La Eurocámara se escora a la derecha, con Verdes y liberales como grandes perdedores
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| La presidenta de la Comisión Europea y candidata del Partido Popular Europeo (PPE) a repetir en el cargo, la alemana Ursula von der Leyen, durante su comparecencia este domingo en la Eurocámara en Bruselas sobre los resultados de las elecciones europeas. EFE/EPA/OLIVIER HOSLET |
La Eurocámara que se forme tras las elecciones europeas que acabaron este domingo estará más escorada a la derecha, con un refuerzo del Partido Popular Europeo (PPE), un avance de la extrema derecha y los ultraconservadores en toda Europa, y con los Verdes y los liberales como grandes perdedores.
10 junio 2024.- Esos serán los principales cambios en el Parlamento Europeo tras las elecciones europeas, que supusieron sendos varapalos para los líderes de los dos mayores países de la Unión Europea (UE): Alemania y, sobre todo, Francia, donde el presidente Emmanuel Macron convocó elecciones legislativas anticipadas tras su derrota contra la ultraderecha de Marine Le Pen.
A nivel comunitario, el PPE logró una clara victoria con 189 eurodiputados según las últimas proyecciones oficiales, 13 más que en la pasada legislatura; una tendencia que coincidió con la registrada en España, donde el PP se hizo con 22 escaños, 9 más que en 2019.
Von der Leyen busca una coalición «de centro»
Ese triunfo llevó a la presidenta de la Comisión Europea y candidata del PPE a revalidar en el cargo, Ursula von der Leyen, a tender la mano a los socialistas y liberales para conformar una mayoría legislativa en Bruselas y esquivar a la extrema derecha.
«Construiremos un bastión contra los extremos, de la izquierda y la derecha. Les vamos a parar, os lo aseguro«, dijo en una primera comparecencia en Bruselas la candidata cristianodemócrata a presidir de nuevo el Ejecutivo comunitario.
Los socialdemócratas del grupo S&D, en el que se integra el PSOE español, conseguirán 135 escaños en la Eurocámara, cuatro menos que en la anterior legislatura; mientras que los liberales de Renovar Europa sumarán 83, 19 menos que hasta ahora, según las proyecciones facilitadas por el Parlamento Europeo.
Esos tres grupos conformarían, si se ponen de acuerdo, una mayoría europeísta de 407 escaños, suficiente para que Von der Leyen obtenga la confianza de la Eurocámara y siga al frente de la Comisión Europea.
«Hemos construido los puentes necesarios y trabajamos juntos con aquellos que tienen ideas afines y tienen las mismas metas», dijo la cristianodemócrata germana en otra comparecencia en la Eurocámara.
Durante la campaña, Von der Leyen no descartó pactar con uno de los dos grupos de extrema derecha que hay en la Eurocámara, los Conservadores y Reformistas europeos, liderado por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y donde se encuentra el partido español Vox.
También se ha especulado sobre una posible negociación con los Verdes, pero Von der Leyen dijo este domingo que quiere ir paso a paso e intentar primero forjar un pacto con socialdemócratas y liberales, una plataforma que «ha funcionado bien, de manera confiable, constructiva y efectiva».
Serán los jefes de Estado y de Gobierno quienes decidirán si dan su apoyo de nuevo a Von der Leyen y la proponen como candidata a encabezar la Comisión Europea, una nominación que después tiene que respaldar la Eurocámara por al menos la mitad de sus 720 escaños.
Tras Von der Leyen, el candidato de los Socialistas y Demócratas, el luxemburgués Nicolas Schmit, mostró su apertura a «una fuerte cooperación con todas las fuerzas democráticas en este Parlamento» y a «negociar un pacto para los próximos años».
Varapalo a Macron y Scholz
La cabeza de lista de los liberales de Renovar Europa, la francesa Valérie Hayer, se mostró también dispuesta a que su formación esté «al volante de una coalición proeuropea» siempre que se cumplan sus «condiciones y ambiciones».
Hayer pertenece al grupo europarlamentario y al partido de Macron, quien anunció la disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones legislativas en Francia para el 30 de junio y el 7 de julio, tras el aplastante triunfo de la ultraderecha de Marine Le Pen en las elecciones europeas.
La lista de Macron, una coalición bajo el nombre Besoin d’Europe, logró la mitad de apoyos (14,5 %) que la de la Agrupación Nacional de Le Pen (31,5 %), con el joven Jordan Bordella como cabeza de lista, según las últimas estimaciones.
El varapalo también fue notable en el caso del canciller alemán, Olaf Scholz, cuyo partido, el Socialdemócrata de Alemania (SPD), registró su peor resultado en unas elecciones europeas, con un 14,3 % de los votos, un dato difícil para el partido especialmente de cara a las elecciones generales de otoño de 2025.
Ese grupo quedó por detrás de los ganadores, la Unión Cristianodemócrata (CDU) a la que pertenece Von der Leyen, con un 30,6 % de los votos junto a su socio bávaro CSU; y también de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), que rozó el 16 % de los votos.
Batacazo de los Verdes
Los Verdes, que en las últimas elecciones europeas acapararon titulares la noche electoral con un notable avance, retrocedieron en estos comicios y pasan de ser el cuarto grupo de la Eurocámara al sexto, con 53 eurodiputados, 18 menos que en la última legislatura.
