Francia persigue un "renacimiento" nuclear con la construcción de 14 nuevos reactores hasta 2050
El presidente de Francia, Macron, habla de un renacimiento nuclear, después de años de incertidumbre sobre su futuro. El objetivo es construir 14 nuevos reactores de aquí a 2050
Produce hasta el 80% de la generación total de energía del país, la proporción más alta de energía nuclear en la combinación de generación en cualquier parte del mundo, y libre de CO2.
Expertos estiman que un objetivo más realista es construir 6 nuevos reactores para 2050 y extender la vida útil de 13 (o un máximo de 20) reactores. Eso dejaría la participación de la energía nuclear en el mix de Francia para 2050 en un máximo del 40% y, de manera más realista, del 30%.
Bases de partida
- Dado que los nuevos proyectos nucleares han enfrentado importantes retrasos en la construcción y sobrecostos, el plan de Francia de construir 14 nuevos reactores para 2050 no es realista.
- La energía nuclear debería seguir desempeñando un papel clave en el sector energético francés, pero no a expensas del crecimiento de las energías renovables.
- La política francesa ha pasado recientemente de un compromiso de reducir la generación nuclear a llamados a un “renacimiento” de la tecnología.
- La fuerte dependencia de Francia de la energía nuclear ha mantenido las emisiones de su sector energético relativamente bajas, pero lo ha dejado expuesto a los numerosos desafíos asociados con esta tecnología.
Seguridad energética
Tras la invasión rusa a gran escala de Ucrania en febrero de 2022 y la posterior fuerte reducción del suministro de gas por gasoducto ruso a Europa, los precios spot de la energía en el continente se dispararon y afectaron gravemente a los consumidores industriales y minoristas. Los precios alcanzaron su punto máximo en agosto de 2022 y se mantuvieron históricamente altos hasta 2023. Ahora los precios han vuelto a los niveles anteriores a 2022.
En los últimos dos años, las importaciones europeas de gas ruso canalizado han sido reemplazadas en gran medida por gas natural licuado (GNL) de fuentes alternativas. Las restricciones y los mecanismos de respuesta de la demanda han contribuido a absorber el shock de precios. Los consumidores de la Unión Europea han demostrado mucha resiliencia en su capacidad para reducir el consumo de energía. La participación de Rusia en las importaciones de gas de la UE ha caído del 40% en 2021 a menos del 15% ahora (incluidos los suministros de tuberías y GNL).
En el caso de Francia, esta crisis energética fue especialmente desafiante ya que coincidió con la parada de muchos reactores nucleares para realizar trabajos de mantenimiento . En 2022, el país fue importador neto de energía por primera vez en más de 40 años. En 2023, cuando la mayoría de los reactores nucleares volvieron a estar en funcionamiento, volvió a ser un exportador neto de energía. El episodio ilustró los riesgos de la exposición de Francia a la energía nuclear .
La energía nuclear ha dominado el mix energético de Francia desde la década de 1980
El desarrollo de plantas nucleares en Francia comenzó en la década de 1970, en parte como respuesta al embargo petrolero de la OPEP de 1973. La energía nuclear fue vista como una forma de garantizar la independencia energética del país. La primera planta entró en funcionamiento en 1977. Luego se agregaron nuevas unidades al sistema casi anualmente hasta 1999 (ver Gráfico 1).
Durante este período, la capacidad nuclear de Francia alcanzó los 61,5 gigavatios (GW). Esto se traduce en una media de 400 teravatios-hora (TWh) de producción al año, o entre el 70% y el 80% de la generación eléctrica total del país , según el año. Francia tiene la mayor proporción de energía nuclear en su combinación de generación en el mundo y ocupa el segundo lugar después de Estados Unidos en términos de capacidad instalada. Sumadas a sus 25 GW de capacidad hidroeléctrica, las dos tecnologías pueden cubrir en promedio el 90% de la demanda eléctrica base y máxima de Francia, sin emisiones de CO2 .
Francia también ha desarrollado una industria para exportar sus reactores nucleares . La última tecnología, el reactor presurizado europeo (EPR) , se ha entregado a Finlandia, China y el Reino Unido.
Sin embargo, como muestra el gráfico 1, Francia no ha construido un reactor nuclear desde 1999 , lo que significa que su experiencia en EPR no ha beneficiado a su flota nuclear nacional tanto como podría haberlo hecho. La construcción del último reactor, Flamanville 3, comenzó en 2007 y aún no ha sido puesto en servicio. Hasta el momento, lleva 12 años de retraso y casi cuatro veces el presupuesto .
Dado que muchos reactores están llegando al final de su vida útil de 40 años , los responsables de la toma de decisiones deben elegir si cerrarlos o extender sus operaciones 10 o 20 años a través de importantes programas de reacondicionamiento.
