cambio climático, cero neto, carbono neutral
¿Cero neto qué? Secuestro de carbono ¿quién? ¿Y qué diablos tienen que ver los invernaderos con los gases?
Si bien la amenaza global que representa el cambio climático significa que lo escuchamos con frecuencia, también es un tema que pocos de nosotros estudiamos en la escuela, lleno de jerga técnica o confusa que puede resultar desagradable incluso para aquellos que desean aprender más.
¿Qué tienen que ver los invernaderos con el cambio climático?
Cuando hablamos de gases de efecto invernadero, nos referimos principalmente al dióxido de carbono. Si bien está presente de forma natural en la atmósfera, los niveles de CO 2 han aumentado sustancialmente como resultado de la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas natural por parte de los seres humanos. En la atmósfera, el CO 2 actúa como una manta alrededor de la Tierra, o la tapa de una cazuela, atrapando el calor que, de otro modo, se disiparía en el espacio.
El efecto es semejante al que se produce en el interior de un invernadero, donde las paredes y el techo de vidrio/plástico permiten que entren los rayos del sol pero evitan que la mayor parte del calor se escape. Ese calor es bueno para las plantas dentro del invernadero, especialmente en climas más fríos. Pero no es tan bueno cuando está afectando a toda la Tierra.
Las temperaturas globales han aumentado 1,9 grados Fahrenheit desde 1880, una línea de tiempo que coincide con el surgimiento de la Revolución Industrial, cuando la humanidad comenzó a quemar grandes cantidades de carbón para hacer funcionar las fábricas. La NASA informa que la mayor parte del aumento de la temperatura ha ocurrido desde 1975, cuando casi todo el mundo quemaba combustibles fósiles y arrojaba a la atmósfera lo que ahora llamamos gases de efecto invernadero.
¿Por qué tenemos un presupuesto de carbono?
De cara al futuro, los científicos están de acuerdo en que el mundo necesita contener el aumento global de las temperaturas medias a no más de 1,5 grados centígrados (alrededor de 2,7 grados Fahrenheit) por encima de los niveles preindustriales. Si las temperaturas superan eso, especialmente más de 2 grados centígrados, los científicos creen que los efectos del calentamiento global que ya estamos viendo serán devastadores.
Para lograr ese objetivo, nos pusieron en un presupuesto de carbono, un cálculo de cuánto dióxido de carbono podemos liberar a la atmósfera sin elevar las temperaturas a un nivel peligroso. Al igual que su presupuesto familiar, si excede su cifra objetivo, se arruina.
Desafortunadamente, para evitar excedernos en el presupuesto, no podemos liberar más de 440 mil millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera terrestre. Según algunas estimaciones, el mundo está en camino de liberar esa cantidad en los próximos siete años. Después de eso, habremos excedido nuestro presupuesto.
Como puede ver, eso no deja mucho espacio para las juergas de gasto de carbono.
¿Qué es el secuestro de carbono?
Como sabe cualquiera que haya equilibrado un presupuesto, tiene dos formas de alcanzar su objetivo: gastar menos o ganar más. Si bien el concepto de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero es bastante sencillo, abordarlo desde la otra dirección, eliminando el dióxido de carbono de la atmósfera, es más complicado.
Pero puede hacerse. Una forma es instalar "depuradores" de dióxido de carbono en las chimeneas para atrapar el carbono antes de que llegue a la atmósfera. Piense en ello como encontrar dinero en la acera para aumentar sus ahorros.
Otra forma es cultivar plantas y árboles que absorban el dióxido de carbono de la atmósfera. Del mismo modo, tenemos la tecnología para absorber dióxido de carbono directamente del aire y bombearlo a gran profundidad bajo tierra, donde puede almacenarse de manera segura e indefinida.
Esto se denomina secuestro de carbono o captura y almacenamiento de carbono (CCS, por sus siglas en inglés).
Suena demasiado bueno para ser verdad pero es una tecnología muy cara de usar. Los investigadores creen que con práctica e instalaciones más grandes, el secuestro de carbono será más barato, pero podría llevar décadas llegar a ese punto. Los científicos lo ven como una inversión en el futuro, como ir a la universidad o certificarse para un trabajo mejor pagado. Mientras tanto, sin embargo, eso significa mucho ajuste del cinturón en el presupuesto de carbono.
¿Qué significa 'cero neto'?
Si queremos mantenernos dentro de nuestro presupuesto de carbono y evitar que el termostato global suba demasiado, debemos limitar severamente los niveles de gases de efecto invernadero que ingresan a la atmósfera.
La buena noticia: tenemos el conocimiento para reducir las emisiones de gran parte de nuestros sistemas de transporte, usos industriales y agricultura. La mala noticia: no es realmente factible pensar que podemos eliminarlos a todos, al menos no dentro de los próximos 10 o 20 años.
Pero hay más buenas noticias: estamos mejorando en la captura de carbono y conocemos otras técnicas de captura de carbono.
Ahí es donde entra en juego el "cero neto", también conocido como "carbono neutral". La idea es reducir las emisiones tanto como podamos, luego usar técnicas de captura de carbono para compensar el CO 2 que todavía estamos agregando a la atmósfera para que, en efecto, no estemos agregando emisiones y recortando nuestro limitado presupuesto de carbono.
Aquí hay un ejemplo: Digamos que la humanidad reduce el 87% de los gases de efecto invernadero que está liberando a la atmósfera. Necesitará utilizar la captura de carbono para aspirar otro 13 % del aire y así para llegar al 100 %. Se logró el "cero neto". Presupuesto de carbono cumplido. Gases de efecto invernadero contenidos.
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