Los niños pequeños aprenden a razonar lógicamente antes de aprender a hablar, según un estudio
 |
| Un niño pequeño durante uno de los experimentos de la investigación. Fuente: Proporcionado por el grupo de investigación RICO del Centro de Cerebro y Cognición (CBC) de la UPF |
¿Cómo aprendemos a hablar durante la infancia o cómo adquirimos conocimientos sobre el mundo que nos rodea? Las interacciones sociales de los niños pequeños en su entorno social y familiar y en las escuelas ayudan a explicar esto, pero no son los únicos factores implicados.
06 septiembre 2023.- El pensamiento lógico natural, que se manifiesta desde edades muy tempranas y no depende del conocimiento del lenguaje, también facilita el proceso de aprendizaje, según un estudio liderado por el Centro Cerebro y Cognición de la UPF (Universitat Pompeu Fabra de Barcelona), cuyos resultados se han publicado en la revista Current Biology .
El estudio se centra en una cuestión que aún genera debate entre los neurocientíficos: si los bebés que aún no han aprendido a hablar (o están desarrollando el habla) son capaces de realizar un razonamiento lógico. Esta investigación pionera demuestra que este razonamiento lógico natural existe desde al menos los 19 meses de edad, no depende del conocimiento del lenguaje y se desarrolla principalmente a través de la estrategia de exclusión por eliminación.
Es decir, si los niños pequeños se enfrentan a una realidad desconocida, intentarían analizarla y llegar a alguna conclusión sobre ella descartando las opciones que no son posibles, según su nivel de conocimiento en ese momento.
Los resultados del trabajo se presentan en el artículo titulado "The scope and role of deduction in infant cognition", escrito por Kinga Anna Bohus, Nicolo Cesana-Arlotti, Ana Martín-Salguero y Luca Lorenzo Bonatti.
El investigador principal, L. Bonatti (ICREA), es el director del grupo de investigación Razonamiento y Cognición Infantil (RICO) del Centro de Cerebro y Cognición (CBC) de la UPF. Kinga Anna Bohus (autora principal) también pertenece al grupo N. Cesana-Arlotti y Ana Martín-Salguero, anteriormente vinculadas al CBC de la UPF, actualmente son investigadoras en la Universidad de Yale (EE.UU.) y en la École Normale Supérieure de París.
Los niños pequeños tienden a resolver incertidumbres descartando opciones imposibles
El estudio analiza la importancia de dos estrategias para que los bebés afronten las incertidumbres: la asociación y la exclusión (o eliminación de la disyunción). La primera estrategia significaría que los niños pequeños, al escuchar una palabra nueva que puede referirse a dos objetos desconocidos que pueden ver, asocian mentalmente el término con cada uno de ellos. Posteriormente, asociarían el término al objeto con el que mejor encaja ese nombre.
La segunda estrategia (exclusión) explica cómo un niño pequeño puede aprender una nueva palabra mediante el razonamiento lógico eliminando alternativas. Por ejemplo, si ven dos objetos (A y B) y escuchan un término desconocido que saben que no es A (porque saben el nombre de A), determinarán que es el nombre de B. Esta es la estrategia predominante, según los resultados del estudio.
Dos experimentos para analizar la lógica natural de los niños pequeños planteados con objetos y términos conocidos y desconocidos
El equipo de investigación realizó dos experimentos diferentes, el primero con 61 niños monolingües (26) y bilingües (35) de 19 meses y el segundo con 33 (19 mono y 14 bilingües). El análisis de cada grupo fue crucial para determinar si los procesos deductivos dependen de la experiencia lingüística.
En el primer experimento, a los participantes se les mostraron dos objetos, que debían asociar con una de las palabras que escuchaban, a través de diferentes pruebas. En la primera prueba, debían mirar dos objetos que conocían (p. ej., una cuchara y una galleta) y, al escuchar un término (p. ej., cuchara), asociarlo con uno de los dos.
En la segunda prueba, a los bebés se les mostró un objeto que conocían (por ejemplo, una manzana) y un objeto que no conocían (por ejemplo, un carburador), y escucharon la palabra correspondiente al objeto conocido (manzana), que habían identificar. La tercera prueba fue igual que la segunda, excepto que la palabra escuchada correspondía a la palabra desconocida (por ejemplo, carburador).
En el segundo experimento se utilizaron dos objetos o seres animados (por ejemplo, un paraguas y la figura de un niño), cada uno asociado a un sonido. Posteriormente, los dos objetos fueron tapados para que el infante no pudiera verlos y uno de ellos fue colocado en un vaso. Cuando fueron destapados, el niño sólo pudo ver uno de los dos objetos y tuvo que adivinar, por eliminación, cuál estaba dentro del cristal.
En una prueba posterior (con los dos objetos cubiertos y sin cambiar su posición), el bebé escuchó el sonido asociado a uno de ellos y se analizó si miraba en la dirección del objeto correcto.
En todas estas pruebas se evaluaron sus patrones de movimiento de la mirada. Por ejemplo, al razonar por exclusión, los niños pequeños miran el objeto A y, si descartan que el término que han escuchado se refiera a él, entonces dirigen su mirada hacia B. Esto se conoce como estrategia de doble verificación.
No existen diferencias relevantes en la lógica de los niños pequeños monolingües y bilingües
La autora principal de la investigación, Kinga Anna Bohus, resume los principales hallazgos del estudio de la siguiente manera: "Estudiamos la presencia del concepto de disyunción lógica en bebés de 19 meses. En una tarea de mapeo de palabras referentes, ambos bilingües y los bebés monolingües muestran un patrón de inspección oculomotora que anteriormente se consideraba un sello distintivo del razonamiento disyuntivo en adultos y niños".
En definitiva, los resultados del estudio no muestran diferencias relevantes entre el razonamiento lógico de los niños monolingües y bilingües, lo que confirma que no depende del conocimiento lingüístico. Este pensamiento lógico natural podría estar presente antes de los 19 meses, aunque todavía no hay suficiente evidencia científica que demuestre su presencia en edades más tempranas.
Más información: Kinga Anna Bohus et al, The scope and role of deduction in infant cognition, Current Biology (2023). DOI: 10.1016/j.cub.2023.08.028
COMENTARIOS