enigmas, fenicios, ADN
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| Máscara mortuoria del siglo III o II a. C. hallada en la ciudad comercial fenicia de Cartago, en lo que hoy es Túnez. Fuente: Peter Horree/Alamy |
La civilización fenicia prosperó en el Mediterráneo durante más de 1.000 años.
24 abril 2025.- Una antigua civilización del Medio Oriente que desarrolló un alfabeto primitivo difundió su cultura a lo largo y ancho, pero no su ADN, según un estudio publicado el 23 de abril en la revista Nature sobre cientos de genomas humanos antiguos.
La civilización fenicia surgió hace más de 3000 años, centrada en lo que hoy es el Líbano, antes de expandirse por el mar Mediterráneo. Las ciudades-estado fenicias de Oriente Medio acabaron en manos de otros grupos, pero la cultura prosperó más al oeste, sobre todo en Cartago, en lo que hoy es Túnez, hasta su destrucción en el 146 a.C.
Las ciudades-estado fenicias compartían lenguas —escritas con un alfabeto precursor de las letras griegas y latinas—, prácticas religiosas y economías basadas en el comercio marítimo. Muchos investigadores han supuesto que sus habitantes también compartían ancestros vinculados a los orígenes de la cultura en Oriente Medio.
Para estudiar esta historia, el genetista de poblaciones Harald Ringbauer, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania, y sus colegas analizaron el ADN de los restos de alrededor de 200 personas de sitios arqueológicos fenicios en Medio Oriente, Europa y el norte de África.
Rompecabezas de ascendencia
Para sorpresa de Ringbauer, los habitantes de los puestos avanzados mediterráneos de la cultura fenicia —también conocidos como pueblos púnicos— no compartían ascendencia con los antiguos habitantes de Oriente Medio, ni siquiera con aquellos procedentes de sitios vinculados a los fenicios y sus antepasados, los cananeos.
Pero los genomas de los pueblos púnicos tampoco siempre se asemejaron a los de las personas de otras poblaciones locales, como las de Cerdeña e Ibiza. En cambio, compartían un perfil ancestral similar al de los antiguos habitantes de Grecia y Sicilia. Con el tiempo, se incorporó la ascendencia norteafricana, lo que refleja el auge de Cartago después del 500 a.C.
Esta singular mezcla de ascendencias es probablemente el resultado de una afluencia regular de personas diversas conectadas por una «ruta mediterránea» mantenida por el comercio entre los asentamientos fenicios, afirma Ringbauer. El estudio identificó individuos emparentados hallados en yacimientos arqueológicos distantes, incluyendo un par de posibles primos segundos, uno del norte de África y otro de Sicilia.
Tras la caída de las ciudades-estado fenicias en Oriente Medio, las personas con ascendencia de esta región podrían haber quedado aisladas de la ruta mediterránea, afirma Ringbauer.
La ausencia de ascendencia de Oriente Medio en el pueblo púnico no sorprende a Pierre Zalloua, genetista de la Universidad Khalifa de Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos. «Los fenicios eran una cultura de integración y asimilación», afirma. «Se asentaron donde navegaron».
A Ringbauer le gustaría saber por qué los diversos pueblos mediterráneos adoptaron la cultura fenicia, en lugar de aferrarse a sus prácticas preexistentes. "¿Cómo puede haber tal desconexión?", se pregunta. "¿Significa esto que la cultura fenicia era como una franquicia que otros podían adoptar? Eso es asunto de los arqueólogos".
Fuente: Ringbauer, H., Salman-Minkov, A., Regev, D. et al. Punic people were genetically diverse with almost no Levantine ancestors. Nature (2025). https://doi.org/10.1038/s41586-025-08913-3
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