Licurgo de Esparta – Gran reformador y su fundación de un Estado superior guerrero
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| Licurgo de Esparta por Merry-Joseph Blondel (1781–1853). Dominio publico |
Licurgo es mencionado en muchas fuentes antiguas, pero la mayoría de los historiadores modernos se refieren a él como un individuo semimítico. Algunos estudiosos dicen que Licurgo fue inventado deliberadamente por los gobernantes para facilitar la introducción de nuevas leyes al público en general.
01 octubre 2023.- Otro grupo de historiadores argumenta a favor de la historicidad de Licurgo, y algunos eruditos lo descartan como una figura puramente legendaria. Hoy en día, la mayoría de los historiadores dirán: “si existió un Licurgo real, no sabemos nada de él”.
Aunque la evolución de los códigos legales griegos es complicada y realmente no puede reducirse al trabajo de un solo individuo, hay un hombre que se destaca como responsable del derecho ateniense y otro del derecho espartano. Atenas tenía su Solón y Esparta tenía su legislador Licurgo.
Las fuentes antiguas ofrecen un retrato intrigante de un hombre cuyas importantes reformas condujeron a la fundación del Estado espartano tal como lo conocemos hoy. Al remodelar las costumbres cotidianas, el legislador Licurgo convirtió a Esparta en el estado moralmente puro, guerrero y superior del que leemos hoy en día en los libros de historia.
Los guerreros espartanos se hicieron famosos por su disciplina, coraje y destacadas habilidades militares. El ejército espartano fue uno de los mejores del mundo antiguo.
Los arqueólogos han descubierto que la ciudad de Esparta carecía de murallas protectoras. Los espartanos no defendieron su ciudad con ladrillos sino con los cuerpos de sus poderosos y valientes guerreros.
Se dice que el mítico fundador de Esparta, Licurgo, dijo: "Una ciudad estará bien fortificada si está rodeada de hombres valientes y no de ladrillos". Entonces, ¿cómo logró Licurgo este logro único al convertir a Esparta en una fuerza militar casi invencible ?
Al rastrear la historia antigua de Esparta y Licurgo, aprendemos que surgió durante una profunda crisis. Según el espartanofílico Jenofonte, discípulo de Sócrates y soldado que luchó por Esparta contra Atenas, Licurgo vivió durante la época de Heráclida, alrededor del año 1.000 a.C.
Heródoto informa que Licurgo “había sacado a los espartanos de una era de extremo desorden político (kakononotatoi) y llevados a una de buen orden (eunomie), lo que a su vez condujo al aumento del poder de la ciudad. Con el apoyo del oráculo de Delfos, Licurgo cambió “todas las leyes” y creó la gerousia, el eforato y la organización militar espartana (entre las instituciones militares se menciona la syssitia)”.
Licurgo “pudo persuadir a sus compañeros espartanos para que introdujeran el ciclo educativo integral y obligatorio llamado Agoge (agôgê, literalmente una 'cría', como de ganado). Este sistema de educación, entrenamiento y socialización convirtió a los niños en hombres luchadores cuya reputación de disciplina, coraje y habilidad era insuperable”.
Algunos estudiosos sugieren que las reformas políticas en Esparta introducidas por Licurgo fueron el primer sistema de autogobierno ciudadano griego. Heródoto también dice que los espartanos pensaban que las leyes de Licurgo procedían de Creta. Jenofonte dice que Licurgo las inventó, mientras que Platón dice que el Oráculo de Delfos las proporcionó. Independientemente de su origen, el Oráculo de Delfos jugó un papel importante en la aceptación de las leyes de Licurgo.
Muchos aspectos del sistema de Licurgo eran extraños para los extranjeros, y las reglas y costumbres espartanas eran radicalmente diferentes del resto de los helenos. Quizás este fuera también el objetivo porque Licurgo alteró decisivamente la estructura psicológica de los ciudadanos. La “propia creencia de los espartanos en su ideología era absoluta. A lo largo de la historia espartana hubo muy pocos desertores... o quejicas".
Cómo se le ocurrieron las leyes a Licurgo es un misterio. Heródoto ofrece dos versiones completamente diferentes del legislador espartano. Una historia cuenta que Licurgo recibió las leyes directamente del dios Apolo. En otro texto, Heródoto atribuye los orígenes de las leyes de Licurgo a la constitución cretense.
Los historiadores modernos han minimizado durante mucho tiempo el papel de Licurgo en la historia de Esparta. Aún así, en los últimos años los estudiosos han argumentado que el antiguo legislador pudo haber sido de mayor importancia para el Estado de lo que se suponía anteriormente.
