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| Vista panorámica de Béjar |
La Sierra de Béjar, prolongación del Sistema central, se alza majestuosa al sureste de Salamanca para custodiar sus límites frente al sur cacereño y el este abulense, prestándose de mil amores a la escalada, el montañismo y el esquí.
La ciudad de Béjar ofrece al visitante un gran cúmulo de atractivos turísticos, rincones, plazas, edificios históricos. No en vano, el casco antiguo de Béjar fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 1974. Además, el viajero no debe perderse la sierra de Las Batuecas ni la estación de esquí de La Covatilla.
Béjar, depositaria de una antigua tradición textil desde el siglo XIII gracias a la excelente lana de sus merinas, se erige en cabeza de una comarca dinámica con sus atractivos turísticos. El caserío se recuesta escalonadamente sobre la cima y falda meridional de una loma, mientras a sus pies corre el río Cuerpo de Hombre. El Cuerpo de Hombre nace en Hoya de Moros, circo glaciar extinto de la sierra de Candelario, que es parte de la sierra de Béjar en el Sistema Central, a 2300 m de altura.
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| Restos de la muralla medieval de Béjar |
UN POCO DE HISTORIA
El origen de la localidad castellano-leonesa se corresponde, según algunos historiados, con la antigua Desobriga que cita Tolomeo o, en opinión de otros, con Vecor, refugio de Viriato al huir de los romanos.
Aunque antes, al parecer, la tribu celtíbera de los vettones estuvo asentada allí desde el año 400 a.C., especialmente en las zonas hoy denominadas La Antigua y La Corredera. Los romanos la ocuparon en el siglo I a.C., construyendo en sus inmediaciones la Vía de la Plata.
Construyeron una alcazaba sobre la que hoy se alza el Palacio Ducal, y rodearon la villa con doble muralla, que aún pervive en la parte occidental, allá por el siglo XI. Según la tradición, la conquista de Béjar se produjo por sorpresa. Bajo el reinado de Alfonso VIII, un 17 de junio, día de Santa Marina, los guerreros cristianos se camuflaron con musgo sorprendiendo a los musulmanes en lo que más tarde se llamaría ‘Puerta de la traición’. En recuerdo de aquella hazaña, los bejaranos celebran la fiesta de Los hombres de Musgo en el mes de junio, el día del Corpus Christi, con una colorista procesión.
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| Fiesta de los Hombres de Musgo en Béjar. La festividad del Corpus es una fiesta cristiana del siglo XIII, donde se celebra públicamente que en la eucaristía se transforma el pan y el vino, en el cuerpo y la sangre de Cristo. Esta creencia estuvo alentada y muy protegida por los Duques de Béjar y los siguientes gobiernos municipales que han ido sucediéndose a lo largo de la historia de la ciudad. |
En 1211, Alfonso VIII la dota de fuero y Sancho IV deslinda sus términos en 1291. A cambio de su renuncia al trono, Alfonso de la Cerda se hace con el señorío de Béjar y Piedrahita en 1304, aunque Fernando IV lo incorpora de nuevo a la Corona. Al despuntar el siglo XV, Enrique III se la dona a su mayordomo Diego López de Zúñiga, y desde entonces Béjar quedará vinculada a este poderoso linaje de duques hasta el siglo XIX.
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| Patio interior del Convento de San Francisco en Béjar. Este convento fue uno de los primeros que los franciscanos levantaron en esta comarca; procede del siglo XIII y tuvo en sus orígenes adosada una gran iglesia que fue reformada a instancias del Duque de Béjar en la segunda mitad del siglo XVI. Sus restos se conservan en la fachada sur y junto a la entrada al claustro |
QUÉ VER Y VISITAR EN BÉJAR
En la misma entrada de Béjar nos recibe el Bosque, un parque italiano-renacentista creado por el duque de turno en 1567 en su residencia de verano. Jardín Artístico desde 1946, encierra tupidas arboledas, paseos ajardinados, un palacete, fuentes y un bello estanque. El Bosque es una villa de recreo ducal diseñada y erigida durante el siglo XVI, que conserva en la actualidad sus características originales, siguiendo las pautas y los cánones de los arquitectos y tratadistas del Renacimiento. Fue fundado por Francisco II de Zuñiga y Sotomayor en el año 1567 en el terreno que desde hacía años era coto de caza de los duques de Béjar denominado Prado Sanjuaniego.
El Parque Municipal intenta ponerse a su altura con un bonito paseo de frondosos árboles, y el de La Antigua se deja abrazar por la muralla musulmana al oeste de la ciudad. El Teatro Cervantes, inaugurado el 23 de septiembre de 1857, siete años antes que el Calderón de Valladolid, es uno de los ejemplos precoces entre los Teatros españoles del siglo XIX, según el modelo moderno de Coliseo de la época isabelina. Pocos teatros españoles, le superan antigüedad, pues la mayoría se erigieron entre el último tercio del siglo XIX y comienzos del XX.
