Los humanos llegaron a América 7.000 años antes de lo que se pensaba, según una nueva investigación
 |
| Las huellas provienen de un grupo de personas de diferentes edades. Crédito: Servicio de Parques Nacionales |
Cuándo y cómo los humanos se asentaron por primera vez en América es un tema de considerable controversia. En el siglo XX, los arqueólogos creían que los humanos llegaron al interior de América del Norte no antes de hace unos 14.000 años.
09 octubre 2023.- Pero un nueva investigación encontró algo diferente. Un último estudio dice respaldar la opinión de que hubo gente en Estados Unidos hace unos 23.000 años.
Los expertos del siglo XX pensaban que la aparición de los humanos había coincidido con la formación de un corredor sin hielo entre dos inmensas capas de hielo a caballo entre lo que hoy es Canadá y el norte de Estados Unidos. Según esta idea, el corredor, creado por el deshielo al final de la última Edad del Hielo, permitió a los humanos viajar desde Alaska hasta el corazón de América del Norte.
Poco a poco, esta ortodoxia se desmoronó. En las últimas décadas, las fechas de las primeras evidencias de existencia humana se han remontado desde hace 14.000 años a hace 16.000 años. Esto sigue siendo coherente con el hecho de que los humanos sólo llegaron a América cuando estaba terminando la última Edad de Hielo.
En septiembre de 2021, un artículo en Science databa las huellas fósiles descubiertas en Nuevo México hace unos 23.000 años, el apogeo de la última Edad del Hielo. Fueron hechos por un grupo de personas que pasaban por un antiguo lago cerca de lo que ahora es White Sands. El descubrimiento añadió 7.000 años al registro de humanos en el continente, reescribiendo la prehistoria americana.
Si los humanos estaban en América en el apogeo de la última Edad de Hielo, o el hielo planteaba pocas barreras para su paso, o los humanos habían estado allí durante mucho más tiempo. Quizás habían llegado al continente durante un período anterior de deshielo.
Estas observaciones fueron criticadas, sin embargo ahora los científicos aseguran tener pruebas que confirman las fechas tempranas.
La clave: datación del polen
Para muchas personas, la palabra polen evoca un verano de alergias, estornudos y miseria. Pero el polen fosilizado puede ser una poderosa herramienta científica.
En el estudio de 2021, se llevó a cabo la datación por radiocarbono de semillas de pasto común que se encuentran en capas de sedimentos por encima y por debajo de donde se encontraron las huellas. La datación por radiocarbono se basa en cómo una forma particular, llamada isótopo, de carbono (carbono-14) sufre desintegración radiactiva en organismos que han muerto en los últimos 50.000 años.
Algunos investigadores afirmaron que las fechas de radiocarbono de la citada investigación de 2021 eran demasiado antiguas porque estaban sujetas a algo llamado efecto del "agua dura" . El agua contiene sales de carbonato y por tanto carbono. El agua dura es agua subterránea que ha estado aislada de la atmósfera durante algún período de tiempo, lo que significa que parte de su carbono-14 ya ha sufrido desintegración radiactiva.
El pasto común es una planta acuática y los críticos dijeron que las semillas de esta planta podrían haber consumido agua vieja, mezclando los dátiles de una manera que los hacía parecer más viejos de lo que eran.
¿Cómo se ha probado la nueva datación?
La datación por radiocarbono es sólida y bien comprendida. Se puede datar cualquier tipo de materia orgánica de esta forma siempre que tengas suficiente cantidad. Entonces, dos miembros del equipo investigador, Kathleen Springer y Jeff Pigati, del Servicio Geológico de Estados Unidos, se propusieron fechar los granos de polen. Sin embargo, los granos de polen son muy pequeños, normalmente de unos 0,005 milímetros de diámetro, por lo que se necesitan muchos.
Esto planteó un desafío formidable: se necesitan miles de ellos para obtener suficiente carbono para fechar algo. De hecho, necesitas 70.000 granos o más.
La ciencia médica proporcionó una solución notable a nuestro enigma. Se utilizó una técnica llamada citometría de flujo, que se usa más comúnmente para contar y tomar muestras de células humanas individuales, para contar y aislar polen fósil para la datación por radiocarbono.
La citometría de flujo utiliza las propiedades fluorescentes de las células, estimuladas por un láser. Estas células se mueven a través de una corriente de líquido. La fluorescencia hace que se abra una puerta, lo que permite desviar, tomar muestras y concentrar las células individuales en el flujo de líquido.
Se recogieron granos de polen en todas las capas de sedimentos entre las huellas de White Sands, lo que permite fecharlas. La principal ventaja de tener tanto polen es que puedes recoger plantas como los pinos que no se ven afectadas por el agua vieja. Las muestras fueron procesadas para concentrar el polen en su interior mediante citometría de flujo.
Después de un año o más de laborioso y costoso trabajo de laboratorio, las fechas basadas en el análisis de polen de pino validaron la cronología original de las huellas. También demostraron que los antiguos efectos del agua estaban ausentes en este emplazamiento.
El polen también permitió reconstruir la vegetación que estaba creciendo cuando la gente dejó las huellas. Se obtuvieron exactamente los tipos de plantas que esperaríamos que hubieran estado allí durante la Edad del Hielo en Nuevo México.
También se empleó una técnica de datación diferente llamada luminiscencia ópticamente estimulada (OSL) como verificación independiente. OSL se basa en la acumulación de energía dentro de granos de cuarzo enterrados a lo largo del tiempo. Esta energía proviene de la radiación de fondo que nos rodea.
Cuanta más energía encontremos, más antiguos podemos asumir que son los granos de cuarzo. Esta energía se libera cuando el cuarzo se expone a la luz, por lo que lo que estás fechando es la última vez que los granos de cuarzo vieron la luz del sol.
Para tomar muestras del cuarzo enterrado, se introducen tubos de metal en el sedimento y se retiran con cuidado para evitar exponerlos a la luz. Tomando granos de cuarzo del centro del tubo, los expones a la luz en el laboratorio y mides la luz emitida por los granos. Esto revela su edad. Las fechas de OSL respaldaron las obtenidas usando otras técnicas.
El humilde grano de polen y una maravillosa tecnología médica parecen confirmar las fechas en que se dejaron las huellas y cuándo la gente llegó a América.
- Fuente: Jeffrey S. Pigati et al.
COMENTARIOS