desempleo juvenil, paro juvenil
Ha pasado de del noveno puesto a encabezar la lista. Es un indicio de la ineficacia de las medidas para la inserción laboral. La tasa de paro en España llega a multiplicarse por 3,4 en un contexto de crisis
17 julio 2023.- España no es solo el país con más desempleo de la zona euro, también es el más volátil y sensible a los ciclos económicos. Esto contribuye a explicar 'misterios' como que haya más personas trabajando que nunca, pero el paro siga casi cinco puntos por encima de su mínimo histórico. Esta volatilidad castiga especialmente a los jóvenes, cuyo diferencial con la del resto de edades se sitúa en 16,9 puntos porcentuales. Es el más elevado más elevado de la zona euro, cuando hace 16 años ocupaba el noveno puesto.
Aunque en el análisis del desempleo juvenil siempre destaca la existencia de una tasa más elevada que la del resto, pocas veces se centra en el comportamiento de esta brecha por sí misma. Pese a que se trata de un indicador que apunta claramente a un desequilibrio en la entrada del mercado laboral que sigue lejos de resolverse.
El Gobierno español, sin ir mas lejos, valora la caída del número de parados de menos de 25 años en los últimos años, hasta el punto de que el Servicio Público de Empleo Estatal registra el menor número de la serie, aunque estas cifras corresponden a un registro y en su descenso influyen factores demográficos y sociales (como que los jóvenes tiene menos interés en apuntarse al paro que las personas que han cotizado para una prestación). Las estadísticas de población activa que elaboran Eurostat y el INE arrojan un panorama algo diferente.
Así, según los datos mensuales de la Encuesta de Fuerza Laboral (LFS por sus siglas en inglés) que elabora la Oficina Europea de Estadísticas, en los últimos veinte años la tasa de paro de los menores de 25 años ha oscilado entre un mínimo del 17,2% en febrero de 2007 y un máximo del 55,9% apenas seis años después, en febrero de 2013.
El de mayo de 2023, último dato disponible, es el más bajo desde entonces y se sitúa en el 28,4%, aunque sigue más de diez puntos por encima de su mínimo histórico, mientras el del resto de trabajadores 'solo' está 4,5 puntos porcentuales por encima.
Estos han pasado el 7% en 2007 al 24% en 2013 al 11,5% en 2023. Aunque al analizar la diferencia se puede argumentar que hay un componente estadístico que la explica: los activos de personas Si comparamos estos rangos, obtenemos que, ante una crisis como la Gran Recesión la tasa de paro de los jóvenes y la del resto de trabajadores tiene una elasticidad similar: se multiplicaron por 3,4 veces.
Este es un comportamiento que se repite en el resto de los países europeos, con lo cual se podría pensar que la solución se limita a reducir ambas tasas de paro, ya que la brecha entre las dos se mantiene 'estable'. O, mejor dicho, fluctúa con la misma intensidad que el desempleo.
Una brecha a peor
Ante el optimismo del Gobierno, cabe preguntarse hasta qué punto la mejoría de los últimos años se debe a una mayor resistencia del ciclo económico y del empleo, un fenómeno que no es endémico de España, o se debe a una serie de políticas concretas que han mejorado su inserción laboral. Dicho de otra forma: si hubiera otra crisis, ¿se repetiría el mismo comportamiento de las últimas décadas? Aquí el diferencial entre las tasas de paro por edad es un indicador relevante.
Pero los datos son preocupantes. El diferencial de España se aleja del resto de la zona euro. En 2007, con el paro en mínimos, se situaba en 10,2 putos porcentuales y ocupaba el noveno puesto por detrás de Grecia, Croacia, Francia, Italia, Portugal, Finlandia, Bélgica y Luxemburgo.
En 2013, cuando el desempleo ose disparó al nivel récord, se situaba en 31,4 puntos porcentuales y era el cuarto más elevado más elevado, después de Italia, Croacia, pese a que nuestra tasa e desempleo les superaba, así como de Grecia. Pero en 2023, tras caer a 16,9 puntos porcentuales se ha situado en el primer puesto.
¿Qué significa este dato? Pues que, más allá de que el resto de los países europeos hayan reducido con mayor intensidad el paro que España, también han cerrado mejor la brecha por edad en el desempleo. Es decir, sus políticas de empleo han sido más eficaces, al menos entre los menores de 25 años.
En este sentido, un caso paradigmático es el de Grecia, que no solo ha reducido sus tasas de paro por debajo de las de España, sino que ha recortado el diferencial tres puntos más que España gracias a una serie de reformas que han mejorado las oportunidades laborales de los jóvenes.
Nuestro país, en cambio, con una intensa agenda reformista en la última década no ha logrado tener el mismo resultado. Ni siquiera las aprobadas en los últimos tres años y medio. De hecho, si timamos como referencia el arranque de la última legislatura solo se ha reducido poco más de dos puntos porcentuales desde los 18,2 anotados en diciembre de 2019.
Fuente: El Economista
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