arqueología, Sahara, geología, cambio climático
El análisis de las estalagmitas marroquíes revela que el Sahara recibió un aumento de las precipitaciones entre 8.700 y 4.300 años atrás, lo que favoreció las primeras sociedades de pastoreo. Estas precipitaciones, probablemente impulsadas por las columnas tropicales y la expansión de los monzones, estrecharon el desierto, mejoraron la habitabilidad y facilitaron el movimiento humano.
11 marzo 2025.- El análisis de muestras de estalagmitas extraídas de cuevas del sur de Marruecos ha revelado nuevos detalles sobre los patrones de precipitaciones del pasado en el desierto del Sahara. Investigadores de la Universidad de Oxford y del Instituto Nacional de Ciencias de la Arqueología y del Patrimonio descubrieron que las precipitaciones aumentaron entre hace 8.700 y 4.300 años, lo que influyó significativamente en las antiguas sociedades de pastoreo. Sus hallazgos se publican en Earth and Planetary Science Letters.
Las estalagmitas (formaciones rocosas que crecen hacia arriba desde el suelo de las cuevas) sirven como valiosos registros de las condiciones climáticas del pasado. Su formación requiere que el agua de lluvia se filtre a través del suelo y gotee sobre el suelo de la cueva, lo que significa que su presencia indica precipitaciones históricas. El descubrimiento de estalagmitas cerca del borde del desierto cálido más grande del mundo brindó a los investigadores la oportunidad de reconstruir las tendencias de precipitaciones del pasado.
Al analizar trazas de uranio y torio en las estalagmitas, los investigadores pudieron determinar cuándo crecieron estas formaciones, lo que a su vez señaló períodos de mayor precipitación. Sus hallazgos confirman que el Sahara experimentó condiciones más húmedas durante el Período Húmedo Africano, entre 8.700 y 4.300 años atrás.
El impacto climático en las sociedades primitivas
Este período coincide con un aumento del número de yacimientos arqueológicos neolíticos en la región al sur de la cordillera del Atlas, que luego se redujo drásticamente cuando se reanudaron las condiciones áridas. El equipo de investigación cree que esto pone de relieve la importancia de un clima favorable para estas primeras sociedades pastoriles, que dependían de las lluvias para su ganado.
Pero el impacto no fue sólo local: la región del sur del Atlas es importante porque el terreno desciende hacia el sur, hacia el corazón del Sahara. Como resultado, el aumento de las precipitaciones durante este período rellenó los principales acuíferos y aumentó el caudal de los ríos en el desierto. Esto habría facilitado que las poblaciones viajaran a este entorno inhóspito para conectarse con otros grupos e intercambiar bienes y conocimientos.
El equipo de investigación también analizó las cantidades de diferentes isótopos de oxígeno contenidos en la estalagmita de carbonato de calcio para investigar el mecanismo que generó la lluvia. Creen que la lluvia adicional provino de las columnas tropicales, enormes bandas de nubes en la atmósfera superior, que pueden transportar humedad desde los trópicos a los subtrópicos. Este es el primer estudio que muestra la influencia de las columnas tropicales en esta región en el pasado.
Al mismo tiempo, existen pruebas de otros sitios que indican que el monzón de África occidental invadió el Sahara desde el sur y que, combinado con las lluvias tropicales en forma de penacho al norte, esto sugiere que el desierto se estrechó significativamente en este período. Esta mejora de la habitabilidad al norte y al sur del Sahara central, el aumento de la recarga de los ríos y un desierto más estrecho pueden haber fomentado el movimiento de personas a través del Sahara, durante un período clave en el desarrollo del uso de la tierra y la producción animal.
Este nuevo registro en el extremo norte del Sahara aporta información vital para comprender cómo ha cambiado el clima en esta región durante la ocupación humana. Estas estalagmitas se suman a la información de otros archivos climáticos, como los núcleos del océano Atlántico, para comprender las variaciones en el entorno sahariano. Los núcleos oceánicos están ubicados demasiado lejos para identificar cambios regionales con precisión. En cambio, este registro de estalagmitas está idealmente ubicado para esta tarea.
La evidencia de las lluvias en forma de penacho tropical que proporciona este estudio también es importante para los investigadores que intentan comprender cómo cambiarán los patrones de lluvia en la región del sur del Atlas en el futuro. Dado que las lluvias en forma de penacho tropical trajeron lluvia a la zona en el pasado, se abre la posibilidad de que puedan hacerlo en el futuro. El equipo de investigación está interesado en investigar esto más a fondo mediante el desarrollo de reconstrucciones más cuantitativas de las cantidades de lluvia en el pasado.
Referencia: “Evidence for the role of tropical plumes in driving mid-Holocene north-west Sahara rainfall” by Hamish O. Couper, Christopher C. Day, Julia J. Barrott, Samuel J. Hollowood, Stacy A. Carolin, Ben Lovett, Abdeljalil Bouzouggar, Nick Barton and Gideon M. Henderson, 9 January 2025, Earth and Planetary Science Letters. DOI: 10.1016/j.epsl.2024.119195
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