Refinería Ras Tanura. Una refinería de petróleo en Arabia Saudita. Muchos combustibles fósiles deben refinarse antes de ser utilizados. Foto...
Refinería Ras Tanura. Una refinería de petróleo en Arabia Saudita. Muchos combustibles fósiles deben refinarse antes de ser utilizados. Foto. W.ROBERT MOORE |
Las subvenciones mundiales al consumo de combustibles fósiles se duplicaron en 2022 respecto al año anterior, alcanzando la cantidad anual más alta jamás registrada (más de un billón de dólares). Además, el año pasado, la UE volvió a generar más electricidad a partir de combustibles fósiles que en 2021. Por otro lado, la energía nuclear fue la que registró el mayor descenso del año pasado en Europa.
24 abril 2023.- Las subvenciones mundiales al consumo de combustibles fósiles se duplicaron en 2022 respecto al año anterior, superando el billón de dólares, con mucho la cantidad anual más alta jamás registrada, según estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés).
El organismo energético internacional más grande del mundo estima que los subsidios al petróleo ascendieron el año pasado a 343.000 millones de dólares, lo que supone un aumento de alrededor del 85% respecto a 2021. También se gastaron subvenciones por valor de 399.000 millones de dólares en electricidad y 346.000 millones de dólares en gas natural, el doble y más del doble respectivamente en comparación con el año previo. Por su parte, los subsidios al carbón ascendieron a 9.000 millones de dólares, la cifra más alta desde que la IEA comenzó a registrarlas en 2010.
Ante la desestabilización de los mercados energéticos por la guerra en Ucrania y unos precios de los combustibles fósiles "extraordinariamente altos y volátiles" en 2022, administraciones de todas las latitudes aprobaron ayudas extraordinarias al consumo de energía para la ciudadanía y empresas a pesar de sus compromisos en materia climática.
La IEA destaca que estos desembolsos récord contrastan con el Pacto Climático de Glasgow de la COP26, que instó a los países a eliminar gradualmente los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles, un paso fundamental para impulsar la transición exitosa hacia la energía limpia. El organismo también señala que es mucho mejor para los gobiernos gastar tiempo y dinero en cambios estructurales que reduzcan la demanda de combustibles fósiles, en lugar de implementar ayudas de emergencia cuando los precios de los combustibles suben.
El informe Global Electricity Review 2023 de Ember muestra que el año pasado se produjeron unos 40 teravatios-hora más de electricidad a partir de energía solar en la Unión Europea (UE) en comparación con 2021, lo que supone un aumento de alrededor del 24%. También se produjo un aumento en la generación de electricidad a partir de energía eólica (9%). A pesar de esto, el año pasado, la UE volvió a generar más electricidad a partir de combustibles fósiles que en 2021. El informe muestra que se produjeron unos 27 teravatios-hora más de electricidad procedente del carbón.
La energía nuclear fue la que registró el mayor descenso del año pasado. En 2022, los países de la UE generaron alrededor de 119 teravatios-hora menos de energía eléctrica a partir de fuentes nucleares. En muchos lugares, el desmantelamiento de la energía nuclear sigue avanzando.
En Alemania, los últimos reactores atómicos se apagaron definitivamente el 15 de abril de este año. Sin embargo, ese mismo día Finlandia inauguró un reactor nuevo, el primero en más de 15 años en toda la UE, con dos argumentos: independencia energética y cumplimiento de su límite de emisiones.
En paralelo con lo presentado anteriormente, Saudi Aramco, la petrolera estatal de Arabia Saudí, anunció el domingo beneficios récord en 2022. La compañía vio cómo el año pasado sus ganancias netas se disparaban un 47%, hasta los 161.100 millones de dólares, gracias a la subida de los precios mundiales del petróleo y el gas tras la invasión rusa de Ucrania. Con otros gigantes petroleros como Exxon Mobil, Chevron y Shell reportando beneficios récord en 2022, el anuncio de ayer no fue una sorpresa, aunque la reacción fue en gran medida la misma: un atisbo de desconcierto mezclado con peticiones de impuestos extraordinarios.
A principios de este año, el CEO de Aramco, Amin Nasser, rechazó la idea de un impuesto sobre los beneficios extraordinarios del petróleo al considerar que podría frenar la inversión en fuentes de energía alternativas y convencionales. El año pasado, el gasto de capital de la petrolera saudí, compuesto en gran parte por inversiones en petróleo y gas, ascendió a 37.600 millones de dólares, un 18% más que el año anterior.
"Dado que anticipamos que el petróleo y el gas seguirán siendo esenciales en el futuro previsible, los riesgos de una inversión insuficiente en nuestra industria son reales, incluida la contribución a precios de energía más altos. Para aprovechar nuestras ventajas únicas a escala y ser parte de la solución global, Aramco se ha embarcado en el programa de gasto de capital más grande de su historia", declaró en un comunicado el CEO de la empresa. "Nos centramos no sólo en ampliar la producción de petróleo, gas y productos químicos, sino también en invertir en nuevas tecnologías con menos emisiones de carbono que permitan reducirlas aún más, tanto en nuestras propias operaciones como para los usuarios finales de nuestros productos", añadió Nasser para apaciguar a quienes piden que los beneficios extraordinarios se destinen a acelerar la descarbonización.
Fuente: Statista
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