El ADN de tumbas antiguas revela la cultura del misterioso pueblo ávaro
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| Los científicos tomaron muestras de datos genómicos de 279 tumbas en un cementerio en Rákóczifalva, Hungría, donde fueron enterradas personas de la cultura ávar medieval. Fuente: Instituto de Ciencias Arqueológicas, Universidad Eötvös Loránd Múzeum, Budapest, Hungría |
Cientos de genomas arrojan luz sobre los hábitos matrimoniales y las normas sociales del pueblo ávaro de Europa central.
27 abril 2024.- La mayoría de la gente conoce a los hunos , aunque sólo sea por su infame gobernante guerrero Atila. Pero los ávaros, otro pueblo nómada que posteriormente ocupó aproximadamente la misma región de Europa central y oriental, han permanecido en la oscuridad a pesar de haber formado un imperio en expansión que duró desde finales del siglo VI hasta principios del siglo IX. Incluso los arqueólogos han luchado por reconstruir su historia y cultura, basándose en crónicas contemporáneas irregulares y potencialmente sesgadas que, en muchos casos, fueron escritas por adversarios de los ávaros.
Una inmersión profunda en 424 genomas recopilados de cientos de tumbas ávaras está llenando vacíos cruciales en esta historia, revelando una gran cantidad de conocimientos sobre la estructura social y la cultura de los ávaros 1 .
"Estas personas básicamente no tuvieron voz en la historia, y los estamos analizando de esta manera: a través de sus cuerpos", ha dicho Zuzana Hofmanová, arqueogenetista del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania, y una de los autores principales del estudio publicado en Nature .
Los pedigríes genéticos que abarcan nueve generaciones descubren la organización social de un imperio nómada que dominó gran parte de Europa central y oriental desde el siglo VI hasta principios del IX.
Sus enemigos, principalmente los bizantinos y los francos, dejaron el conocimiento histórico sobre las poblaciones del período ávar, pero la información sobre la organización interna de sus clanes es limitada. La representación de las mujeres en estas fuentes históricas es particularmente escasa, con sólo tres referencias incidentales, lo que resulta en una casi ausencia de conocimiento sobre sus experiencias vividas durante esta época.
Entierro con un caballo en el yacimiento de Rákóczifalva, Hungría (siglo VIII d.C.). Este individuo masculino, que murió siendo joven, pertenece a la 2.ª generación del pedigrí 4, y fue uno de los hijos del fundador de esta unidad de parentesco. Fuente: Instituto de Ciencias Arqueológicas, Universidad Eötvös Loránd Múzeum, Budapest, Hungría
Nueve generaciones
Los investigadores se centraron en cuatro cementerios de Hungría que alguna vez estuvieron en el corazón del khaganato, como se conocía al antiguo imperio ávaro. Es importante destacar que los cuatro sitios fueron excavados por completo, lo que dio a los investigadores acceso al ADN de cada tumba y les permitió utilizar datos genéticos para mapear la relación de comunidades ávar enteras.
Este esfuerzo recibió un importante impulso gracias a un método computacional llamado ancIBD, que puede conectar incluso a miembros de una familia distante en función de sus secuencias cromosómicas compartidas 2 .
El coautor principal Johannes Krause, arqueogenetista de Max Planck, dice que los científicos en general han tenido dificultades para volver a ensamblar árboles genealógicos basados en el ADN que se extienden más allá de los parientes de tercer grado, como los primos hermanos o los bisabuelos. Pero mediante el uso de herramientas como ancIBD, Krause y sus colegas pudieron trazar árboles genealógicos ávaros mucho más intrincados, incluido un enorme pedigrí de nueve generaciones que comprende 146 miembros de la familia.
Los datos sugieren que, después de migrar a Europa, los ávaros conservaron muchas prácticas culturales de su lugar de origen en las estepas del noreste asiático 3 . Por ejemplo, los ávaros eran muy estrictos a la hora de evitar la endogamia. No se observaron casos de matrimonio entre parientes, ni siquiera a nivel de primos segundos. Los autores del estudio dicen que resulta sorprendente, dado que las uniones entre primos hermanos no eran inusuales durante gran parte de la historia europea.
Sin embargo, también hubo matrimonios mixtos limitados con vecinos no ávaros: alrededor del 20% de las secuencias genómicas en el ADN ávaro muestreado podían rastrearse hasta ascendencia centroeuropea.
Estatuilla de oro excavada en un cementerio ávaro en Rákóczifalva, Hungría. Fuente: Instituto de Ciencias Arqueológicas, Universidad Eötvös Loránd Múzeum, Budapest, Hungría
Los investigadores registraron varios ejemplos de "uniones de levirato", en las que una viuda se casaba con un hombre de la familia de su difunto cónyuge, por ejemplo un hermano. Estos patrones matrimoniales eran atípicos en gran parte de Europa, pero eran características establecidas de las culturas asiáticas que habitaban en las estepas , ha señalado el coautor principal Tivadar Vida, arqueólogo de la Universidad Eötvös Loránd en Budapest.
Los ávaros también eran estrictamente patrilineales: los hombres actuaban como cabezas de familia y las hijas abandonaban sus comunidades para unirse a las casas de sus maridos. En el cementerio más grande del que se tomaron muestras, en el pueblo de Rákóczifalva, Hungría, solo hubo un caso en el que una madre y su hija adulta fueron enterradas.
Juego de poder
Los datos de parentesco revelan lo que parece ser un cambio en el poder político local que habría sido difícil de detectar con escasas muestras de ADN. En las tumbas de Rákóczifalva, los investigadores descubrieron que un linaje masculino predominó a principios de la historia ávar, pero fue desplazado por un linaje ávaro diferente a finales del siglo VII. Curiosamente, la evidencia arqueológica recopilada de esas tumbas sugiere que la familia posterior tenía dietas y rituales de entierro diferentes a los de la familia desplazada, lo que indica que la cultura ávar cambió con el tiempo a pesar de niveles relativamente modestos de matrimonios mixtos con individuos no ávaros.
Carles Lalueza-Fox, paleogenómico del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona, España, dice que este trabajo demuestra la riqueza de los conocimientos que pueden surgir cuando los investigadores tienen la oportunidad y los recursos para estudiar y analizar ampliamente el ADN en sitios de interés histórico. "Sólo esta escala de análisis permitiría obtener una imagen fiable del parentesco y los procesos sociales", afirma, y añade que su grupo está adoptando ahora un enfoque similar en su investigación arqueogenómica. "Creo que la genómica antigua avanza en esta dirección para obtener una visión más democrática y matizada del pasado".
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