Calificar la guerra en Ucrania de "tragedia" protege a sus perpetradores de la culpa y la responsabilidad
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| Calificar de "tragedia" un ataque con cohetes rusos que mató a 12 personas en Kramatorsk, Ucrania, deja de lado la responsabilidad humana. La pizzeria quedó totalmente destrozada por el ataque ruso. Reuters |
La guerra de Rusia contra Ucrania sigue causando un sufrimiento indescriptible e inimaginable. A estas alturas, la palabra “tragedia” está firmemente instalada en el léxico de la guerra y se ha convertido casi en un cliché.
07 octubre 2023.- Los periodistas registran las tragedias en Ucrania en sus muchas y desgarradoras manifestaciones . Al conmemorar el primer aniversario de la guerra en febrero de 2023, el presidente estadounidense Joe Biden ha declarado: “Esta guerra nunca fue una necesidad; es una tragedia ”.
La etiqueta de “tragedia” se aplica liberalmente a casi todos los acontecimientos de esta guerra. La ruptura de la presa de Kakhovka por parte de Rusia el 6 de junio de 2023 y el desastre humanitario y ecológico que causó fue “ la última tragedia ”, según un titular de Associated Press.
Ese “último” no fue el último: el 27 de junio, un ataque con misiles rusos contra una pizzería en Kramatorsk mató a 12 personas, entre ellas Viktoria Amelina , una escritora ucraniana de 37 años e investigadora de los crímenes de guerra rusos. Sumándose a una avalancha de angustia y dolor en las redes sociales, un comentarista escribió sobre los ataques deliberados de Rusia contra civiles ucranianos: “Lo que Rusia está haciendo es absolutamente inútil, lo que lo hace aún más trágico".
Siguieron muchas más tragedias: la destrucción de la infraestructura portuaria de Odesa y de la Catedral de la Transfiguración, protegida por la UNESCO, un ataque con misiles contra un edificio de apartamentos en Lviv en julio y un ataque masivo con misiles contra varias ciudades ucranianas en septiembre. El 5 de octubre, un ataque con misiles rusos en el noreste de Ucrania mató supuestamente a 51 personas que asistían a un servicio conmemorativo, lo que fue “ una tragedia terrible ”, en palabras del ministro del Interior ucraniano, Ihor Klymenko.
Tragedia es una palabra utilizada ubicuamente por los simpatizantes de Ucrania que discuten los horrores de la guerra en Ucrania. Pero resulta que la palabra tragedia también es popular entre los autócratas que son responsables de provocar esos acontecimientos, pero que no tienen intención de admitir su responsabilidad.
Dictadores y tragedia
En julio de 2014, después de que un misil ruso derribara un avión de Malaysia Airlines sobre el este de Ucrania, matando a 298 personas, el presidente ruso Vladimir Putin calificó el incidente de tragedia , aunque negó la responsabilidad rusa por ello.
Cuando el líder de la oposición rusa, Boris Nemtsov, fue asesinado en 2015, Putin se refirió a la “vergüenza y las tragedias” de los asesinatos políticos en Rusia. Y en 2022, Putin desató una guerra no provocada contra Ucrania y luego la llamó “una tragedia compartida” tanto para Ucrania como para Rusia.
Al igual que Putin, el propio expresidente de Ucrania, el cleptócrata Viktor Yanukovich , apoyado por Moscú, derrocado por protestas populares en 2014 y cómplice de la anexión rusa de la península ucraniana de Crimea ese año, calificó la anexión como una tragedia, negando que él o Putin fueran responsables por el acaparamiento de tierras.
Anteriormente, en 2006, Yanukovich, entonces en la oposición, había insistido en que el Holodomor de 1932-33, una hambruna que se cobró la vida de unos 4 millones de ucranianos, fue una tragedia , no un genocidio premeditado orquestado por Josef Stalin y su régimen.
En las declaraciones de los dictadores, la invocación de la tragedia no es incidental. Designar algo como tragedia es significativamente diferente a llamarlo atrocidad o crimen, por el cual el malhechor debe ser considerado responsable y castigado. Llamarla tragedia sirve para minimizar la responsabilidad humana, típicamente la suya propia, por las causas de la “tragedia”.
