enigmas, prehistoria, geoantropología
Los descubrimientos en la cueva de Latnija muestran que los humanos del Mesolítico cruzaron 100 km de mar para llegar a Malta 1.000 años antes de lo que se creía, lo que cambia las visiones sobre la navegación prehistórica.
23 abril 2025.- Se creía que las islas pequeñas y remotas estaban entre los últimos entornos naturales intactos y que los humanos no habían podido llegar a ellas ni establecerse en ellas antes de la llegada de la agricultura y los desarrollos tecnológicos asociados.
Sin embargo, un nuevo estudio publicado en Nature presenta evidencia que desmiente esta perspectiva. Investigadores han descubierto que los cazadores-recolectores cruzaban al menos 100 kilómetros (62 millas) de mar abierto para llegar a la isla mediterránea de Malta hace tan solo 8.500 años, 1.000 años antes de la llegada de los primeros agricultores.
Este descubrimiento representa el ejemplo más antiguo conocido de auténtica navegación de larga distancia en el Mediterráneo, logrado mucho antes del uso de la vela. Una hazaña asombrosa para estos primeros navegantes, que probablemente viajaban en sencillas canoas.
Sitio de cueva de Latnija en la región norte de Mellieħa en Malta. Fuente: Huw GroucuttMétodos de navegación y riesgos del viaje
“Con base en las corrientes superficiales del mar y los vientos predominantes, así como en el uso de puntos de referencia, estrellas y otras técnicas de orientación, es probable una travesía de unos 100 km, a una velocidad de unos 4 km por hora. Incluso en el día más largo del año, estos navegantes habrían disfrutado de varias horas de oscuridad en mar abierto”, explica el profesor Nicholas Vella, de la Universidad de Malta, coinvestigador del estudio.
Los descubrimientos fueron realizados por un consorcio científico liderado por la profesora Eleanor Scerri, del Instituto Max Planck de Geoantropología (MPI-GEA) y la Universidad de Malta. En la cueva de Latnija, en la región norteña de Mellieħa, Malta, los investigadores encontraron rastros humanos en herramientas de piedra, fogones y restos de comida cocinada.
“Encontramos abundante evidencia de una variedad de animales salvajes, incluyendo ciervos rojos, que se creían extintos desde hacía tiempo”, explica el profesor Scerri. “Cazaban y cocinaban estos ciervos junto con tortugas y aves, incluyendo algunas de gran tamaño y hoy extintas”.
Dieta y explotación de los recursos marinos
Además, el equipo de investigadores halló evidencia clara de la explotación de los recursos marinos. «Encontramos restos de foca, diversos peces, incluyendo mero, y miles de gasterópodos marinos comestibles, cangrejos y erizos de mar, todos indiscutiblemente cocinados», añade el Dr. James Blinkhorn, de la Universidad de Liverpool y MPI-GEA, uno de los autores correspondientes del estudio.
Estos descubrimientos también plantean preguntas sobre la extinción de animales endémicos de Malta y otras islas pequeñas y remotas del Mediterráneo, y si comunidades mesolíticas distantes pueden haber estado conectadas a través de la navegación.
Excavaciones en la cueva de Latnija realizadas por el consorcio científico dirigido por la profesora Eleanor Scerri del Instituto Max Planck de Geoantropología (MPI-GEA) y la Universidad de Malta. Fuente: Huw Groucutt
Los resultados añaden mil años a la prehistoria maltesa y obligan a reevaluar las capacidades marineras de los últimos cazadores-recolectores de Europa, así como sus conexiones e impactos en el ecosistema.
Fuente: “Hunter-gatherer sea voyages extended to remotest Mediterranean islands” by Eleanor M. L. Scerri, James Blinkhorn, Huw S. Groucutt, Mathew Stewart, Ian Candy, Ethel Allué, Aitor Burguet-Coca, Andrés Currás, W. Christopher Carleton, Susanne Lindauer, Robert Spengler, Kseniia Boxleitner, Gillian Asciak, Margherita Colucci, Ritienne Gauci, Amy Hatton, Johanna Kutowsky, Andreas Maier, Mario Mata-González, Nicolette Mifsud, Khady Niang, Patrick Roberts, Joshua de Giorgio, Rochelle Xerri and Nicholas C. Vella, 9 April 2025, Nature. DOI: 10.1038/s41586-025-08780-y
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