colosal estructura cósmica debería ser demasiado grande para existir, dicen los astrónomos
Los astrónomos han descubierto una estructura cósmica colosal que es tan grande que amenaza con socavar toda nuestra comprensión del universo. El Gran Anillo abarca aproximadamente el 3% del radio de todo el universo observable, y él mismo podría ser parte de una estructura aún mayor
16 enero 2024.- El Gran Anillo (un nombre que es un eufemismo) es un grupo casi perfectamente circular de galaxias y cúmulos de galaxias con un diámetro de aproximadamente 1,3 mil millones de años luz y una circunferencia de alrededor de 4 mil millones de años luz. Si fuera visible a simple vista, tendría el tamaño de 15 lunas llenas en el cielo nocturno.
Es difícil exagerar lo increíblemente gigantesco que es. Los supercúmulos de galaxias suelen ser la estructura relativamente más grande del universo y miden más de cien millones de años luz de ancho. Estos pueden unirse formando filamentos que se extienden a unos cientos de millones de años luz de largo, formando parte de la red cósmica.
El Gran Anillo no sólo es más grande que esos, sino que es más grande de lo que debería ser posible para cualquier estructura. Según el Principio Cosmológico, una parte fundamental de la cosmología física, el universo debería verse uniforme en todas direcciones, para cualquier observador en cualquier lugar dentro de él. Claro, hay variaciones aleatorias en la distribución de estrellas y galaxias, pero en las escalas más grandes todo se mezcla en un patrón homogéneo como estático.
El Principio Cosmológico establece un límite superior de 1.200 millones de años luz para el tamaño de cualquier estructura, límite que el Gran Anillo ignora descaradamente. Para continuar con la analogía, sería casi imposible que la estática de su televisor se organizara en una imagen grande de la Mona Lisa.
Si se trató de un hallazgo único, podría resultar tentador descartar el Gran Anillo como una anomalía o un error. Pero no es la única estructura gigante “imposible” que existe, y ni siquiera es la más grande. Hace dos años, la misma astrónoma, Alexia López, de la Universidad de Central Lancashire, descubrió una media luna de 3.300 millones de años luz de largo llamada Arco Gigante. En 2015, otros científicos descubrieron el Anillo GRB Gigante, con un asombroso diámetro de 5.600 millones de años luz. Y luego está la Gran Muralla Hércules-Corona Boreal, un filamento galáctico que se extiende por unos incomprensibles 10 mil millones de años luz (aunque su estatus como estructura única está en debate).
Lo más extraño aún es que el Gran Anillo y el Arco Gigante fueron descubiertos en la misma región del cielo, aproximadamente a la misma distancia: 9.200 millones de años luz de la Tierra. Existe la posibilidad, dice el equipo, de que los dos sean en realidad parte de una estructura única e incluso más grande.
Dado que el Principio Cosmológico ha recibido tantos golpes en los últimos años, es posible que los científicos necesiten buscar modelos más extravagantes. Este tipo de estructuras gigantes podrían ser creadas por defectos unidimensionales llamados cuerdas cósmicas. O podrían ser un subproducto del modelo de Cosmología Cíclica Conforme (CCC) de Roger Penrose, que básicamente sugiere que nuestro universo es un eslabón de una cadena infinita, donde el colapso de un universo crea un Big Bang que da origen al siguiente.
Sin duda, los astrónomos seguirán buscando más de estas colosales estructuras para ayudar a resolver el mayor misterio posible.
La investigación fue presentada en la 243ª reunión de la Sociedad Astronómica Estadounidense (AAS) el 10 de enero.
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