libros del mes, cultura, Crónica del Henares
LA TOFFANA. VANESSA MONTFORT. «¡Se han llevado a la Toffana! ¡Libertad para la Toffana!», gritan las mujeres por las calles de la Roma del Papado, Ciudad Eternamente corrupta y en plena revolución artística y galileica. Es febrero de 1658 y Giulia Toffana, boticaria, hija de la alquimista Theophania D’Adamo, su propia hija Gironima Carrozzi, la Astróloga de la Lungara, y su amiga del alma Giovanna De Grandis, antigua prostituta, son escoltadas por la guardia del Santo Oficio para ser interrogadas tras abandonar la protección del convento que las refugiaba.
Stefano Bracchi, un inquisidor joven y profesional, será el encargado de un caso que puede suponer su ascenso en el Vaticano. ¿Por qué este despliegue? Giulia, tras la injusta muerte de su madre, pronunció en su Palermo natal un juramento: dedicaría su vida a ayudar a las jóvenes condenadas a casarse a los catorce con hombres que les triplican la edad y a parir un hijo tras otro hasta la extenuación. La nueva legislación ya no permite a las mujeres tener oficio ni negocio alguno y el abuso sistemático que acaba con ellas en el parto o en «accidentes domésticos» son sus principales causas de mortalidad. Para cumplir esa promesa, llevó consigo hasta Roma un secreto de familia en un cuaderno de terciopelo: la fórmula del Acqua Toffana, cuya sola mención provocaría terror durante siglos.
Científica, justiciera, madrina de una red de crimen organizado femenino que se rebeló contra el Estado de Roma y considerada la primera asesina en serie de la historia, La Toffana resucita por primera vez en esta imponente novela histórica de suspense judicial gracias a la pluma de Vanessa Montfort y el despliegue narrativo que la caracteriza: unos personajes memorables y una trama apasionante que reflexiona sobre el papel de la mujer, de la familia y los peligros de la venganza y la violencia institucional, cuya raíz brota en una época de especial persecución a las mujeres que, en ocasiones, no nos parece tan lejana.
CANON DE CÁMARA OSCURA. ENRIQUE VILA-MATAS. Vidal Escabia, el protagonista de esta historia, ha seleccionado setenta y un libros en un cuarto oscuro de su casa con la idea de escribir un canon desplazado, intempestivo e inactual, disidente de los oficiales. Cada mañana, elige al azar uno de ellos, y saca a la luz un fragmento con destino al Canon, pero lo que desentraña su lectura influye en su vida y también en su escritura.
Las sospechas crecen en torno a si el narrador de Canon de cámara oscura es un androide, un Denver-7 infiltrado entre la gente corriente de Barcelona o si, por el contrario, utiliza el Canon para dar sentido a su vida ante el amor desorbitado que siente por su hija ausente.
Un Vila-Matas extremo que va más allá en su indagación sobre el sinsentido, el simulacro y la ficción como extrañas formas de vida, y también en su visión del arte literario como transmisión, colaboración y modificación de ideas ajenas. Una búsqueda, en definitiva, de un sentido último de la escritura, al tiempo que explora temas como el doble o la ausencia infinita que dejan aquellos a los que amamos, «la misma ausencia que Eurídice le dejó a Orfeo y de la que muchos creen que nació la escritura».
GERMÁNICO. VALERIO MASSIMO MANFREDI. Manfredi regresa a los lugares de Teutoburgo para escenificar la batalla que redimió al ejército romano tras su peor derrota, y trazar el retrato inolvidable de Germánico y Agripina, una historia de amor única en la Antigua Roma.
Desde el momento en que, muy jóvenes, se reconocen como espíritus afines, Germánico y Agripina no volverán a separarse. El vínculo que los une es la culminación de una gran pasión. Cuando el joven comandante es llamado a liderar las ocho legiones estacionadas a lo largo del río Rin para redimir el nombre del Imperio tras la derrota de Teutoburgo, Agripina decide seguirlo.
A pesar de estar embarazada, participa en la vida del campamento revelando pronto una influencia sobre los soldados mayor incluso que la de su marido. Orgullosos, intrépidos y tenaces, ambos parecen predestinados: si Germánico, hijo del valiente comandante Druso, es el hombre más adecuado para suceder a Augusto, Agripina, hija de Marco Vipsanio Agripa, es una brillante matrona romana. Sin embargo, a la muerte de Augusto el futuro de la pareja se oscurece pues el emperador designa a su hijastro Tiberio como sucesor. Amados por el pueblo y los soldados y temidos por el poder, Germánico y Agripina aceptarán su destino con audacia y conciencia.
EL LOCO DE DIOS EN EL FIN DEL MUNDO. JAVIER CERCAS. <<Soy ateo. Soy anticlerical. Soy un laicista militante, un racionalista contumaz, un impío riguroso. Pero aquí me tienen, volando en dirección a Mongolia con el anciano vicario de Cristo en la Tierra, dispuesto a interrogarle sobre la resurrección de la carne y la vida eterna. Para eso me he embarcado en este avión: para preguntarle al papa Francisco si mi madre verá a mi padre más allá de la muerte, y para llevarle a mi madre su respuesta. He aquí un loco sin Dios persiguiendo al loco de Dios hasta el fin del mundo>>.
Este es el arranque fulgurante de un libro único, que nadie había tenido la oportunidad de escribir, entre otras razones porque el Vaticano jamás le había abierto de par en par sus puertas a un escritor. Pero, además de único, este es un libro de plenitud, donde su autor logra convertir una propuesta insólita en un relato propio y magistral: un thriller sobre el mayor misterio de la historia de la Humanidad. Con esta novela sin ficción, Javier Cercas vuelve a su línea más personal, en la que consigue enlazar sus obsesiones intimas con una de las preocupaciones fundamenta- les de la sociedad actual: el papel en la vida humana de lo espiritual y lo transcendente, el lugar en ella de la religión y el ansia de inmortalidad.
El loco de Dios en el fin del mundo es el libro de un escritor en plenitud, que logra convertir una propuesta muy peculiar en un libro magistral.
«El gran novelista español».Garth Risk Hallberg, The New York Times
«El incontestable jefe de filas de su generación de escritores hispanohablantes [...]. Uno de los escritores más importantes de nuestro tiempo».Olivier Mony, Sud-Ouest
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