El Castañar, bosque cuajado de milenarios castaños, se yergue frente a la villa. Alí descansa la ermita de la Virgen del Castañar, dueña y señora de Béjar, agasajada por los bejaranos entre el 6 y el 8 de septiembre con romería y festejos taurinos en su antigua plaza de toros que data de 1711. La Plaza de toros se encuentra ubicada en el paraje del Castañar, entre frondosos castaños y junto al Santuario de Nuestra Señora del Castañar. Es considerada la Plaza de Toros más antigua de España. Su primera construcción data de 1667, tras la concesión del permiso del alcalde Juan de Carpio y Guijón para poder la instalación de una plaza de maderas enrejadas con el fin de celebrar corridas de toros.
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| Plaza de toros de Béjar. Inaugurada en 1.711, apodada cariñosamente con el sobrenombre de La Ancianita, es la más antigua de cuántas existen en el Mundo. |
La confluencia en Béjar de las cañadas trashumantes de Burgos y León hacia los pastos extremeños propició que en 1669 los duques edificaran una fábrica de paños. Como prueba de la riqueza del lugar, a comienzos del siglo XVIII se construyó una plaza de toros. Está considerada la más antigua de España. En su interior se aloja el Museo Taurino con un buen número de capas, trajes de luces y donaciones de toreros.
El casco antiguo se extiende desde la Plaza Mayor hasta la muralla con viejos palacios y casas solariegas blasonadas, con bellas arcadas, galerías, miradores y primorosas rejas. La Plaza Mayor, ampliada en el siglo XVIII, aloja los edificios más emblemáticos de Béjar, con el Palacio Ducal como estrella, el Ayuntamiento, obra de 1739 destinada a ser cárcel, y El Salvador, un templo del románico ojival.
Los duques reconstruyeron su primitiva residencia en el siglo XVI con claro estilo plateresco. Sus dos recias torres, la del Mirador y la de las Cadenas, y los escudos delatan su grandeza. Puertas adentro, aloja un monumental patio de columnas, una grandiosa escalera y una fuente. Del palacio permanece la fachada principal jalonada, a uno y otro lado, por sendos cubos, uno redondo y el otro poligonal. Ambos, en lo más alto, están guarnecidos con azulejos blancos y azules, cornisas y escudos. En esta fachada hoy en día se puede ver una placa conmemorativa de la dedicatoria que Cervantes hace al Duque de Béjar en la obra más emblemática de la literatura española 'El Quijote'.
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| Iglesia de El Salvador en la Plaza Mayor de Béjar |
Entre los siglos XII y XIII los repobladores levantaron las cuatro iglesias románicas que engalanan las calles y plazuelas de Béjar. El templo de Santiago, construido sobre una anterior templo visigodo, y el ya mencionado de El Salvador, son los ejemplares con más solera. La de San Juan Bautista conserva el ábside románico pero fue ampliada en el siglo XVI. Custodia un soberbio artesonado mudéjar y hermosos altares laterales barrocos. Santa María la Mayor fue proyectada en el románico, tomó añadidos del gótico y en la segunda mitad del siglo XVI se acometió su tercera reforma. Entre sus tesoros más preciados destaca el retablo del Altar Mayor de la escuela renacentista castellana y un grupo escultórico de la Virgen de las Angustias del siglo XVII.
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| Iglesia de Santa María La Mayor de Béjar |
En la que fuera la antigua iglesia de San Gil se ha habilitado el Museo de Mateo Hernández, destacado escultor nacido en Béjar en 1884, donde se exhibe su obra con orgullo.
FÁBRICAS TEXTILES DE BÉJAR
El patrimonio histórico industrial de Béjar constituye una importante identidad cultural de su floreciente pasado textil. La mayor parte de las fábricas se encuentran abandonadas en la actualidad, pero sus imponentes figuras a lo largo del río son testigo de la historia y de formas de producción ligadas al contexto sociocultural reciente de los bejaranos. La situación de las fábricas a lo largo del río no es casual, sino que cumple la función básica de aprovechar la corriente de agua para dar servicio a las fábricas y poner en movimiento sus máquinas o alimentar turbinas hidráulicas.
Antigua Fábrica de Don Luis Izard Muñoz. En el siglo XIX fue una importante fábrica textil que podía producir 1000 piezas de 20 varas cada una para el ejército y que disponía de modernas tundosas transversales. En 1942 Don Luis Izard Muñoz, instaló una empresa con secciones de hilados, tejidos, tintes y acabados. Finalmente los Señores Cascón instalaron una fábrica de géneros de punto, activa hasta principios de los noventa.
