Ibn Sina, Biruni y la Ilustración perdida
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| Pabellón de eruditos persas, que incluye estatuas de Avicena (Ibn Sina) y Biruni, en el Centro Internacional de Viena donado por Irán. |
28 octubre 2023.- Ibn Sina y Biruni fueron dos de los pensadores más destacados que vivieron entre la antigua Grecia y el Renacimiento europeo. Estos dos gigantes de una era perdida de la Ilustración nacieron en Asia Central alrededor del año 980. Durante seiscientos años, el Canon de Medicina de Ibn Sina definió el campo de la medicina desde Europa hasta la India, mientras que sus pensamientos sobre Dios y la filosofía influyeron en musulmanes, judíos, y cristianos, incluido Santo Tomás de Aquino .
En cuanto a Biruni, midió el diámetro de la Tierra con mayor precisión que nadie antes del siglo XVII, planteó la hipótesis de la existencia de América del Norte y del Sur como continentes habitados e inventó el primer sistema de cálculo de fechas a nivel mundial.
Genios olvidados
A pesar de sus logros, ninguno de los dos se ha convertido en un nombre conocido por varias razones. No el menor de ellos son sus nombres, que transcritos del árabe son asombrosamente complejos: Abū-ʿAlī al-Ḥusayn ibn-ʿAbdallāh Ibn-Sīna, y Abū al-Rayḥān Muḥammad ibn Aḥmad al-Bīrūnī. Los traductores occidentales medievales latinizaron a Ibn Sina como Avicena. Los europeos de la Edad Media que habían oído hablar de Biruni evocaron varias versiones latinizadas de su nombre, la más común de las cuales era Alberonius.
A pesar de sus nombres, ninguno de los dos era árabe. Ambos llegaron a ser conocidos por sus nombres árabes porque escribían principalmente en árabe, la lengua de aprendizaje en el mundo musulmán, al igual que el latín en Occidente. Ibn Sina y Biruni nacieron dentro de las fronteras de lo que hoy es Uzbekistán y pasaron sus vidas en lo que hoy es Uzbekistán, Turkmenistán, Afganistán, Irán y Pakistán.
A pesar de su oscuridad para el público en general, la literatura académica está repleta de elogios hacia estos dos hombres.
Biruni ha sido aclamado como "un da Vinci del siglo XI", "uno de los más grandes eruditos de todos los tiempos", "precursor del Renacimiento", un "fenómeno en la historia del saber oriental", "un genio universal" y simplemente, "El Maestro". En 1927, George Sarton, el químico belga que fue pionero en el estudio sistemático de la historia de la ciencia , lo calificó como "el mejor monumento al saber islámico".
Ibn Sina también ha sido elogiado como "El Maestro Preeminente", "el Príncipe de los Médicos", "con diferencia el más influyente de los filósofos islámicos" y "posiblemente el filósofo más influyente de la era premoderna". Más de un historiador europeo lo elogió como "el padre de la medicina moderna", mientras que sus homólogos del mundo oriental lo han llamado "El líder entre los sabios" e incluso "La prueba de Dios".
Logros
Los estudiosos llevan mucho tiempo trabajando en este campo. La mayoría, si no todos, eran defensores de uno u otro, Biruni o Ibn Sina, pero pocos eran de ambos. En el proceso de defender a su héroe, presentaron una embriagadora lista de afirmaciones sobre su preeminencia.
Se dice que Biruni, por ejemplo, fundó la astronomía y la trigonometría como campos de investigación independientes y avanzó en el campo de la trigonometría esférica. Pocos lo superaron al afirmar que las matemáticas pueden representar fielmente la realidad. Utilizando una fórmula que no volvió a aparecer hasta el siglo XVII, ideó el primer ejemplo de cálculo de diferencias finitas. Con la ayuda de instrumentos simples pero muy sofisticados de su propio diseño, así como de nuevas metodologías en geometría y cálculo, sus defensores eruditos afirman que midió los diámetros de la Tierra y la Luna con mayor precisión que nadie hasta el siglo XVII. Afirman además que empleó el mismo método innovador para ampliar los parámetros del mundo conocido e incluso planteó la hipótesis de la existencia de América del Norte y del Sur como continentes habitados.
