La Casa del Libro: aroma a papel y silencio
03 marzo 2024.- Ahora que están tan desmenuzadas las series de las plataformas, todas ellas tan deliciosamente elaboradas, con una intriga despampanante y unos efectos especiales tan maravillosos que da hasta vergüenza decir que eres lector. Claro, es entendible. ¿Es mejor ser un " tik toker, no?. Cavilemos un poco, por cortesía.
Paseo mirando los establecimientos, y quedo anonadado con la cantidad de bares que hay, así como de herbolarios que recetan pseudoalimentos para el bienestar emocional y para la depresión y el insomnio.
A mí la lectura me ha liberado del insomnio, pero por las ganas de seguir leyendo. Y respecto a la depresión.... Si lees a Dumas o a Gabriela Mistral te dan ganas de volar.
La imaginación ayuda, créanme. No fagocita la red neuronal y además ilumina las conexiones. Al terminar la jornada, me doy cuenta que vuelvo a estar en " La casa del Libro". Qué aroma a papel cuando entro por la puerta; qué delicia de silencio.
Me quedo parado en mi sección favorita, la de filología. Observo, no sin estupor, que los manuales de literatura española siguen brillando con el transcurso del tiempo.
¿Recuerdan a Neruda cuando dijo "No podrán detener la primavera"? Eso me produce a mí mi instancia en "La casa del Libro".
Podrán poner redes sociales, instrumentos como la inteligencia artificial o programas berlusconianos, pero no podrán detener la pasión por oler el perfume del papel.
¡Dios salve al papel!. Hagan propósito de enmienda: lean más, ayuda tanto o más que el Prozac.
Autor: Mariano Luna de Matías
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