Desde que nacemos, utilizamos el oído para conectarnos con nuestro entorno, nos ayuda a comunicarnos y a dar a conocer nuestras necesidade...
Desde que nacemos, utilizamos el oído para conectarnos con nuestro entorno, nos ayuda a comunicarnos y a dar a conocer nuestras necesidades. Sin embargo, alrededor del 5% de la población en el mundo tiene problemas auditivos.
Tener problemas de audición nos afecta a otros aspectos de nuestra vida, además de a la comunicación, pues influye también en la seguridad, el aprendizaje y la memoria de las personas, así como a nuestra capacidad de integración social, laboral y escolar. La prevención es clave para evitar pérdidas auditivas y enfermedades asociadas a los oídos.
A partir de los 30, las personas van perdiendo audición de manera progresiva. Sin embargo, a medida que se van cumpliendo años, es importante no achacar todos los problemas a la edad y vigilar los posibles cambios en la capacidad auditiva y consultar con el médico en caso de que se perciba un deterioro.
Enfermedades que causan pérdida de audición
Hay algunas situaciones que pueden ocasionar pérdida de audición, tanto en las personas jóvenes como en las mayores, como puede ser los tapones de cera: la producción de cera espesa en nuestros oídos favorece que aparezcan tapones de cerumen, que pueden ocasionar hipoacusia, o sordera parcial. En ese caso, será necesario extraer el tapón.
Si bien puede pensar que es solo una molestia, la cera en los oídos en realidad juega un papel importante. Ayuda a mantener la piel del oído sana y húmeda, y los médicos creen que puede proteger el canal auditivo de infecciones. Si no hubiera cerumen en el mundo, tus oídos se sentirían secos y con picazón. Probablemente los rasque constantemente y tenga infecciones del canal auditivo con más frecuencia.
Muchas personas sienten la tentación de meterse algo en los oídos para tratar de sacar la cera y rascarse un poco el oído. El problema es que, si bien es posible que salga un poco de cera, probablemente esté empujando más de lo que está extrayendo. Si sigue presionando más y más, tarde o temprano su canal auditivo se llenará y rebosará de bondad cerosa.
Ciertas patologías son más frecuentes a medida que avanza la edad y producen hipoacusia:
- La otosclerosis es una patología crónica que está ocasionada por la afectación de los huesos pequeños del oído medio. Suele tener un componente familiar o hereditario y aparecer a edades tempranas, aunque, en muchas ocasiones, esta enfermedad no está diagnosticada. Para solucionarla, es necesaria una intervención quirúrgica.
- La presbiacusia puede ser de distintos tipos, pero, en líneas generales, supone un envejecimiento prematuro del oído. Se suele solucionar con audífonos.
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| El cerumen de cada uno es único. Algunos son más pastosos, otros son secos, otros son amarillos, marrones o negros. Los científicos han descubierto un gen que parece calibrar qué tan húmeda o seca está la cera. Entonces, si tu cera es realmente pastosa y huele mal, es otra cosa que puedes culpar a tus padres. |
Sospecha de pérdidas auditivas en niños
En el caso de los más pequeños, hay algunos indicativos que pueden hacer pensar a padres y profesionales sanitarios que se puede estar produciendo una pérdida auditiva. Algunos de ellos son:
- Cuando el niño no habla ni presenta el nivel de desarrollo del lenguaje que es habitual para su edad.
- No escucha correctamente lo que se le dice por teléfono, sube el volumen de la televisión, de la música…
- Pide frecuentemente que se le repitan las cosas.
- No tiene un buen rendimiento en el colegio o se comporta de manera inadecuada.
- Tiene síntomas de infección de oído, tales como secreción de pus, dolor, sensación de zumbido o bloqueo. Todo ello puede estar acompañado, o no, de fiebre.
En estos casos, es importante comentarlo con el pediatra, que determinará los siguientes pasos a dar para diagnosticar el problema y buscar una solución al mismo.
Consejos para cuidar de nuestra audición
Para tener unos oídos sanos, hay algunos consejos que podemos seguir y nos ayudarán a mantener este sentido en las mejores condiciones posibles:
- Evitar los ambientes muy ruidosos, tanto laborales como de ocio, y utilizar tapones en caso de tener que estar en los mismos de forma inevitable. Es importante tener en cuenta que el daño auditivo se acumula con el tiempo.
- Bajar el volumen de aparatos electrónicos, como reproductores de música, la televisión o los videojuegos, y tener descansos auditivos (pararlos) cuando se están utilizando.
- No manipular los conductos auditivos realizando autolimpiezas ni introducir dentro de los mismos bastoncillos, algodón o las uñas.
- Evitar que nos entre agua en los oídos si tenemos una perforación de la membrana del tímpano o presentamos algún tipo de inflamación de la piel de los conductos auditivos externos.
- Controlar las patologías que están relacionadas con el sistema cardiovascular, como la hipertensión, la diabetes o las dislipidemias (colesterol y triglicéridos altos), ya que pueden deteriorar el sistema auditivo.
Sigue estos consejos y recuerda consultar con tu médico en caso de duda o si percibes cualquier problema de audición.
Para saber más:
Manual básico del cuidado del oído y la audición. OMS. Febrero, 2020.
Cómo cuidar nuestros oídos. Clínica Universidad de Navarra. Octubre, 2018.
Cuidar la vista y el oído. Sociedad Española de Geriatría y Gerontología.
Tips to Preserve Your Child’s Hearing during the Holidays. Healthychildren.org. Noviembre, 2019.
Tus oídos. KidsHealth.
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