Estos defensores también le dan crédito a Biruni por haber inventado el concepto de gravedad específica y haber pesado minerales con un grado de precisión no superado hasta los tiempos modernos. Además, fue pionero en los campos de la antropología cultural y la sociología y amplió enormemente el estudio de la historia de la ciencia, la hidrostática y el estudio comparativo de la religión.
Un estudioso ha argumentado que fue el primero en introducir la filosofía del yoga indio en Oriente Medio y el mundo occidental. Varios especialistas sostienen que inventó el concepto de tiempo e historia mundiales integrados y que precedió a los europeos del Renacimiento en la construcción de un globo terráqueo y en la propuesta de una teoría de la oceanografía. Sus innovaciones en todos estos campos combinaron matemáticas sofisticadas con una apreciación del impacto del lenguaje, la religión y la cultura en la vida humana.
En cuanto a Ibn Sina, sus defensores argumentan que hizo nada menos que crear un marco intelectual único, integrado y global que abarcaba la filosofía, la ciencia, la medicina y la religión. Por medio de su lógica revisionista, reconfiguró la gran síntesis de todo conocimiento de Aristóteles , y de una manera que confirmó un lugar para la fe religiosa, ya fuera la suya, que era el Islam , o las otras religiones del Libro. También se le atribuye el mérito de ser uno de los fundadores de la filosofía escolástica.
Además, los expertos en pensamiento medieval sostienen que en su intento de explicar la naturaleza de la creación misma, la Summa de Santo Tomás de Aquino se basó directamente en Ibn Sina. Muchos también sostienen que Ibn Sina contribuyó a campos tan diversos como la geología, las matemáticas y, quizás sobre todo, la medicina.
Los historiadores de la ciencia han afirmado que Ibn Sina resumió todo el conocimiento médico conocido y lo ordenó bajo una estructura única, lógica y accesible. De alcance integral, su Canon de Medicina centró la atención en cuestiones neurológicas, el funcionamiento del cerebro y las condiciones ambientales y psiquiátricas esenciales para la restauración y el mantenimiento de la salud. Entre sus muchas innovaciones se encuentran las reglas precisas que estableció para la realización de ensayos clínicos de nuevos medicamentos. Muchos sostienen que el Canon de la Medicina sirvió como base de la educación y la práctica médica en todo Oriente Medio, Europa y partes de la India durante seis siglos, y que los expertos lo consideran la obra más duradera de la historia de la medicina.
Estudio moderno de los eruditos
Un problema al estudiar a los eruditos es que la experiencia de la mayoría de los especialistas modernos rara vez se extiende más allá de una o dos de las muchas disciplinas relevantes. Además, el estado actual de nuestro conocimiento de sus vidas nos impide ofrecer retratos definitivos. Por citar sólo un ejemplo, tanto Biruni como Ibn Sina, en determinadas fases de sus vidas, trabajaron como estadistas de alto nivel, formuladores de políticas y pensadores estratégicos. Sin embargo, todos los documentos oficiales que documentaban sus actividades fueron destruidos hace muchos siglos o se perdieron por abandono.
Lo que sí sabemos, sin embargo, es que las vidas de estos dos pensadores estuvieron llenas de drama, crisis y logros sorprendentes. Separados de su mundo por un milenio, tenemos mucho que ganar al reflexionar sobre sus vidas y obras hoy. La historia de Ibn Sina y Biruni trasciende los siglos y ofrece información sobre sus incansables esfuerzos por expandir el ámbito del conocimiento humano, y en una parte del mundo que hoy a veces invita a preocuparse por el papel de la ciencia y el aprendizaje avanzado.
Que estas dos figuras más importantes deban informar tales discusiones un milenio después de sus muertes es apropiado, porque al final, aunque son genios de su época, se elevan por encima del tiempo y el lugar, la religión y la política, para erigirse como ciudadanos. del mundo global de las ideas y de los gigantes de los logros humanos.
Para saber más:
S. Frederick Starr. Genius of their Age. Ibn Sina, Biruni, and the Lost Enlightenment
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