La inscripción "Él es el hombre de Odín" está en un semicírculo redondo sobre la cabeza de un hombre. Arnold Mikkelsen/Museo Nac...
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| La inscripción "Él es el hombre de Odín" está en un semicírculo redondo sobre la cabeza de un hombre. Arnold Mikkelsen/Museo Nacional de Dinamarca |
22 mayo 2023.- Un reciente hallazgo de Dinamarca , denominado bracteato de Vindelev, ha desafiado la comprensión previa de la religión en la Escandinavia prehistórica tardía y medieval temprana.
El descubrimiento de la mención más antigua registrada del dios Odín, generalmente conocida por historias muy posteriores de la mitología nórdica, hace retroceder la edad de esta deidad al menos 150 años hasta principios del siglo V. Odín es una deidad compleja y fascinante y el nuevo hallazgo ofrece información sobre la cosmovisión de los antiguos escandinavos.
En 2020, se encontró un tesoro de objetos de oro del siglo V en Jutlandia, Dinamarca . Entre los objetos había un “bracteate” de estilo escandinavo, un tipo de colgante inspirado en monedas y medallones romanos.
Se han encontrado más de mil de estos bracteatos en toda Europa. La mayoría probablemente se hizo en el sur de Escandinavia y presenta representaciones de animales y figuras humanas o parecidas a humanos.
El bracteato de Vindelev es particularmente grande y muestra una cabeza humana (probablemente masculina) y un caballo al galope. El colgante de oro también ha sido inscrito con runas, un alfabeto utilizado en Escandinavia durante casi 1000 años antes de que el alfabeto latino se hiciera cargo.
Los expertos en runas Lisbeth Imer y Krister Vasshus del Museo Nacional de Dinamarca y del museo Sagnlandet Lejre han examinado la inscripción. Se han identificado el nombre Jaga, o Jagaz, y la frase "hombre de Odín".
Runas y bracteatos surgieron de un crisol de creencias, ideas y tecnologías entre el Imperio Romano y sus vecinos del norte y atacantes, los "bárbaros" germánicos. El oro del que estaban hechos y, probablemente, los propios dioses nórdicos procedían de la misma olla.
Imer y Vasshus argumentan que Jagaz era un rey y líder de culto entre una tribu del sur de Escandinavia. Sin embargo, cuando se trata de iconografía prehistórica, los estudiosos pueden estar un poco obsesionados con los reyes. En realidad, no hay información directa sobre quién es la figura. Podría ser un guerrero, un chamán, un curandero, todo o nada de lo anterior.
Odín: ¿chamán, cambiaformas, queer?
Odín era un dios pangermánico conocido como Wuotan , Wōden y Óðinn en el norte de Europa antes de la conversión al cristianismo (aunque la creencia en los dioses nórdicos probablemente continuó en áreas remotas durante algún tiempo).
Odín, el rey de los dioses, estaba asociado con la guerra y los muertos. Según fuentes medievales posteriores, gobernó el reino de la muerte conocido como Valhall (el salón de los guerreros asesinados). Conservamos su nombre en inglés antiguo en nuestra palabra miércoles: día de Wōden.
En fuentes escritas posteriores, Odin es conocido por más de 200 nombres , entre ellos “el enmascarado”, “terrible/feo” y mi favorito personal: “bigote de pelo de caballo”.
Odín tenía cualidades chamánicas. Sacrificó uno de sus ojos para ganar sabiduría y se colgó de Yggdrasill (el árbol del mundo) durante nueve noches para aprender a leer runas.
Odin tenía la capacidad de cambiar de forma a una forma animal y podía enviar sus pensamientos e intenciones al mundo en forma de dos cuervos llamados Munin y Hugin . Como describe el escritor islandés de los siglos XII-XIII Snorri Sturluson :
"Odín podía transformar su forma: su cuerpo yacía como muerto o dormido; pero entonces tendría la forma de un pez, un gusano, un pájaro o una bestia, y se iría en un abrir y cerrar de ojos a tierras lejanas".
Odin era un maestro de seiðr . Seiðr era una práctica ritual mágica que implicaba cantar, tocar tambores y ver el futuro o hablar con los muertos.
Según Snorri, Odin aprendió seiðr de la diosa Freyja. Sin embargo, debido a que seiðr estaba asociado con las mujeres y debido a que sus componentes extáticos pueden haber tenido alusiones sexuales, se lo consideraba poco masculino. Esto ha llevado a algunos académicos a cuestionar si Odin era un dios queer o un género fluido.
¿Qué nos dice el bracteato de Vindelev?
A pesar de la popularidad de los dioses nórdicos en la actualidad, gran parte de su historia sigue siendo incierta. Las fuentes históricas que describen a estos dioses fueron escritas siglos después por autores cristianos. Se ha debatido cuán confiablemente describen las creencias de la era vikinga.
El hallazgo se suma a varios objetos que confirman que las fuentes escritas no son puramente invenciones de autores cristianos en la Escandinavia altomedieval.
Es difícil determinar si el Odín del bracteato de Vindelev tiene el mismo carácter que el Odín de las fuentes medievales casi 1000 años después. Pero el nombre tenía profundas raíces entre los escandinavos. El nuevo descubrimiento también ubica a la deidad entre los pueblos germánicos que contribuyeron a la caída del Imperio Romano occidental.
Es intrigante el cabello de la figura, que puede estar relacionado con las trenzas sacrificadas que se encuentran en los pantanos de Escandinavia siglos antes. Esto proporciona pistas sobre los peinados y los ideales corporales en ese momento y respalda la evidencia de que el cabello era una parte del cuerpo especialmente importante y significativa .
Si bien la mención de Odin no tiene paralelo, la visión de Jagaz (quienquiera que haya sido) también es fascinante. Podemos especular que vivió a principios de los años 400 en lo que ahora es Dinamarca, adornaba su cabello con una trenza, creía en Odín y tenía un compañero a caballo.
Puede que haya practicado algo parecido a seiðr . Quizás viajó al Imperio Romano y sirvió como soldado , regresando con experiencias de animales exóticos, monumentos enormes, lenguas extranjeras y dioses que su comunidad tendría dificultades para comprender. Quizás usó su paga para hacer un bracteato exagerado, que finalmente sacrificaría en un tesoro de oro en el suelo.
A pesar de las lagunas en la historia, el bracteato de Vindelev abre nuevas posibilidades para imaginar los mundos decididamente extraños de las personas del pasado y de sus dioses.
Fuente: . Profesora Asociada de Arqueología, Universidad de Leicester
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