenían síntomas más altos y puntajes más bajos de capacidad cognitiva que los niños pequeños con TEA que preferían mirar a las imágenes que contienen niños.
Datos adicionales sugirieron que la preferencia por las imágenes geométricas se mantuvo estable durante los 12 meses posteriores a la sesión inicial de seguimiento ocular. El análisis mediante bioinformática confirmó la solidez estadística de los datos recopilados.
La gran muestra del estudio de diversos participantes comunitarios que incluían niños pequeños con retrasos en el desarrollo no relacionados con el TEA, combinada con la solidez de los datos, sugiere que el seguimiento ocular tiene una utilidad valiosa como una herramienta simple pero confiable para identificar el TEA en niños pequeños.
Fuente: NIH
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