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Se ha descubierto que los elefantes tienen 20 copias de un gen que suprime el cáncer, mientras que los humanos solo tienen una copia. Depositphotos |
Un nuevo estudio de un equipo internacional de científicos ha arrojado algo de luz sobre exactamente por qué los elefantes, uno de los animales más grandes del planeta, paradójicamente experimentan tasas inusualmente bajas de cáncer.
La investigación encontró que estos notables mamíferos portan variantes genéticas únicas que reducen el riesgo de tumores, y los hallazgos podrían ayudar a desarrollar nuevas terapias contra el cáncer para humanos. El nuevo estudio fue publicado en la revista Molecular Biology and Evolution .
A medida que un organismo envejece y sus células continúan replicándose, aumentan las posibilidades de mutaciones cancerosas. Y cuanto más grande es el organismo, más células tiene, por lo que hay más posibilidades de mutaciones y mayor riesgo de cáncer a medida que envejece.
Dentro de las especies individuales, esta observación se ha mantenido cierta. Desde humanos más altos hasta perros más grandes, se ha descubierto que el riesgo de cáncer se correlaciona positivamente con el tamaño del cuerpo. Entonces, en teoría, los animales grandes que viven una vida larga deberían experimentar tasas más altas de cáncer que los organismos más pequeños y de vida corta.
Pero no se ha encontrado que este sea el caso, y la discordancia se conoce como "Paradoja de Peto" en honor al epidemiólogo Richard Peto, quien descubrió que las tasas de carcinogénesis por célula no eran consistentes entre las especies. De hecho, en algunas especies más grandes, como las ballenas y los elefantes, parecía haber muy poca evidencia de cáncer, a pesar de ser grandes en tamaño y tener vidas largas.
Si bien en general se entiende que cada especie ha desarrollado sus propias habilidades únicas para suprimir el cáncer, los elefantes han sido de particular interés para los investigadores. Estos animales [elefantes] tienen una esperanza de vida similar a la de los humanos pero, a pesar de su tamaño, muestran pocos signos de cáncer, incluso en una edad muy avanzada. Se ha estimado que tan solo el cinco por ciento de los elefantes finalmente sucumben al cáncer, en comparación con el 25 por ciento de los humanos.
Un estudio histórico de hace unos años se centró en una de las formas clave en que estos enormes mamíferos pueden evitar el cáncer. Los elefantes parecen tener 20 copias diferentes de un gen supresor de tumores conocido como p53.
Este gen codifica una proteína, también conocida como p53, que sirve como un protector celular crucial . Esta proteína actúa un poco como un guardia cuyo trabajo es detener la división de una célula cuando detecta cualquier daño o mutación en el ADN.
Cuando el gen p53 no funciona correctamente, las células dañadas pueden multiplicarse y se acumula tejido canceroso. Se cree que la desregulación del gen desempeña un papel en más de la mitad de todos los cánceres humanos, pero a diferencia de los elefantes, solo tenemos una copia del gen. Esta nueva investigación se propuso investigar exactamente cómo la variedad de genes p53 en los elefantes suprime el cáncer.
La actividad de p53 en una célula está regulada por otro gen conocido como MDM2 que codifica una proteína que esencialmente inactiva la proteína p53.
Esta vía p53-MDM2 es fundamental para el funcionamiento de las células sanas: p53 interviene para verificar la salud de una célula y MDM2 evita que p53 desencadene la muerte celular al enviar una señal para decir que todo funciona bien.
La nueva investigación encontró que los elefantes tienen una increíble variedad de diferentes proteínas p53 que pueden aumentar las formas de inactivación de MDM2.
En los seres humanos, debido a que solo tenemos una copia del gen p53, no se necesita mucho para que MDM2 tome el control y permita que las células cancerosas se repliquen. Pero en los elefantes, la proteína p53 adopta docenas de formas moleculares diferentes, evitando la inactivación por parte de MDM2 y deteniendo la replicación de muchas más células cancerosas.
El nuevo estudio presenta nuevos e impresionantes conocimientos sobre los mecanismos desarrollados por los elefantes para evitar el cáncer. Además de demostrar cómo estos enormes mamíferos despliegan diferentes moléculas p53 para suprimir el crecimiento de células cancerosas, el estudio ayuda a resolver la paradoja de Peto al afirmar que los elefantes tienen más formas de evitar el cáncer en comparación con los organismos más pequeños.
Más allá de estos conocimientos académicos, también es probable que haya resultados clínicos en humanos a partir de esta nueva investigación. Al destacar docenas de formas novedosas en las que se pueden activar las moléculas p53, ahora se presenta a los investigadores una serie de nuevas vías para terapias dirigidas contra el cáncer en humanos.
Fuente: Universidad de Oxford
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