Renault podría vender parte de su participación del 43% en Nissan para ayudar a financiar el cambio a los vehículos eléctricos . Renault G...
Renault podría vender parte de su participación del 43% en Nissan para ayudar a financiar el cambio a los vehículos eléctricos.
Renault Group está considerando vender parte de su participación en Nissan, una medida que podría recaudar miles de millones de euros para su cambio a vehículos eléctricos y aliviar las tensiones de larga data con su socio de alianza, dijeron personas familiarizadas con el asunto.
La propia Nissan podría estar dispuesta a comprar parte de los 1.830 millones de acciones del fabricante de automóviles japonés que posee Renault, según las personas, que pidieron no ser identificadas porque las discusiones no son públicas. Renault también puede buscar otros adquirentes para una parte de su participación del 43 por ciento en Nissan. Los portavoces de Renault y Nissan se negaron a comentar.
Al recortar una participación por valor de 983.500 millones de yenes (7.100 millones de euros), Renault estaría caminando por una línea muy fina: tratando de reequilibrar una alianza de 23 años sin desmoronarse. Una estructura desigual de participación accionaria cruzada (Nissan posee solo el 15 por ciento de Renault y carece de derecho a voto) ha sido un punto doloroso para las facciones de los ejecutivos de Nissan desde hace años.
Una venta podría ayudar a financiar importantes cambios estructurales que el presidente ejecutivo de Renault, Luca de Meo, comenzó a esbozar en febrero. La compañía está considerando una ruptura y una cotización separada de su negocio de vehículos eléctricos. Su negocio heredado podría entonces unir fuerzas con un socio.
Una opción sería Zhejiang Geely Holding Group de China, que controla Volvo Cars, dijeron las personas. Renault llegó a un acuerdo de producción conjunta con Geely a principios de este año para una planta en Corea del Sur, y los dos han dicho que también podrían cooperar en China. Un representante de Geely se negó a comentar.
El factor Rusia
De Meo, de 54 años, estaba dando grandes pasos para cambiar el rumbo de Renault antes de que la invasión rusa de Ucrania casi obligara a la compañía a comenzar a salir de su segundo mercado más grande.
La retirada será costosa: el fabricante de automóviles dijo que asumirá un cargo no monetario por valor de 2.200 millones de euros (2.400 millones de dólares) de sus activos en Rusia, que incluyen una planta de fabricación en Moscú. También está evaluando opciones para su participación en el fabricante de Lada, AvtoVAZ, y podría intentar transferir la propiedad a un inversionista local.
Las negociaciones para remodelar la alianza Renault-Nissan, que no se han discutido públicamente, podrían llevar meses.
La exclusión de vehículos eléctricos de Renault podría incluir los activos de Nissan. Nissan también sería un socio en las operaciones híbridas y de motores de combustión heredadas del fabricante de automóviles francés. Las dos compañías están trabajando juntas en la revisión estructural de Renault, dijo el director financiero Thierry Pieton a los analistas el pasado viernes.
Nissan estaría en una mejor posición que hace un año para recomprar sus acciones, si Renault decide vender. La compañía con sede en Yokohama, Japón, tiene 2 billones de yenes ($15,600 millones) en efectivo y equivalentes disponibles, y las ganancias operativas del año fiscal están en camino de ser positivas por primera vez desde 2019.
Ashwani Gupta, director de operaciones de Nissan y exejecutivo del Grupo Renault, viajará a París la próxima semana para conversar con de Meo antes de una reunión más amplia entre los ejecutivos de Renault y Nissan en Tokio el próximo mes.
Lazos 'irrompibles'
La tensión en torno a la naturaleza asimétrica de los vínculos de las empresas casi destruyó la alianza tras el arresto en Japón en 2018 del expresidente Carlos Ghosn. Desde entonces, los fabricantes de automóviles se han centrado en planes de recuperación separados para superar el daño causado por el derrocamiento de Ghosn y la pandemia.
Las negociaciones destinadas a reequilibrar la alianza franco-japonesa, que también incluye a Mitsubishi Motors, se llevaron a cabo en 2019, pero quedaron relegadas a problemas operativos y de gestión más urgentes. Se han mantenido fuera de la mesa hasta ahora.
Reducir la participación de Renault al 15 por ciento, el mismo nivel que la propiedad de Renault por parte de Nissan, podría generar alrededor de 4.650 millones de euros al precio actual de las acciones. Es poco probable que Renault venda todo el holding, ya que eso debilitaría la alianza.
El acuerdo operativo que rige la sociedad, conocido como RAMA, también podría tener que modificarse con un cambio en la participación accionaria, dijeron algunas de las personas. El acuerdo ha sido durante mucho tiempo una fuente de fricciones entre los socios, al igual que la participación del 15 por ciento del gobierno francés en Renault, que viene con doble derecho a voto.
La alianza describió planes en enero para fortalecer los lazos operativos e invertir en electrificación, lo que podría complicar cualquier separación de los negocios de vehículos eléctricos de Renault y Nissan. El presidente de Renault, Jean-Dominique Senard, dijo que los vínculos más estrechos de las empresas serían "totalmente irrompibles".
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