Sus leyes priorizaron la eficiencia militar, el orden y la estricta jerarquía de la sociedad espartana.
Sin duda, la mayoría de los ciudadanos glorificarían a Licurgo, el padre de la Constitución espartana, y dirían que contribuyó inmensamente al éxito militar de Esparta. Aún así, algunos miran con ojos modernos y pintan un cuadro menos impresionante del Gran Reformador.
Según una visión alternativa, Licurgo era el máximo fanático del control cuyas leyes no sólo cubrían la constitución del estado sino también cuestiones como dónde, cuándo y con qué frecuencia un hombre podía tener relaciones sexuales con su esposa, qué ropa se les permitía usar a sus hijos, e incluso la conducta de ese niño al caminar por la calle. (Con la cabeza gacha, ambas manos ocultas, sin mirar a derecha ni a izquierda ni hablar con nadie).
Licurgo dictaba lo que una persona podía comer en una comida, con quién podía comerla, cuánto vino podía consumirse como acompañamiento y que no se permitía ninguna antorcha iluminar el camino a casa después.
Cuestiones como la longitud del cabello las determinaba Licurgo, quien incluso consideraba cuidadosamente cuestiones oscuras como, por ejemplo, el número de cuerdas que un músico podía tener en su instrumento. (Un arpista que se proponía participar en una competición fue confrontado una vez por un oficial con un cuchillo que le preguntó si debía cortar las cuerdas sobrantes ilegales del extremo delantero o trasero.) Licurgo prescribía con qué frecuencia se debía ir al gimnasio, y los ejercicios apropiados para hombres y mujeres una vez allí.
En resumen, Licurgo dictaba casi cada momento de la vida de un espartano, ya fuera despierto o dormido (esto último hecho sobre un colchón del tipo prescrito en una tosca casa que Licurgo había dictado que podía construirse sin otras herramientas que un hacha y una sierra)”. Philip Matyszak escribe en su libro Sparta: Rise of a Warrior Nation .
Estos relatos históricos permiten a los estudiosos cuestionar la existencia de Licurgo, y tal vez la sugerencia de que fue un invento utilizado para que la idea del impulso de reformas no sea tan descabellada.
En Vida de Licurgo, Plutarco escribe que “No se puede decir nada sobre Licurgo sin que alguien más lo discuta. Hay diferentes relatos sobre cuándo nació, adónde viajó, cómo murió y, sobre todo, sobre lo que hizo como legislador y político. Y menos nadie puede ponerse de acuerdo en qué época vivió realmente. … ". Aristóteles, el filósofo, está de acuerdo en que fue contemporáneo del fundador de la tregua olímpica (es decir, el siglo IX a.C.).
Aquellos que se guían por las listas de reyes de Esparta... afirman que Licurgo es muy anterior a la primera Olimpíada. Timeo plantea la hipótesis de que hubo dos personas llamadas Licurgo en Esparta, que vivieron en épocas diferentes, y que los logros de ambos se atribuyeron al mayor de los dos. Algunos alegan que Licurgo conoció a Homero en persona.
Licurgo afirmó que el Oráculo de Delfos había insistido en que las leyes no se escribieran. Engañó a los espartanos para que guardaran las leyes durante un período aparentemente corto, mientras Licuro se iba de viaje. Debido a la autoridad invocada, los espartanos aceptaron. Pero luego, en lugar de regresar, Licurgo desaparece para siempre de la historia, obligando así eternamente a los espartanos a cumplir su acuerdo de no cambiar las leyes. Algunos piensan que las leyes de Esparta se mantuvieron esencialmente sin cambios hasta el siglo III a.C.
Real o mítico, no hay duda de que Licurgo fue un individuo fascinante cuya historia no puede ser omitida por nadie interesado en la historia de Esparta.
Fuentes:
- Andrewes, Antony. “Eunomia,” The Classical Quarterly 32, no. 2 (1938): 89–102.
- Plutarch - The Parallel Lives, Loeb Classical Library edition, 1914
- Nafissi, M. Lycurgus (2), legendary Spartan. Oxford Classical Dictionary. Retrieved 8 Jan. 2023, from https://oxfordre.com/classics/view/10.1093/acrefore/9780199381135.001.0001/acrefore-9780199381135-e-3819.
- Paul Cartledge - The Spartans An Epic History
- Philip Matyszak - Sparta: Rise of a Warrior Nation
- "Legislation in Sparta," by W. G. Forrest. Phoenix. Vol. 21, No. 1 (Spring, 1967), pp. 11-19
- Internet: http://www.amherst.edu/~eakcetin/sparta.html) Lycurgus' Reforms and the Spartan Society
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