Cambio de política: Francia planea un “renacimiento nuclear”
El papel de la energía nuclear en la futura combinación energética de Francia se ha convertido en un debate político cada vez más crucial y controvertido.
Después de su elección a la presidencia en 2012, François Hollande se comprometió a reducir la participación de la energía nuclear en la producción de energía de Francia al 50% para 2035, con un ambicioso plan de desmantelamiento. Sin embargo, bajo su presidencia no se desmanteló ninguna unidad nuclear y no se fijaron fechas de desmantelamiento legalmente vinculantes para las centrales. El único compromiso vinculante era limitar la capacidad nuclear francesa a 63 GW .
Durante su primer mandato, entre 2017 y 2022, el presidente Emmanuel Macron no realizó ningún cambio de política nuclear, posponiendo el debate. Los reactores nucleares Flamanville 1 y 2 fueron clausurados en 2020 porque habían superado su vida útil de 40 años y no se había llegado a un acuerdo con el operador EDF para un importante programa de renovación.
Críticas
Durante su segundo mandato, Macron pidió un “ renacimiento nuclear ” y anunció el objetivo de construir 14 nuevos reactores para 2050 , con el objetivo implícito de mantener los 63 GW de capacidad y la participación de la energía nuclear en el mix de generación de energía. El anuncio fue duramente criticado en todo el espectro político, siendo el principal argumento que la energía nuclear frenaría el crecimiento de las energías renovables . También han surgido preocupaciones sobre los desafíos asociados con la tecnología nuclear, como cuestiones de seguridad, largos tiempos de construcción, enormes gastos de capital (ver Gráfico 2), un costo nivelado de la electricidad más alto que el de las energías renovables y la gestión de residuos .
Fuente: IRENA (Renovables) , EDF (Nuclear)
A pesar de su papel en la reducción de las emisiones de carbono, la energía nuclear no debe limitar el crecimiento de las energías renovables.
Es innegable que la energía nuclear ha ayudado a que las emisiones del sector energético francés sean relativamente bajas. Las emisiones son las quintas más bajas de Europa con 53,5 g de CO2 por kilovatio-hora, sólo detrás de países cuyas combinaciones de electricidad están dominadas por la energía hidroeléctrica : Islandia, Suiza, Suecia y Noruega. La intensidad de las emisiones del sector eléctrico francés es 10 veces menor que la de Alemania y 15 veces menor que la de Polonia (ver Gráfico 3).
La energía nuclear no se considera una tecnología renovable ya que se necesita uranio, pero el debate sigue abierto sobre si la energía nuclear es ecológica. La clara ventaja de la tecnología es proporcionar una generación de carga base estable y libre de CO2 para una larga vida útil .
Aunque sus desafíos son bien conocidos (por ejemplo, seguridad, costos, gestión de residuos), el plan francés de construir 14 nuevas unidades nucleares para 2050 parece, en el mejor de los casos, poco realista .
Los importantes retrasos en la construcción y los sobrecostos que enfrentaron los dos últimos EPR, Flamanville 3 en Francia y Olkiluoto 3 en Finlandia , son evidencia de que construir un promedio de un reactor cada dos años hasta 2050 no es un objetivo factible.
Sin duda, la energía nuclear debería seguir desempeñando un papel clave en Francia para aliviar la crisis climática, pero no mientras perjudique el crecimiento de las energías renovables.
Seis nuevos reactores de aquí a 2050 es realista
Los siguientes supuestos establecen las condiciones para evaluar la participación de la energía nuclear en el mix energético de Francia en 2050:
Suponiendo los parámetros anteriores (seis reactores construidos entre 2024 y 2050 parece una estimación razonable considerando el tiempo de entrega requerido para Flamanville 3 y Olkiluoto 3), 13 de los 56 reactores nucleares actualmente operativos necesitarían extender su vida útil en 20 años para alcanzar una cuota del 30% de la energía nuclear en el mix eléctrico. Para alcanzar el 40%, sería necesario ampliar la vida útil de 20 reactores en 20 años. Hasta el momento, no se ha llegado a ningún acuerdo entre el gobierno, la Autoridad de Seguridad Nuclear francesa y el operador de la planta EDF para establecer un programa de renovación de extensión de por vida.
Por lo tanto, en opinión del IEEFA y basándose en los supuestos anteriores, la participación de la energía nuclear en el mix de Francia para 2050 podría ser como máximo del 40% y, de manera más realista, del 30% , complementada con la energía eólica terrestre y marina, la solar, la biomasa y las mareas.
Fuente: Jonathan Bruegel, analista del sector energético en IEEFA Europa
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