El holandés Bas Eickhout, cabeza de lista de ese grupo -en el que se integran los españoles Esquerra Republicana y el Bloque Nacionalista Galego (BNG)- defendió que su familia política será necesaria para formar «una mayoría estable de centro en el Parlamento Europeo» a pesar de los «decepcionantes» resultados electorales.
El auge de la ultraderecha
Los dos grupos de extrema derecha en la Eurocámara tuvieron buenos resultados este domingo, aunque el mayor avance se lo llevó Identidad y Democracia (ID), cuyos rostros más visibles son la francesa Le Pen y el italiano Matteo Salvini.
Ese grupo, al que no pertenece ninguna formación española, pasa a ser la quinta fuerza del Parlamento Europeo, por delante de los Verdes, con 58 eurodiputados, nueve más que en la anterior legislatura.
Los Conservadores y Reformistas Europeos (ERC), la bancada del partido español Vox y de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni -que ganó cómodamente las europeas en su país-, también avanzaron hacia la cuarta posición del hemiciclo con 72 escaños, tres más que hasta ahora.
Esos números pueden aumentar con contribuciones de los eurodiputados hasta ahora alineados como «no inscritos» (un total de 45) y los nuevos europarlamentarios que aún no han elegido grupo (50).
Una de las incógnitas postelectorales es si ERC e ID llegarán a un pacto para formar un macrogrupo de extrema derecha, que sería el tercero de la Eurocámara, para coordinar esfuerzos, aumentar influencia y acceder a más recursos y financiación.
También podría formarse un nuevo grupo de ultraderecha que integre a algunos de los partidos que ahora no tienen cabida en esas familias, como la AfD alemana o el Fidesz del primer ministro húngaro Viktor Orbán, que ganó las elecciones en Hungría con un 43 % de los votos y ha pedido una alianza de la ultraderecha en Europa.
Más poder para el PPE
En ese marco, los populares europeos tendrán ahora la llave de la mayoría que hasta ahora ostentaban los liberales: el centro de la Eurocámara se desplaza hacia la derecha y serán ellos quienes sostienen la sartén por el mango para trabajar con esa mayoría proeuropea o, cuando le convenga, formar una mayoría alternativa ocasional, posiblemente con los ultraconservadores.
Los grupos del Parlamento Europeo podrán empezar a negociarse desde este mismo lunes y requieren un mínimo de 23 eurodiputados procedentes de siete Estados miembros: los grupos actuales pueden mantenerse o desaparecer, así como sumar nuevos miembros o perderlos.
Puede haber cambios en la composición de los grupos durante toda la legislatura, pero los que estén conformados para el primer pleno de la Eurocámara podrán hacer valer su peso en escaños para obtener, por ejemplo, vicepresidencias de la institución.
Por último, La Izquierda europea logró 35 escaños, dos menos que en la anterior legislatura: su candidato principal, Walter Baier, advirtió a los partidos mayoritarios que «sería un error entender los resultados como una carta blanca para continuar con las políticas fallidas de austeridad«.
El Partido Popular Europeo (PPE) ganó este domingo las elecciones al Parlamento Europeo y se mantendrá como la primera fuerza de la Eurocámara con 189 escaños, según la proyección -ya basada en resultados provisionales y algunos sondeos- que publica el Parlamento Europeo.
La Alianza de los Socialistas y Demócratas europeos (S&D) será el segundo grupo con más presencia en el hemiciclo europeo con 135 eurodiputados, mientras que los liberales de Renovar Europa lograrán 83 escaños.
Los tres principales grupos proeuropeos sumarían, por tanto, una mayoría absoluta de 407 escaños para un Parlamento Europeo de 720 asientos.
Les siguen con 72 escaños el grupo de los Conservadores y Reformistas (ECR) y la ultraderecha de Identidad y Democracia (ID), con 58 escaños. La suma de estos dos grupos llega a los 130 eurodiputados, si bien este conteo no incluye a otros partidos de corte euroescéptico y ultranacionalista que no tienen familia política europea.
Los Verdes/Alianza Libre Europea, que sumarían 53 escaños, caerán con fuerza hasta la sexta plaza frente a la cuarta que ostentaban en el hemiciclo anterior, mientras que el grupo más pequeño de la Eurocámara seguirá siendo La Izquierda, que se anotó 35 escaños.
El grupo de los No Inscritos -no afiliados a ninguna de las familias políticas europeas- tendría 45 eurodiputados.
Los eurodiputados nuevos que no forman parte de ninguno de los grupos existentes en la legislatura anterior, enmarcados en una categoría llamada Otros, tendrían 50 asientos en el nuevo hemiciclo, pero muchos de ellos y de los no inscritos se unirán a grupos políticos ya existentes en las próximas semanas.
La participación, en torno a un 51 por ciento
La estimación de la participación en las elecciones europeas se sitúa en el 51 por ciento, prácticamente la misma que en los anteriores comicios de 2019.
«Las primeras estimaciones apuntan a una participación en el conjunto de la UE del 51 %», informó la Eurocámara en un comunicado.
Históricamente, la participación en las elecciones al Parlamento Europeo disminuyó constantemente desde las primeras elecciones en 1979 (61,99 %) hasta 2014, cuando alcanzó un mínimo histórico del 42,6 %.
En 2019, las elecciones que dieron inicio al actual periodo legislativo que termina ahora pusieron fin a este declive y mostraron un interés renovado en la política europea, con un aumento significativo de la participación de alrededor del 8 %, lo que la situó en una media de 50,66%. En concreto, se registraron subidas en 19 de los 27 Estados miembros.
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