Elegir palabras con cuidado
Las palabras no son sólo descripciones pasivas. Crean significado en el mundo y ayudan a las personas a comprender cómo pensar sobre los acontecimientos. Esto es particularmente cierto en el caso de los conceptos abstractos que utilizamos en la conversación política.
En el habla cotidiana, la gente usa la palabra tragedia para describir cualquier cosa profundamente perturbadora y desafortunada. El diccionario en línea Merriam-Webster define la palabra tragedia como un evento o desgracia desastroso. El diccionario de sinónimos de Merriam-Webster ofrece más sinónimos : calamidad, catástrofe, desgracia, percance, desventura, accidente. La RAE española define la tragedia como "situación o suceso luctuoso y lamentable que afecta a personas o sociedades humanas". La mayoría de esos sinónimos se refieren o implican el funcionamiento de fuerzas más allá del control humano.
Esas connotaciones provienen de los orígenes de la palabra tragedia y su significado. La tragedia se originó en la antigua Grecia como una forma de arte que revela de manera más conmovedora el misterio de la interacción entre el destino y el libre albedrío . Un héroe trágico clásico es un hombre, generalmente de cuna noble, que está destinado a la perdición y la destrucción por parte de los dioses. Sin embargo, durante su rebelión contra ese destino injusto, un héroe trágico comete errores.
En su Poética , el antiguo filósofo griego Aristóteles argumentó que el defecto del héroe trágico no se debe a su maldad sino simplemente a un error de juicio involuntario: después de todo, no es un dios omnisciente sino sólo un ser humano. Y así, la difícil situación del héroe trágico termina con su desaparición o con la humillación de su orgullo.
En su famoso ensayo del New York Times de 1949, “La tragedia y el hombre común”, el dramaturgo estadounidense Arthur Miller describió la difícil situación del héroe trágico como una represalia activa contra circunstancias que considera degradantes e injustas . Según Miller, el "defecto trágico" es, en última instancia, la "inherente falta de voluntad del héroe para permanecer pasivo ante lo que concibe como un desafío a su dignidad, a la imagen de su estatus legítimo". En palabras de Miller, la lección de la tragedia es el descubrimiento de una ley moral.
La tragedia, entonces, en su sentido original más profundo, implica inadvertencia e inevitabilidad: las consecuencias no deseadas de las elecciones individuales, originalmente impulsadas por una noble búsqueda de justicia y dignidad personal, finalmente chocan contra el firmamento de los designios divinos y los factores sistémicos más allá del control humano.
La guerra de Rusia contra Ucrania es primero un crimen y sólo después una tragedia
En la política contemporánea, la invocación de la tragedia tiene el desafortunado efecto de enmascarar la responsabilidad de los perpetradores que causan injusticias y sufrimiento humano mediante intenciones maliciosas y actos ilícitos deliberados.
La lucha de Ucrania por su supervivencia es realmente heroica, pero no en un sentido trágico. No está librando una lucha contra un destino injusto decretado por los dioses, sino contra un agresor criminal , Rusia, liderada por el Presidente Putin, quien ha afirmado que Ucrania no tiene derecho a existir como entidad política y como pueblo y se ha propuesto llevar a cabo una cruel y destructiva guerra contra él.
No hay nada involuntario en el asesinato de Boris Nemtsov en 2015 o de Viktoria Amelina en 2023. No hay nada inevitable en el ataque ruso en Ucrania, en el asesinato, la mutilación y la violación de su pueblo y el secuestro de sus niños .
El comportamiento de Rusia y el sufrimiento que provoca es una afrenta descarada al derecho internacional y a la dignidad humana básica que esta ley busca defender. Hasta ahora, se han documentado 80.000 presuntos crímenes de guerra para su procesamiento ante un tribunal de justicia y un tribunal internacional.
Hasta que eso suceda, es mejor mantener la mente clara y utilizar un vocabulario preciso: Rusia ha cometido una agresión y sus fuerzas continúan cometiendo atrocidades en Ucrania. La responsabilidad de Rusia por estos crímenes no debe esconderse detrás de la etiqueta de “tragedia”.
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