Apostada sobre una flor de plátano en La Maná, Ecuador, esta araña de las bromelias del género Cupiennius espera pacientemente a que pase ...
Las arañas son asombrosamente diversas: se conocen más de 50.000 especies, desde la araña acuática euroasiática, que vive casi siempre sumergida, hasta la araña lobo ártica, que medra por encima del círculo polar Ártico, pasando por la araña blindada espinosa gigante, que puede llegar a vivir 43 años. Pero la mayoría de las personas se cierran en banda en cuanto oyen hablar de ellas.
15 junio 2023.- Es el caso de la araña saltarina Phidippus audax, que se encuentra en todo el territorio de América del Norte, una araña «simpática» y a la que la gente parece no tener miedo. (Que se sepa, solo hay una docena de especies de arañas peligrosas para los humanos). Unas cuantas especies de arañas saltarinas poseen también una excelente visión cromática, de modo que cuando nos miran con esos ojitos adorables, nos están viendo de verdad.
Luego están las fascinantes arañas cangrejo del género Aphantochilus, nativas de América del Sur, que imitan a las hormigas. Su cara ancha y con cuernos presenta un sorprendente parecido con la de las hormigas que depreda, lo que les permite acecharlas y pasar inadvertidas. Como buenas maestras del disfraz, estas depredadoras pueden ser difíciles de localizar, y ya no digamos de fotografiar. De hecho, apenas se las ha visto en Ecuador en unas pocas ocasiones.
Encontrar arañas gladiadoras del género Deinopis naturales de Ecuador, por ejemplo, puede llevar años. En lugar de tejer telarañas normales, estos arácnidos de ojos grandes y patas largas crean redes cuadradas de seda que sujetan con las patas y lanzan a los insectos que pasan. Pero son asustadizas: si alguien se les acerca, recogen la trampa y se esconden. Para captar su conducta, el fotógrafo Javier Aznar tuvo que interpretar también el papel de depredador al acecho y pasar largos períodos en silencio e inmóvil.
Araña saltarina Breda lubomirskii. Foto: Javier Aznar
Araña tejedora de dorso espinoso con una coloración diferente. Foto: Javier Aznar
Suspendida en un hilo de seda, una araña tejedora de corazón espinoso (Micrathena clypeata) construye su saco ovígero en la selva amazónica cerca de Tena, en Ecuador. Foto: Javier Aznar
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