La muerte celular, un proceso esencial del cuerpo, a veces puede salir mal y provocar enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoi...
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| La muerte celular, un proceso esencial del cuerpo, a veces puede salir mal y provocar enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide. © Estudio NAR, Shutterstock.com |
Cuando la maquinaria del cuerpo que mata a cientos de millones de células al día falla, la inflamación y la enfermedad a menudo no se quedan atrás.
24 marzo 2023.- La muerte celular, que puede sonar desagradable, es en realidad esencial para mantener con vida a todas las personas. El proceso, estrictamente regulado por el cuerpo, destruye las células viejas o dañadas para dar paso a otras nuevas. Al mismo tiempo, se eliminan las células invadidas por microbios para combatir las infecciones.
La mayoría de la gente no se da cuenta de esto, pero cada segundo hay alrededor de 4 millones de células que mueren en cada uno de nuestros cuerpos para ser reemplazadas por otras nuevas. La muerte celular programada es una parte fundamental de la vida.
Procesos defectuosos
Pero el sistema debe funcionar sin fallas para una salud óptima y, a veces, se producen errores. Estos pueden provocar daños en los tejidos, inflamación y enfermedades.
Por ejemplo, las células pueden sobrevivir más allá de su vida útil óptima y causar una enfermedad autoinmune, infecciones virales persistentes o incluso cáncer. En el otro extremo del espectro, la muerte celular excesiva podría provocar la degeneración de los tejidos y causar trastornos graves como el Alzheimer y el Parkinson.
Un buen ejemplo es la piroptosis, una forma de muerte celular que involucra la destrucción de importantes glóbulos blancos conocidos como macrófagos, que generalmente matan a los microorganismos invasores y estimulan otras partes del sistema inmunológico.
La piroptosis causa inflamación y, si bien un estado inflamatorio es crucial cuando una persona está luchando contra una infección, también puede ser muy perjudicial cuando ocurre en el momento equivocado o en exceso. La piroptosis no controlada está relacionada con afecciones inflamatorias crónicas como la artritis reumatoide y la fiebre mediterránea familiar (FMF).
Un proyecto financiado con fondos europeos llamado PyroPop tiene un interés particular en la FMF, un trastorno hereditario que suele ocurrir en personas de origen mediterráneo y de Oriente Medio.
A través del trabajo en PyroPop, que se completó en 2021, se ha podido comprender mejor la compleja secuencia de eventos celulares que dan lugar a la piroptosis. Ya está en marcha un proyecto de seguimiento llamado PyroScreen , también financiado por la UE. El objetivo de esta nueva investigación es encontrar tratamientos para evitar la inflamación.
Encontrar formas de intervenir cuando la muerte celular programada falla ha sido una prioridad de investigación en muchos laboratorios de todo el mundo durante los últimos 20 años y ahora se están realizando ensayos de fármacos.
Los investigadores tienen la esperanza de que se encuentren remedios en los próximos 10 años para que podamos tratar mejor algunas enfermedades muy graves.
Muerte natural
Desde el descubrimiento hace casi 200 años de que la muerte celular es una parte natural de la vida, los científicos se han centrado en muchos actores clave de la maquinaria detrás del proceso. Han identificado tanto los genes que regulan la muerte celular como las moléculas que precipitan la cascada de eventos que dan como resultado la destrucción de una célula.
La muerte celular saludable y programada se conoce como apoptosis y las enzimas llamadas caspasas juegan un papel importante para que esto suceda. Las moléculas de esta familia aseguran una cuidadosa degradación de una célula moribunda.
Este colapso orquestado incluye la deformación de la membrana celular, el encogimiento de la célula y la fragmentación del ADN y todo el contenido de la célula. El cadáver de la celda, arrugado pero intacto, es rápidamente tragado por las celdas vecinas.
El resultado neto es una eliminación discreta de una célula que ha pasado su fecha de caducidad, sin desencadenar una respuesta inmunitaria del cuerpo.
Células explosivas
No se puede decir lo mismo de la necroptosis, otra forma de muerte celular estrechamente regulada. No hay nada tranquilo o discreto al respecto. Las células que sufren necroptosis se rompen y vierten su contenido en el espacio entre las células y esto se vuelve peligroso. Los contenidos explotados actúan sobre los receptores de las células vecinas e inducen inflamación y daño tisular. Hoy en día, se comprenden mejor los pros y los contras de la necroptosis.
Sabemos que es importante en la defensa del cuerpo contra los virus: una célula debe morir rápidamente cuando está infectada por un virus, antes de que el virus tenga la oportunidad de replicarse, y la necroptosis es una excelente manera de facilitar una muerte rápida. Por otro lado, la necroptosis también es un tipo de muerte celular altamente inflamatorio, por lo que cuando ocurre en exceso puede desencadenar una enfermedad grave.
Si bien la evidencia de que este es el caso proviene de estudios con ratones, aún no se ha confirmado si la necroptosis causa la enfermedad en humanos. La prueba puede provenir de los ensayos clínicos que se están realizando ahora. Los resultados positivos prometen revolucionar el tratamiento de muchas enfermedades debilitantes.
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