salud, anorexia, psiquiatría
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Número de receptores opioides en el cerebro (fila superior) y consumo de azúcar (fila inferior) en pacientes con anorexia nerviosa. Fuente: Turku PET Centre |
30 enero 2025.- Una nueva investigación descubrió que las personas con anorexia nerviosa tienen una actividad elevada del neurotransmisor opioide , lo que puede contribuir a la pérdida de apetito y a los síntomas emocionales.
Un estudio del Centro PET de Turku (Finlandia) sugiere que las alteraciones en la función de los neurotransmisores opioides en el cerebro pueden desempeñar un papel clave en la anorexia nerviosa.
La anorexia nerviosa es un trastorno psiquiátrico grave que se caracteriza por una alimentación restrictiva, un miedo intenso a aumentar de peso y una imagen corporal distorsionada. Puede provocar complicaciones graves, como desnutrición, depresión y ansiedad. Los hallazgos del estudio destacan cómo las alteraciones en la actividad de los neurotransmisores pueden contribuir al desarrollo y la persistencia del trastorno.
“La neurotransmisión opioide regula el apetito y el placer en el cerebro. En pacientes con anorexia nerviosa, el tono opioidérgico del cerebro estaba elevado en comparación con sujetos de control sanos. Anteriormente hemos demostrado que en pacientes obesos la actividad del tono de este sistema está reducida. Es probable que las acciones de estas moléculas regulen tanto la pérdida como el aumento del apetito”, afirma el profesor Pirjo Nuutila de la Universidad de Turku, Finlandia.
Además, los investigadores midieron la absorción de glucosa en el cerebro. El cerebro representa aproximadamente el 20% del consumo total de energía del cuerpo, por lo que los investigadores estaban interesados en cómo una reducción en la ingesta de energía afecta el equilibrio energético del cerebro en la anorexia.
“El cerebro de los pacientes con anorexia nerviosa utiliza una cantidad de glucosa similar a la de los sujetos sanos de control. Aunque el bajo peso supone una carga para la fisiología de muchas maneras, el cerebro intenta protegerse y mantener su capacidad de funcionamiento durante el mayor tiempo posible”, afirma el profesor Lauri Nummenmaa del Centro PET de Turku y añade:
“El cerebro regula el apetito y la alimentación, y los cambios en la función cerebral están asociados tanto con la obesidad como con el bajo peso corporal. Dado que los cambios en la actividad de los opioides en el cerebro también están relacionados con la ansiedad y la depresión, nuestros hallazgos pueden explicar los síntomas emocionales y los cambios de humor asociados con la anorexia nerviosa”.
Referencia: “Anorexia nervosa is associated with higher brain mu-opioid receptor availability” by Kyoungjune Pak, Jouni Tuisku, Henry K. Karlsson, Jussi Hirvonen, Eleni Rebelos, Laura Pekkarinen, Lihua Sun, Aino Latva-Rasku, Semi Helin, Johan Rajander, Max Karukivi, Pirjo Nuutila and Lauri Nummenmaa, 12 January 2025, Molecular Psychiatry. DOI: 10.1038/s41380-025-02888-3
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