Imagen: FG Trade/Getty Images La pérdida de la capacidad de distinguir los olores comunes podría indicar un futuro deterioro mental entre ...
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| Imagen: FG Trade/Getty Images |
La pérdida de la capacidad de distinguir los olores comunes podría indicar un futuro deterioro mental entre las personas con alto riesgo genético de la enfermedad de Alzheimer, sugiere un estudio.
28 julio 2023.- Investigaciones anteriores ya han encontrado que las personas que portan el alelo ε4 del gen de la apolipoproteína APOE tienen un mayor riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer.
El último estudio publicado en Neurology , ahora indica que las personas mayores con el alelo ε4 que todavía pueden vivir en casa pierden su sensibilidad al olfato años antes de que se vea afectada su capacidad para identificar olores o su función cognitiva.
Los problemas con la sensibilidad al olfato fueron evidentes entre los portadores de ε4 una década antes de que ocurrieran los problemas para identificar los olores y ya eran perceptibles entre los 65 y los 69 años de edad.
“Entre los pacientes portadores del alelo APOE-ε4, la disminución de la capacidad para detectar un olor puede ser uno de los primeros signos de que un paciente corre el riesgo de desarrollar un deterioro cognitivo posterior”, dijeron los autores del estudio.
El número de personas con enfermedad de Alzheimer (EA) se duplicará con creces para 2060 y la identificación de los síntomas tempranos permitiría intervenciones en una etapa potencialmente modificable de la enfermedad. Los autores del estudio señalan que las áreas del cerebro involucradas en el procesamiento de los olores son algunas de las primeras en verse afectadas por la afección.
Si bien la sensibilidad y la identificación de diferentes olores pueden implicar procesos superpuestos, la primera puede considerarse una función sensorial más periférica, mientras que la segunda requiere un funcionamiento cognitivo central adicional.
Para investigar más a fondo, el equipo estudió información recopilada cada 5 años entre 2005 y 2015 como parte del Proyecto Nacional de Vida Social, Salud y Envejecimiento, una encuesta longitudinal en una muestra representativa a nivel nacional de adultos mayores que viven en el hogar en los EE.UU.
La sensibilidad al olfato se midió a partir de concentraciones cada vez mayores de n-butanol que se presentaron en rotuladores junto con espacios en blanco. También se midió la capacidad de identificar olores comunes con palabras o imágenes. Ambos se compararon luego con las puntuaciones de la función cognitiva y el genotipo APOE.
El equipo descubrió que los adultos mayores que portaban un alelo APOE ε4 tenían menos sensibilidad al olfato que los no portadores, con una razón de probabilidad (OR) de 0,63.
Específicamente, las personas heterocigotas para el alelo tenían una menor sensibilidad a los olores que aquellas con el genotipo de referencia ε3/ε3 (ε3/ε4: OR=0.64, ε2/ε4: OR=0.31). Esta asociación ya era evidente entre los portadores de APOE ε4 de 65 a 69 años.
Por el contrario, no hubo asociación entre la identificación del olor y el estado de portador de APOE ε4 en general. Los problemas para identificar los olores solo se hicieron evidentes en los portadores de APOE ε4 a la edad de 75 a 79 años, lo que indica que esto se desarrolló más tarde que la insensibilidad al olfato. Un análisis posterior indicó que la sensibilidad a los olores solo se correlacionó débilmente con su identificación.
La capacidad para identificar diferentes olores fue similar en los portadores y no portadores de APOE ε4 inicialmente, pero disminuyó más rápidamente en los primeros en el transcurso de una década, con la interacción del estado del portador y el envejecimiento de 10 años con un OR de 0,26.
Aunque los portadores de APOE ε4 tendían a perder la capacidad de identificar olores más rápidamente durante los primeros 5 años de estudio, esto se aceleró durante los cinco años siguientes.
Al igual que con la identificación de olores, la cognición no fue peor en los portadores de APOE ε4 inicialmente, pero disminuyó más rápidamente durante los siguientes 5 años. Como era de esperar, una mejor cognición se asoció con una mayor identificación de los olores, señalan los investigadores.
En general, concluyen: "Estos resultados sugieren que las pruebas de sensibilidad al olor más tempranas pueden identificar a los pacientes en riesgo, lo que podría informar los estudios de las primeras etapas de la EA e identificar a los pacientes para terapias de intervención temprana".
Más información: Matthew S. GoodSmith, Kristen E. Wroblewski, L. Philip Schumm, Martha K. McClintock, Jayant M. Pinto. Association of APOE ε4 Status With Long-term Declines in Odor Sensitivity, Odor Identification, and Cognition in Older US Adults. Neurology Jul 2023, 10.1212/WNL.0000000000207659; DOI: 10.1212/WNL.0000000000207659
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