Reseña de "Occo the Show", Mariano Luna de Matías
Oco the Show (por Mariano Luna de Matías)
Ha empezado en noviembre y durará hasta enero. Todos los días laborables y festivos, salvo las fiestas natalicias.
El precio es lo de menos. Porque en este caso, menos es mucho más. La localización es en ese barrio tan castizo llamado Legazpi. El lugar para acceder al espectáculo es algo pecaminosa, con algo de hostilidad por el vaivén curvado del terreno.
Se adentra uno en la sala y es algo novedoso. Lucen las velas y el público permanece sentado y apoya con entusiasmo el hibridismo sinfónico.
Son canciones que duran algo más de noventa minutos. Se pasó todo muy rápido, sin ganas de volver a casa para ver lo que depara la caja tonta.
Desde el inicio, con el manejo del saxofón por parte Tim Ries y la voz del esmerado Fowler, ambos antaño colaboradores de los Rolling. Casi nada.
A modo de salida estrepitosa aparecen en la escena los bailaores "Yiyo" y Belén López. La actuación de esta última es algo parecido a una escena de teatro pánico.
Se desenvolvió como una culebra ante un avispero. Una forma envenenada para el alma y que hace que el respetable entre en ebullición.
Estrella Morente aparece vitoreada cuando los focos se encienden desde el inicio de la sesión y canta a ritmo ecléctico, con esa melodía tan franca, tan pausada y tan voraz. Sólamente participó en una canción, quizás algo breve para un repertorio que podía haber ofrecido algo más.
No hubo desencanto porque el resto de los artistas iluminaron el escenario, pero sí decepción. Quizás fuera la estrella que más debiera lucir y fue la que menos lo hizo.
El estilo es rítmico, fuerte y entregado, con una fusión mística de jazz, flamenco, batería, guitarra flamenca y guitarra eléctrica.
Esta última toca, como mecida con la mano de Dios, los solos de la canción de " Voodoo Child" de Hendrix. Después toca el turno de Joplin con "Piece of my heart".
El público brilla y aplaude sin cesar mientras se suceden todos los estilos melódicos.
Aparece " Back is Black" de la fallecida Winehouse a ritmo compensado de una batería armoniosa. Luego viene Rock Stewart y finalmente, ese cantante de Liverpool y compositor John Lennon con su pacífica y maravillosa " Give peace a chance" . La cacerola hierve y el animador de la fiesta, con su voz agotada y a modo de Mick Jagger grita " Get up". Todos nos levantamos. Nos miramos y sonreímos. El respetable, de todas las edades, goza con la atmósfera y alza las manos quizás con ánimo de que se repita otra canción. No sucede, pero da igual. Es música, agita el corazón y mueve el alma. Vayan a disfrutarlo, la música es vida.
![]() |
Mariano Luna de Matías |
Acerca de Mariano Luna de Matías:
Lector complutense, habitante de Madrid. Licenciado en Filología Hispánica por UAH. Devorador de Cervantes, Lope, Sor Juana Inés de la Cruz y Pardo Bazán. La música llena mis sentidos y una sonrisa me llena de ilusión.
NOTA: Mariano Luna de Matías es colaborador de "La Crónica del Henares" para la sección "A vuela pluma"
COMENTARIOS