ENIGMAS. La antigua ciudad azteca de Tenochtitlán recreada en 3D

La antigua ciudad azteca de Tenochtitlán recreada en 3D

 

Artistas técnicos han creado imágenes impresionantes de una ciudad que se derrumbó hace más de 500 años. Imagen: Thomas Kole ( CC BY 4.0 ).

Las imágenes son increíblemente detalladas y hermosas, y revelan la ciudad en todo su esplendor.

15 septiembre 2023.- Un equipo de especialistas ha recreado con asombroso detalle la capital azteca, Tenochtitlán, que alguna vez fue el centro del imperio azteca en expansión hasta que los españoles la invadieron en el siglo XVI. Por primera vez en cientos de años, ahora podemos ver cómo era esta increíble ciudad antes de que colapsara.  

El proyecto para crear la reconstrucción en 3D, llamado “ Un retrato de Tenochtitlán ”, fue dirigido por el artista técnico de origen holandés Thomas Kole. Kole y su equipo pasaron un año y medio trabajando en el proyecto utilizando software de código abierto: Blender, Gimp y Darktable. Las imágenes son increíbles y hermosas, muestran la ciudad azteca en su apogeo y nos permiten ver cómo se situaba en el entorno que la rodeaba.

Tenochtitlán se construyó sobre dos islas dentro de las aguas de lo que fue el lago de Texcoco, la actual Ciudad de México. Imagen: Thomas Kole ( CC BY 4.0 )

La capital del Imperio Azteca

No está claro exactamente cuándo se fundó Tenochtitlán, pero se reconoce en gran medida que fue alrededor del año 1325 d.C. La ciudad fue construida sobre dos islas enclavadas dentro de las aguas de lo que fue el lago de Texcoco . 

Según la leyenda, los aztecas o mexicas eligieron este lugar después de ver un águila posada sobre un cactus mientras comía una serpiente. Este no fue un espectáculo baladí, pues su dios, Huitzilopochtli (el dios del sol y la guerra), les había dicho que construyeran su ciudad donde vieran esta señal divina.

La ciudad fue diseñada sobre una red reticular, inspirada en la antigua ciudad de Teotihuacán , que se estableció en las tierras altas del centro de México mil años antes. 

Dado su entorno acuático, la ciudad estaba conectada por una combinación de calles y canales que permitían a la gente viajar en canoas por toda la ciudad, pero también a los asentamientos más pequeños que existían en la costa circundante. Las personas que entraban y salían de la ciudad a pie podían hacerlo a través de tres calzadas que la conectaban con el mundo exterior. 

En su centro , Tenochtitlán tenía su gran Recinto Sagrado, que sirvió como epicentro religioso de todo el Imperio Azteca. Aquí es donde se encontraba el templo de Huitzilopochtli junto con un templo al dios Tláloc, el dios de la lluvia. Esta prestigiosa zona era también la sede de la élite gobernante (los reyes y nobles), que incluía un palacio ricamente decorado y jardines, aviarios y zoológicos contiguos.

Los plebeyos vivían en barrios llamados calpulli , cada uno de los cuales tenía sus propios mercados y templos más pequeños. Las personas que vivían aquí eran a menudo agricultores, artesanos (tejedores, escultores y alfareros) y soldados. 

El Recinto Sagrado conforma el epicentro de la ciudad. Imagen: Thomas Kole ( CC BY 4.0 )

El fin de un imperio

A lo largo de su existencia, la ciudad estuvo entre las más grandes del mundo, con alrededor de 200.000 personas viviendo dentro de sus límites a principios del siglo XVI. Era el centro del poder –tanto político como económico– ya que se beneficiaba de los tributos pagados por otras regiones conquistadas.

Sin embargo, las cosas cambiaron rápidamente cuando llegaron los españoles en 1519. Los conquistadores, junto con una alianza de tribus indígenas (anteriormente ciudades-estado que pagaban tributos), sitiaron la ciudad en 1521, un asedio que duró 93 días. El 13 de agosto de ese año, los mexicas se rindieron, iniciando el período de dominio español en el centro de México.  

Con la llegada de los europeos a la zona, los habitantes de la ciudad sucumbieron rápidamente a enfermedades epidémicas contra las que no tenían inmunidad natural. Se estima que alrededor del 50 por ciento de la región murió a causa de la viruela que se propagó rápidamente tras el contacto con los españoles. 

Hoy, lo que queda de Tenochtitlan ha sido cubierto por la Ciudad de México, pero el proyecto de Kole le permite volver a vivir. 

“No queda mucho de la antigua capital azteca (o mexica), Tenochtitlán”, dijo Kole a Heritage Daily . “¿Cómo era esta ciudad levantada a mano desde el lecho del lago? Utilizando fuentes históricas y arqueológicas, y la experiencia de muchos, he tratado de darle vida fielmente a esta ciudad icónica”.