El origamista y físico Robert J. Lang realizó esta grulla a partir de un único trozo de papel cuadrado. La complejidad de esta figura –des...
30 abril 2023.- El arte del origami existe en Japón desde al menos el siglo XVII, pero hay indicios de que la papiroflexia se practicaba mucho antes. Al principio los modelos eran sencillos y, dado que el papel salía caro, se utilizaban sobre todo con fines ceremoniales, como es el caso de las mariposas de papel que engalanan las botellas de sake en las bodas sintoístas. Conforme el precio del papel fue bajando, el origami empezó a colonizar la envoltura de regalos, los juguetes e incluso las clases infantiles de geometría.
A mediados del siglo XX, el maestro origamista Akira Yoshizawa contribuyó a elevar la papiroflexia a la categoría de una bella arte. Insuflaba vida y personalidad a cada criatura que diseñaba, desde un gorila que clavaba la mirada de sus ojos hundidos hasta un bebé elefante que balanceaba alegremente la trompa. Con la publicación de su primer libro sobre el origami en 1954, Yoshizawa también democratizó este arte, estableciendo un lenguaje fácilmente comprensible de líneas de puntos, rayas y flechas que enriqueció los sistemas todavía en uso.
A finales de los años cincuenta, las delicadas formas de Yoshizawa inspiraron a Tomoko Fuse, hoy una de las origamistas más destacadas de Japón. Siendo niña, mientras se recuperaba de una difteria, su padre le regaló el segundo libro de Yoshizawa. Fuse confeccionó todos los modelos, y la fascinación por el origami ya no la abandonaría jamás. «Es como magia –dice–. Un simple papel plano se convierte en algo maravilloso».
Este disco expandible ocupa el centro del prototipo a media escala de una sombrilla estelar (o starshade) del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, que podría ser esencial en futuras búsquedas de mundos habitables. Nuestra galaxia tiene casi tantos planetas como estrellas, pero a menudo los científicos no logran verlos directamente, cegados por el fondo estrellado del espacio. Volando por delante de un telescopio espacial para bloquear la luz de las estrellas, la sombrilla estelar podría ayudarlos a ver mejor esos nuevos mundos. La estructura de la sombrilla, basada en un patrón inspirado en el origami, le permite enrollarse en un cilindro para el lanzamiento. Una vez desplegada, la sombrilla se vería como un disco plano con pétalos, como una flor.
La ESA se está preparando para probar un nuevo y genial escudo térmico plegable para proteger las naves espaciales en el reingreso. El Pridwen no se quemará como los escudos térmicos ablativos, y también ralentizará la caída de los satélites lo suficiente como para quedar atrapados en una red flotante. Pridwen, llamado así por el escudo del Rey Arturo, está diseñado para ser supercompacto, plegándose usando una "técnica de origami modificada" para caber dentro del lanzador hasta que se necesite mientras la nave regresa a la Tierra.
Presentamos a Pridwen. El escudo térmico espacial basado en tecnología origami (ESA)
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