Antigua Fábrica de Leandro Téllez. Aunque su fundación es muy anterior, en los años 40 del siglo XX disponía de hilados, tejidos y acabados.
Fábrica Pablo Farras Faus. Empresa fabricante de tejido de lana y sus mezclas, fundada en 1943 por un industrial catalán enraizado en Béjar. El edificio había sido previamente una de las fábricas de Téllez. En la actualidad, confecciona colecciones de hombre y mujer de gran calidad.
Museo Textil. Este antiguo edificio albergó la fábrica de Don Serafín Gilart Fité, dedicada a la tintura de materias textiles. Al parecer, en este lugar ya existía a mediados del siglo XVIII un batán propiedad del Duque de Béjar.
Puente Gótico de San Albín. Es el puente más antiguo de Béjar, construido en el medioevo, y fue una de las entradas principales a la ciudad. De estilo gótico, con arco apuntado, debe su nombre a una antigua ermita que existía en este lugar dedicada a San Albín.
Fábrica Hilaturas Béjar. Moderna fábrica que dispone de hilaturas de estambre y de carda, establecida en este lugar desde 1973. La fábrica original del siglo XIX, fue propiedad de Don Jerónimo Gómez-Rodulfo, que ya en 1850 contaba con unos 200 obreros y producía entre 1.200 y 1.400 piezas de tejido al año. Posteriormente pasó por varios propietarios hasta ser adquirida por HIBESA.
Antigua Fábrica de La Industrial Bejarana o La Estambrera. Esta antigua fábrica textil, ya producía a principios de siglo XX. A partir de 1918 acogería un apartadero y lavadero de lana y más tarde un peinaje de esta materia, así como otras operaciones textiles. Tras pasar por varios propietarios o arrendatarios, se instaló la empresa Manufacturas Tintóreas S.A., dedicada al tinte de floca, peinado e hilo, que cerraría a principios de la década de los noventa.
Antigua Fábrica de García y Cascón. Se establecía sobre una importante fábrica textil del siglo XIX y se dedicaba al lavado y peinaje de lanas, junto con la empresa Transformadoras de Lanas (TRANSA), que tenía instalaciones de hilatura y tejeduría. Una de las más grandes de la ciudad, sus paredes son de piedra de cantería y sus impresionantes chimeneas son la salida de humos de las calderas.
GASTRONOMÍA
Típico de Béjar es el Calderillo agosteño, un guiso de patatas con carne de rompe y rasga, que se remata con empiñonados y huesecillos.
También es típico de esta zona las "Patatas Revueltas", plato compuesto por patatas, laurel, torrezno, cebolla, pimentón, perejil, ajo, clavo y guindilla. Se prepara una vez cocidas las patatas con sal y laurel, se machacan, añadiéndoseles un refrito hecho en grasa de torrezno, el pimentón y un machado de perejil, ajo, clavo y guindilla.
En cuanto a ensaladas hay que destacar dos tipos "El Zorongollo" a base de tomate, cebolla, pimientos, atún y huevos cocidos. Es muy típico servirlo antes de un calderillo. Y "Los Limones" , esta es preparada con huevo cocido, pimentón y/o chorizo, ajo, aceite de oliva, sal, limón y naranja. Hay quien le suele añadir un chorrito de Cointreau al gusto.
Otros platos típicos de interés:
"Bacalao a la Bejarana": Compuesto por bacalao, aceite de oliva, cebolla, harina, ajo, perejil, laurel y vinagre. Dándole un hervor en cazuela de barro.
"Cordero lechal al estilo de Béjar": Paletilla y pecho de cordero, manteca de cerdo, cebolla, harina, nueces, castañas, patatas, pimentón, ajo, perejil, pimienta y tomillo salsero. Su preparación se realiza cortando el cordero en trozos pequeños, freír en manteca, en una cazuela de barro junto a las patatas y castañas, añadir majado de ajo, perejil y nueces tostadas.
"Paletillas de cordero a la Bejarana": Paletilla de cordero, salchichas, aceite de oliva, vino blanco, cebollitas, patatas, tomate, sal y ajo. La preparación es la siguiente, se deshuesa la paletilla se rellena con la salchicha picada, se ata con bramante y se hornea en cazuela de barro.
"Ensalada de Pamplina": Pamplina, ajo, aceite de oliva, vinagre y sal.
"Huesillos de Béjar": Azúcar, aguardiente, aceite de oliva, harina, huevo, sal y azúcar glas para adornar.
"Hornazo": Especie de empanada rellena de chorizo.
"Perrunillas": Pastas, que se suelen acompañar con una copita de aguardiente.
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