La Comisión Europea sugiere incentivos para reducir la dependencia de las proteínas en la alimentación animal
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El apoyo específico de la UE a la producción de semillas oleaginosas y un esfuerzo conjunto público-privado en investigación son los elementos clave para aumentar el suministro de proteínas fabricadas en la UE para la alimentación animal, recomendó el ejecutivo del bloque en un estudio publicado el 24 de mayo.
25 mayo 2024.- Ante la creciente dependencia de terceros países para su suministro de proteínas, la Comisión Europea elaboró una estrategia que se centra en la diversificación.
"El desafío de la diversificación es implementar diferentes combinaciones de palancas adaptadas a las necesidades y condiciones de los sectores agrícolas y a las distintas regiones de la UE y a los distintos tipos de explotaciones", subrayan los autores de un estudio encargado por la Dirección General de Agricultura. agricultura de la Comisión y publicado el viernes, 24 de mayo.
La alimentación animal, en particular la del cerdo y la de las aves de corral (animales monogástricos), es el sector que más depende de las importaciones de proteínas procedentes de terceros países. Según el estudio, sólo el 29% procede de la UE.
Según los datos publicados, el 23% de las tortas de oleaginosas y el 3% de las tortas de soja se producen en Europa, el resto se importa en gran medida de América para el sector convencional y de África o Asia para el sector ecológico. El sector orgánico depende menos de las importaciones.
Esta estrategia sigue a la publicación en julio de 2023 por parte del Servicio de Investigación del Parlamento Europeo (EPRS) de una estrategia inicial de proteínas de la UE, seguida de una resolución del Parlamento Europeo del 19 de octubre de 2023.
Ayuda acoplada
El estudio señala la falta de competitividad de las proteaginosas cultivadas en Europa (soja, girasol, colza y legumbres), como un obstáculo importante para reducir la dependencia de terceros países, tanto en relación con la soja importada como con los cultivos de cereales que compiten con las proteínas vegetales en la rotación de cultivos.
Un "aumento sustancial" del "apoyo a los ingresos asociado" existente para los cultivos de semillas oleaginosas, "para proporcionar un incentivo real a los agricultores".
Las ayudas asociadas son un tipo particular de subvención que vincula el apoyo de la Política Agrícola Común a producciones específicas, en lugar de ser una integración de los ingresos de los agricultores como la mayor parte de las subvenciones de la PAC.
Los subsidios acoplados, que alguna vez fueron el principal tipo de ayuda, han sido marginados en la PAC, ya que pueden causar sobreproducción, socavando los esfuerzos de los agricultores por seguir las demandas del mercado.
La ayuda asociada dentro de la PAC cubre actualmente un millón de hectáreas y puede ampliarse a 7,8 millones de hectáreas. El límite máximo se estableció en un acuerdo de 1992 entre la UE y Estados Unidos, conocido como acuerdo Blair House, parte de las negociaciones multilaterales que finalmente llevaron a la creación de la Organización Mundial del Comercio.
Aprovechando plenamente el potencial de 7,8 millones de hectáreas, "la UE podría proporcionar apoyo a una superficie equivalente a aproximadamente la mitad de las importaciones actuales, lo que ya sería muy significativo", dice el estudio.
Los seguros de cosecha son otra herramienta política disponible para impulsar la producción de proteaginosas, destaca el documento, y recomienda aumentar el apoyo de la PAC para esa solución.
Tortas, algas e insectos
La estrategia propone impulsar la producción de plantas ricas en proteínas dentro de la UE, como soja, girasol, colza y legumbres
"La mayoría de las materias primas alternativas identificadas destinadas a la alimentación del ganado ya se producen en la UE y se utilizan en la mayoría de los estados miembros", señala el estudio.
Sin embargo, en aras de la diversificación, los especialistas recomiendan sustituir la soja, el pienso más importado, por “harinas mejoradas” de girasol o colza ricas en proteínas (HiPro) o legumbres, como las judías, cultivadas en la UE.
Esto debe ir acompañado de una selección de animales más "robustos" y adaptados a dietas más diversificadas.
A más largo plazo, la Comisión pide el desarrollo de proteínas alternativas, complementarias a las proteínas cultivadas, como las de insectos y algas. En un enfoque de economía circular, el estudio también promueve el uso de proteínas animales procesadas (PAP) y “antiguos alimentos”.
Todas estas acciones deben formar parte de “un importante plan de investigación que asocie la investigación pública y privada” para aumentar el rendimiento de las proteaginosas y “desarrollar materias primas innovadoras”, afirma el estudio.
Alejar las explotaciones ganaderas de los puertos
La ganadería industrial se concentra actualmente en torno a los principales puertos de Europa, lo que confiere a "las fuentes de proteínas importadas una ventaja competitiva sobre la producción nacional en la UE", afirma el estudio.
Alejar este patrón es parte de las recomendaciones del documento, que llama a toda la industria a adaptarse a la diversificación de las fuentes de proteínas, desde los recolectores hasta los procesadores.
Los autores de la investigación piden el desarrollo de infraestructuras de transporte como trenes, canales e instalaciones fluviales, para reducir costes y “llevar las fuentes de proteínas de las zonas de producción a las zonas de consumo”.
Desarrollar la asociación con Ucrania
La Comisión reconoce, sin embargo, que incluso con una fuerte voluntad política, lograr “la importación cero de productos ricos en proteínas necesariamente llevaría décadas”.
El estudio también propone diversificar y asegurar las fuentes de proteínas con “socios cercanos”, como Ucrania, para diversificar los proveedores y protegerse contra las interrupciones del transporte internacional.
Reducir la dependencia de las proteínas importadas requiere "una aplicación organizada y equilibrada" de todas las alternativas a nivel de la UE, nacional y regional, concluyeron los expertos elogiando los "planes proteicos" ya puestos en marcha por Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania y los Países Bajos.
Fuente: EFE
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