combustibles fósiles, tratado UE, emisiones CO2
15 agosto 2022.- La empresa energética alemana Uniper se ha visto obligada por su gobierno a retirar una demanda contra los Países Bajos por el cierre propuesto de las centrales eléctricas de carbón, lo que pone de relieve las tensiones sobre un tratado que protege los proyectos de combustibles fósiles.
Uniper fue uno de los cinco grupos que iniciaron casos contra cuatro gobiernos europeos por casi 4.000 millones de euros por el bloqueo de proyectos de carbón, petróleo y gas en virtud del Tratado sobre la Carta de la Energía (TCE), que cubre a más de 50 países.
Sin embargo, la compañía experimentó dificultades financieras como resultado de la crisis energética y tuvo que abandonar su reclamo por el cierre anticipado de sus plantas en los Países Bajos para 2030 como parte de los términos de su rescate por parte del gobierno alemán el mes pasado.
La crisis energética ha puesto de manifiesto la precaria dependencia de Europa de los combustibles fósiles y la necesidad de pasar a las energías renovables. Pero muchos proyectos de carbón, petróleo y gas están protegidos por el TCE, que fue concebido en la década de 1990 para fomentar la cooperación transfronteriza en el sector energético.
Los críticos, incluidos algunos destacados funcionarios del gobierno de la UE, han dicho que el tratado disuade a los países de abordar el cambio climático mediante la introducción de políticas de eliminación de combustibles fósiles, dado el riesgo de litigio. Los signatarios han estado en conversaciones para revisarlo desde 2018, pero el proceso ha estado plagado de desacuerdos.
En junio se llegó a un acuerdo de principio sobre la “modernización” del tratado. Pero el texto actualizado, aún por ratificar, continuaría protegiendo las inversiones en combustibles fósiles en la UE y el Reino Unido durante 10 años a partir de su entrada en vigor, y protegería nuevas inversiones de este tipo realizadas antes de agosto de 2023.
Esto ha provocado preocupaciones sobre un aumento en las demandas legales adicionales antes de que se eliminen las protecciones para las inversiones en carbón, petróleo o gas en la UE y el Reino Unido.
Se podría esperar que el número de casos aumente, "posiblemente considerablemente", en los próximos años, dijo Lukas Schaugg, analista legal del Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible. El mayor riesgo era que el tratado revisado “podría estar relacionado con la protección prolongada de las inversiones existentes, en lugar de las futuras”, dijo.
Los inversionistas podrían ver la nueva fecha límite de agosto de 2023 como "una oportunidad para impulsar proyectos de combustibles fósiles más rápidamente para entrar dentro de la ventana de protección de 10 años", dijo Rachel Thrasher, investigadora del Centro de Políticas de Desarrollo Global de la Universidad de Boston.
La liquidación de las protecciones de combustibles fósiles es opcional, y no se espera que los países más allá del Reino Unido y la UE opten por participar.
Las revisiones del tratado también introducen protecciones para otros tipos de inversiones ambientalmente controvertidas, como proyectos de hidrógeno y combustible de biomasa.
Algunas firmas de abogados han estado promoviendo activamente la perspectiva de reclamos legales a sus clientes de energía. El litigio por el cambio climático fue “una oportunidad. . . para las empresas expuestas a ciertas medidas gubernamentales relacionadas con el clima para reivindicar sus derechos”, escribió el bufete de abogados Jones Day en una nota a principios de este año.
Las empresas “deben auditar su estructura corporativa y cambiarla, si es necesario, para garantizar que estén protegidas por un tratado de inversión”, aconsejó la firma.
Con frecuencia se han planteado preocupaciones sobre el secreto del tratado, ya que puede ser difícil establecer la existencia y los financiadores de los casos. El acuerdo TCE en principio incluye un nuevo requisito para la divulgación de información de terceros, aunque no es específico sobre qué tan detallada debería ser.
La propuesta debe ser ratificada por las tres cuartas partes de las partes para que entre en vigor, un listón alto que, según los analistas, podría tardar años en alcanzarse.
Yamina Saheb, anteriormente en la secretaría de TCE y ahora en el Instituto de Ciencias Políticas de París, dijo que las revisiones del tratado “no eran compatibles con el Acuerdo de París o los objetivos de neutralidad climática de la UE. La UE debe comenzar a eliminar los combustibles fósiles hoy”.
Fuente: FT
COMENTARIOS