economía, deuda española
17 noviembre 2025.- La deuda pública del Reino de España se situó al cierre del tercer trimestre de 2025 en el 103,2% del Producto Interior Bruto (PIB), según los datos actualizados. Esta cifra representa una moderación en el ratio de endeudamiento en relación con el PIB con respecto a los trimestres precedentes, aunque el volumen total de la deuda alcanzó un nuevo máximo histórico al superar los 1,7 billones de euros.
La evolución de la deuda española durante el presente ejercicio ha estado marcada por una tendencia decreciente en el porcentaje sobre el PIB, impulsada por un crecimiento nominal del PIB que ha superado el ritmo de la emisión neta de deuda, si bien esta última sigue siendo sustancial.
| Periodo | Ratio Deuda/PIB | Volumen (Billones de €) | Variación Trimestral |
| Marzo (T1) | 104,5% | 1,67 | - |
| Junio (T2) | 103,8% | 1,685 | -0,7 p.p. |
| Septiembre (T3) | 103,2% | 1,7 | -0,6 p.p. |
Al inicio del año, en marzo (T1), el ratio de endeudamiento se situó en el 104,5% del PIB. Durante el segundo trimestre (junio), se observó una primera reducción significativa hasta el 103,8%, reflejando la estacionalidad positiva de la recaudación fiscal y la recuperación económica. La cifra de septiembre confirma la trayectoria de consolidación, aunque el volumen absoluto ha continuado su escalada.
Récord en volumen absoluto
La cifra de 1,7 billones de euros en deuda consolida un nuevo máximo histórico en términos nominales. Fuentes del Ministerio de Economía explican que este incremento se debe principalmente a las continuas necesidades de financiación del Estado, necesarias para cubrir el déficit presupuestario y las obligaciones financieras a largo plazo.
El ritmo de emisión, aunque planificado, se mantiene elevado para garantizar la liquidez del Tesoro y afrontar el vencimiento de deuda antigua, lo que inevitablemente eleva el stock total de pasivos, superando por primera vez la barrera del 1,7 billones de euros.
A pesar del récord en volumen, la moderación del ratio al 103,2% es interpretada por el Gobierno como una señal de que la senda de crecimiento económico está siendo efectiva en la reducción del peso relativo del endeudamiento.
El Ejecutivo reitera su compromiso con el Plan de Estabilidad, cuyo objetivo es situar el ratio de deuda pública por debajo del 100% del PIB en el medio plazo, en línea con las exigencias y recomendaciones de la Comisión Europea para la consolidación fiscal post-pandemia. Para lograrlo, la contención del gasto y el aumento de los ingresos fiscales serán prioritarios en el último trimestre de 2025 y durante el ejercicio 2026.
Consecuencias de una caída repentina del PIB
Una caída del 10% en el Producto Interior Bruto (PIB) de España en un solo año representaría una recesión económica histórica y extremadamente grave, comparable únicamente al colapso registrado durante el pico de la pandemia en 2020 (cuando el PIB cayó un 10,8%).
Este escenario desencadenaría una cascada de efectos destructivos en múltiples áreas. A continuación, se detallan las principales consecuencias económicas y sociales:
1. Finanzas Públicas y Deuda
Este sería el impacto más inmediato y dramático en términos de ratios:
Disparo de la Deuda/PIB: Dado que el denominador (el PIB) se reduce drásticamente, el ratio de deuda pública se dispararía. Si la deuda se mantiene constante en 1,7 billones de euros, un descenso del 10% en el PIB haría que la ratio superara ampliamente el 115%-120% del PIB, acercándose a los niveles máximos históricos.
Aumento del Déficit Público: El Estado experimentaría un "efecto tijera":
Menos Ingresos: La recaudación fiscal (IVA, IRPF, Impuesto de Sociedades) se desplomaría debido a la menor actividad, el menor consumo y la caída de los beneficios empresariales.
Más Gastos: Aumentarían automáticamente los gastos sociales, especialmente las prestaciones por desempleo y los subsidios.
La combinación de ambos factores provocaría un déficit público masivo, requiriendo una financiación de emergencia.
Crisis de Financiación: La prima de riesgo (spread con el bono alemán) se dispararía. Las agencias de rating rebajarían la calificación crediticia de España, encareciendo enormemente la financiación en los mercados y poniendo en peligro la capacidad del Tesoro de emitir nueva deuda.
2. Empleo y Mercado Laboral
Una contracción del 10% del PIB implica el cese de actividad de una parte significativa del tejido productivo.
Desplome de la Ocupación: La tasa de desempleo se dispararía hasta alcanzar, o incluso superar, los niveles máximos de la Gran Recesión de 2008 (cuando se superó el 25%). Millones de personas perderían su empleo.
Cierre de Empresas: Se produciría una oleada de concursos de acreedores y quiebras empresariales, especialmente entre las PYMEs y en sectores muy sensibles al ciclo económico (turismo, automoción, construcción).
Recortes Salariales: Las empresas supervivientes aplicarían severos ajustes en forma de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs) masivos, recortes salariales y congelación de contrataciones.
3. Confianza, Consumo e Inversión
El factor psicológico jugaría un papel crucial, paralizando la actividad:
Parálisis del Consumo: La incertidumbre sobre el futuro y el miedo a la pérdida de empleo llevarían a las familias a reducir drásticamente el consumo discrecional y aumentar el ahorro precautorio, profundizando la espiral recesiva.
Freno a la Inversión: Las empresas suspenderían o cancelarían todos los proyectos de inversión (CapEx) a la espera de una recuperación de la demanda y una mayor estabilidad económica.
Tensión en el Sistema Bancario: El aumento del desempleo y las quiebras empresariales elevarían la morosidad crediticia. Los bancos verían crecer sus pérdidas, lo que podría obligarles a restringir aún más el crédito (credit crunch), dificultando la financiación de la economía real.
4. Impacto Social
Las consecuencias económicas se traducirían directamente en un severo impacto social:
Aumento de la Pobreza y la Desigualdad: La pérdida de empleo y el estancamiento de los salarios empujarían a amplios sectores de la población a situaciones de vulnerabilidad.
Tensiones Políticas y Sociales: Una crisis de tal magnitud podría generar un clima de malestar social, desconfianza institucional y gran inestabilidad política, dificultando la aplicación de las necesarias medidas de ajuste y estímulo.
En resumen, una caída del 10% en el PIB no es solo una cifra estadística; representa la materialización de una crisis económica y social de gran calado, que requeriría una intervención masiva y coordinada a nivel nacional y europeo para evitar un colapso económico total.

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