El bioetanol de la hierba miscanthus gigante, combinado con el almacenamiento de carbono en depósitos de petróleo agotados, puede contribu...
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| El bioetanol de la hierba miscanthus gigante, combinado con el almacenamiento de carbono en depósitos de petróleo agotados, puede contribuir significativamente a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Fuente: Universidad de Hohenheim / Wolfram Scheible |
Una reducción significativa de los gases de efecto invernadero es factible. Esta es la conclusión a la que han llegado investigadores de la Universidad de Hohenheim en Stuttgart.
El truco: una combinación de producción de bioetanol a partir de recursos renovables con tecnologías de captura y almacenamiento de carbono. Dependiendo del enfoque de cálculo utilizado, es probable una reducción de más del 100 por ciento en comparación con el punto de referencia de la UE para los combustibles fósiles, lo que significa que incluso puede haber un balance de CO 2 negativo. El proceso utiliza la hierba gigante miscanthus, que ha demostrado con éxito su idoneidad para esta forma de producción de biocombustibles dentro del proyecto conjunto europeo de la UE GRACE .
Una medida importante para mitigar el cambio climático es emitir menos gases de efecto invernadero. El sector del transporte en particular puede hacer una contribución significativa aquí, por ejemplo, reemplazando la gasolina derivada del petróleo fósil con bioetanol hecho de materias primas renovables.
Los investigadores del proyecto conjunto "Growing Advanced industrial Crops on Marginal Lands for Biorefineries" (GRACE) están investigando cómo esta tecnología ya establecida puede optimizarse aún más con un nuevo enfoque: combinar la producción de bioetanol con la captura de carbono y tecnologías de almacenamiento, para eliminar el dióxido de carbono (CO 2 ) de la atmósfera".
Junto con investigadores croatas, se está desarrollando actualmente en Croacia un nuevo proyecto de biorrefinería con este propósito: se integrará una planta de bioetanol en una refinería de petróleo existente propiedad de la compañía de petróleo y gas INA en Sisak. El objetivo es: comprimir el CO 2 creado durante la producción de bioetanol, inyectarlo en las cavidades existentes de los yacimientos de petróleo agotados y almacenarlo allí durante varios cientos de años.
La refinería croata está muy cerca de depósitos de petróleo agotados que pueden usarse para el almacenamiento de CO 2 y estos depósitos son, según los expertos, estables a largo plazo durante los próximos 1.000 años y más.
Por otro lado, se estima que existen unas 60.000 hectáreas de tierras agrícolas sin utilizar en el condado de Sisak-Moslavina, algunas de las cuales pueden utilizarse para producir la biomasa necesaria para la producción de bioetanol. Gran parte de esta tierra se utilizó para la agricultura en el pasado, pero fue abandonada durante la guerra de Yugoslavia en la década de 1990.
Miscanthus: más que una alternativa a las materias primas fósiles
Los investigadores están prestando especial atención a Miscanthus x giganteus. Originaria del sudeste asiático, esta hierba gigante crece hasta los tres metros de altura y es extremadamente robusta. Miscanthus se puede cultivar en las llamadas tierras marginales que no son aptas para el cultivo rentable de otros cultivos. De esta manera, la tierra no utilizada se puede cultivar de nuevo sin competir con cultivos alimentarios y forrajeros u otros productos, afirman los científicos.
Una vez establecido como cultivo permanente, el miscanthus no solo reduce el riesgo de erosión y estabiliza el suelo, sino que también suprime eficazmente el crecimiento de malas hierbas. Esto es relevante porque el falso índigo (Amorpha fruticosa), una planta invasora originaria de América del Norte, se está extendiendo rápidamente en la zona en cuestión.
No solo un cultivo energético prometedor
A pesar de su entusiasmo por las posibilidades de la bioeconomía, los socios también quieren probar si podría haber efectos negativos para las personas y el medio ambiente y qué intensidad de cultivo de biomasa es segura y sensata. Un posible efecto negativo sería que, por ejemplo, el cultivo más intensivo de biomasa obligara a abandonar otros usos de la tierra. En el mejor de los casos, se crearían puestos de trabajo, especialmente en áreas de Croacia que han quedado desiertas desde el conflicto de los Balcanes.
En el proyecto europeo de bioeconomía Growing Advanced industrial Crops on Marginal Lands for Biorefineries (GRACE), la Universidad de Hohenheim reúne a 22 socios del proyecto de la ciencia, la agricultura y la industria de toda Europa. Estos incluyen la Universidad e Investigación de Wageningen, AgroParisTech y la Universidad de Bolonia, todos los cuales con la Universidad de Hohenheim han unido fuerzas en la Universidad Europea de Bioeconomía (EBU). Objetivos: Promover la cooperación entre los productores de biomasa y las empresas procesadoras en Europa, creando cadenas de valor fluidas y haciendo que la producción de biomasa sea más atractiva con nuevos tipos de cultivos, métodos de cultivo innovadores y el uso de áreas previamente no utilizadas.
Más información: Web del proyecto: www.grace-bbi.eu/
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