Zanclean, megainundación, Mediterráneo
En un estudio innovador, los investigadores revelaron evidencia contundente de la megainundación de Zanclean, un evento colosal que volvió a llenar el mar Mediterráneo en cuestión de años, remodelando su paisaje con un flujo de agua y velocidades sin precedentes.
25 enero 2025.- Este evento, que puso fin a la Crisis de Salinidad Meseniense, alteró la composición geológica y ambiental de la región, dejando huellas duraderas que desafían las teorías anteriores sobre cambios graduales.
Un estudio reciente presenta evidencia sólida de que una "megainundación" masiva volvió a llenar el mar Mediterráneo, poniendo fin a un período en el que la región estaba en gran parte cubierta por salinas.
Los investigadores creen que este evento, conocido como la megainundación de Zanclean, marcó la conclusión de la crisis de salinidad de Messiniense, que duró entre 5,97 y 5,33 millones de años.
Un equipo internacional de científicos, incluidos investigadores de la Universidad de Southampton, ha identificado formaciones geológicas en el sureste de Sicilia que sugieren que una inundación repentina y a gran escala arrasó la zona.
Descubriendo la magnitud de la megainundación
“La megainundación de Zanclean fue un fenómeno natural impresionante, con caudales y velocidades de flujo que eclipsaron a cualquier otra inundación conocida en la historia de la Tierra”, afirmó el Dr. Aaron Micallef, autor principal del estudio e investigador del Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterey en California. “Nuestra investigación proporciona la evidencia más convincente hasta el momento de este evento extraordinario”.
Durante la crisis de salinidad de Messina, el mar Mediterráneo quedó aislado del océano Atlántico y se evaporó, dando lugar a vastos depósitos de sal que remodelaron el paisaje de la región.
Durante años, los científicos habían pensado que este período seco terminó gradualmente, con el relleno del Mediterráneo a lo largo de un período de 10.000 años. Sin embargo, esta idea fue cuestionada por el descubrimiento de un canal de erosión que se extiende desde el Golfo de Cádiz hasta el Mar de Alborán en 2009. El hallazgo apuntaba a un único y masivo evento de inundación, que duró entre dos y 16 años, que se conoció como la megainundación de Zanclean.
Esto se debe a que la placa africana se encuentra ligeramente por debajo de la placa euroasiática, formando un mar más profundo donde ocurre esa subducción. Aquí podemos ver las complejas placas tectónicas del Mediterráneo
Perspectivas y evidencias geológicas
Se estima que la megainundación tuvo una descarga de entre 68 y 100 Sverdrups (Sv), siendo un Sv equivalente a un millón de metros cúbicos por segundo.
La nueva investigación publicada en la revista Communications Earth & Environment combina características geológicas recientemente descubiertas con datos geofísicos y modelos numéricos para proporcionar la imagen más completa hasta el momento de la megainundación.
Los investigadores estudiaron más de 300 crestas asimétricas y aerodinámicas en un corredor que cruza el Umbral de Sicilia, un puente de tierra sumergido que una vez separó las cuencas occidental y oriental del Mediterráneo.
El estrecho de Gibraltar está a la izquierda. Toda la acción ocurre a la derecha, el mar de Alborán. Las líneas naranja y roja muestran los recorridos del agua. Los colores muestran la altitud submarina: el rojo es el agua poco profunda cerca de la costa y, a medida que se vuelve más azul, es más profunda. Se pueden ver las profundidades del mar de Alborán en azul oscuro y azul claro en el medio. La inundación creó un cañón de 200 kilómetros de largo, 8 kilómetros de ancho y cientos de metros de profundidad
Implicaciones e investigaciones futuras
“La morfología de estas crestas es compatible con la erosión causada por flujos de agua turbulentos a gran escala con una dirección predominantemente noreste”, dice el profesor Paul Carling, profesor emérito de la Escuela de Geografía y Ciencias Ambientales de la Universidad de Southampton y coautor del estudio.
“Revelan el inmenso poder de la megainundación de Zanclean y cómo transformó el paisaje, dejando huellas duraderas en el registro geológico”.
Al tomar muestras de las crestas, el equipo descubrió que estaban cubiertas por una capa de restos rocosos que contenían material erosionado de los flancos de las crestas y la región circundante, lo que indica que se depositó allí rápidamente y con una fuerza inmensa.
Esta capa se encuentra justo en el límite entre los períodos Messiniense y Zanclean, cuando se cree que ocurrió la megainundación.
Utilizando datos de reflexión sísmica (un tipo de ultrasonido geológico que permite a los científicos ver capas de roca y sedimentos debajo de la superficie), los investigadores descubrieron un “canal en forma de W” en la plataforma continental al este del umbral de Sicilia.
Este canal, excavado en el fondo del mar, conecta las crestas con el Cañón de Noto, un profundo valle submarino situado en el Mediterráneo oriental.
La forma y la ubicación del canal sugieren que actuó como un enorme embudo. Cuando las aguas de la megainundación se derramaron sobre el sillín de Sicilia, este canal probablemente llevó el agua hacia el cañón de Noto y hacia el Mediterráneo oriental.
Los investigadores utilizaron modelos informáticos para simular cómo podría haberse comportado la megainundación. Sus hallazgos sugieren que las aguas de la inundación cambiaron de dirección y ganaron fuerza con el tiempo, alcanzando velocidades de hasta 32 metros por segundo (72 millas por hora). A medida que la inundación se intensificó, excavó canales más profundos, erosionó grandes cantidades de material y arrastró sedimentos a través de mayores distancias.
“Estos hallazgos no solo arrojan luz sobre un momento crítico en la historia geológica de la Tierra, sino que también demuestran la persistencia de las formas del relieve a lo largo de cinco millones de años”, añadió el Dr. Micallef. “Abre la puerta a futuras investigaciones a lo largo de los márgenes del Mediterráneo”.
Fuente: “Land-to-sea indicators of the Zanclean megaflood” by Aaron Micallef, Giovanni Barreca, Christian Hübscher, Angelo Camerlenghi, Paul Carling, Jose Maria Abril Hernandez, Raúl Periáñez, Daniel Garcia-Castellanos, Jonathan Ford, Benedikt Haimerl, Matthias Hartge, Jonas Preine and Antonio Caruso, 28 December 2024, Communications Earth & Environment.
DOI: 10.1038/s43247-024-01972-w
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