Grupos de la sociedad civil piden el fin de los biocombustibles de soja
Cosechadora de soja |
Treinta organizaciones sin fines de lucro, incluidas T&E, WWF, Oxfam y Birdlife, piden a la Comisión Europea que elimine gradualmente el apoyo a los biocombustibles de soja que provocan la deforestación.
08 febrero 2024.- La Comisión tiene una última oportunidad antes de las elecciones al Parlamento Europeo de junio para incluir el aceite de soja junto con el aceite de palma en su clasificación de materia prima con alto riesgo de ILUC en la Directiva sobre energías renovables (RED).
Tanto el aceite de soja como el de palma ya han sido identificados como importantes impulsores de la deforestación y la degradación forestal y están cubiertos por el Reglamento sobre deforestación de la UE recientemente adoptado. Por lo tanto, la carta pide a la Comisión que garantice la coherencia de las políticas y evite que la RED actúe como una laguna que permita la entrada a la UE de productos que impulsan la deforestación.
El Parlamento Europeo ya ha pedido una eliminación gradual inmediata tanto del aceite de soja como del aceite de palma durante las negociaciones RED, mientras que varios Estados miembros de la UE, incluidos Francia, Dinamarca, Bélgica y los Países Bajos, ya han comenzado esta eliminación por su propia voluntad.
Todos los biocombustibles elaborados a partir de cultivos deberían eliminarse gradualmente de los objetivos de energía renovable de la UE, ya que utilizar tierras para la producción de biocombustibles es contraproducente en términos climáticos.
El biodiésel a base de soja es uno de los peores infractores y se ha demostrado que emite hasta el doble de CO2 que el diésel de combustible fósil al que se utiliza para sustituir, si se tiene en cuenta la deforestación indirecta causada por la demanda de aceite de soja. Actualmente, los biocombustibles de soja y palma constituyen sólo un tercio del volumen de materia prima del biodiésel de la UE, pero contribuyen con dos tercios de las emisiones de CO2 del biodiésel en la UE.
A pesar de estos impactantes hechos, el biodiesel de soja ha crecido rápidamente en la UE en los últimos años. Entre 2015 y 2022, el consumo de biodiesel de soja en la Unión Europea se quintuplicó , lo que subraya la necesidad de un examen crítico de sus implicaciones ambientales y sociales.
Actualmente, la Comisión enfrenta una fuerte presión comercial por parte de los países productores de soja, por lo que sigue siendo crucial que los datos científicos que resaltan la necesidad urgente de la eliminación inmediata de los biocombustibles de soja y palma guíen el proceso de toma de decisiones. La eliminación gradual de materias primas con alto riesgo de ILUC es compatible con las normas de la OMC, sobre la base de la protección ambiental.
En última instancia, las disputas y negociaciones comerciales no deberían disuadir a la UE de tomar decisiones climáticas esenciales y alinearse con sus compromisos internacionales.
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